miércoles, 28 de mayo de 2014

“El origen de Superman”, de Geoff Johns y Gary Frank.


 

En esto de los superhéroes, hay historias que por trilladas no resultan menos icónicas y dudo mucho que me equivoque si afirmo que la más importante de todas ellas es la del origen de Superman, el cuál ha sufrido a lo largo de la historia del personaje múltiples variaciones y lavados de cara para ajustarlo a los gustos de las nuevas generaciones aunque lo esencial de la historia se haya mantenido prácticamente inalterado. En los últimos años quizás la  mejor narración de ese origen en la miniserie  Superman: Secret Origin” realizado por el guionista Geoff Johns y el dibujante  Gary Frank para adaptarlo a los acontecimientos posteriores a la saga “Crisis Infinita” y que ECC recuperó en un cuidado tomo bajo el original título de “El origen de Superman”.

La historia no por conocida resulta menos apasionante. Un niño nacido en el extinto planeta Krypton llega a la Tierra donde es criado por un bondadoso matrimonio. Tras pasar una infancia feliz en el pequeño pueblo de Smallville, el muchacho que ha empezado a desarrollar sus poderes se asienta en Metropolis donde desarrollará una intensa carrera periodística en el Globe mientras enfundando en su brillante traje de mallas combate a todo tipo de amenazas como Superman.

Contar de nuevo el origen de Superman es un regalo envenenado para cualquier guionista de cómics pues aparte de la dificultad de innovar una historia tan conocida por el público al que va dirigida, esas novedades si son muy radicales  generalmente suelen ser mal recibidas por unos lectores dispuestos a aferrarse a la ortodoxia de su conocimiento, como vimos recientemente en obras como “Superman: Tierra Uno de JMS o la última adaptación cinematográfica del personaje de Zack Snyder. Por ese motivo, no hay que dejar de admirar la capacidad de un profundo conocedor del personaje y el Universo DC como es Geoff Johns para dearrollar una historia amable que respeta el conocimiento adquirido por el lector al tiempo que introduce sutiles modificaciones que lo adaptan a las exigencias de la editorial para ese momento concreto.

 De este modo, en este nuevo origen de Superman descubrimos a un joven Clark Kent que descubre sus poderes en su infancia en Smallville lo que le convierte en un marginado –de lo poco que fusilaron Goyer y Snyder en la película- y convive desde la infancia con un Lex Luthor al que conoce allí y que recorre un camino paralelo al suyo. Johns construye a pesar de lo trillado de los distintos elementos una historia con un resabio clásico que capta la esencia del personaje y su universo al tiempo que ofrece interesantes novedades como nuevas versiones de villanos como Metallo o el Parásito. Johns sabiamente convierte la identidad de Clark Kent en el desarrollo de la historia al tiempo que resuelve con naturalidad cuestiones tan controvertidas en otras ocasiones como el rol de Superboy y la fundación de la Legión de Superhéroes.


Uno de los grandes alicientes que refuerza la gran labor de Johns es el acierto en la elección del dibujante de la historia con un Gary Frank que saca el máximo partido a su estilo limpio y bonito para construir composiciones efectivas llamadas a ensalzar al máximo la grandeza del personaje y su galería de personajes. Frank, que por momentos me recuerda a un clásico como el finado Dave Stevens, dibuja uno de los mejores Supermanes de los últimos tiempos y ensalza todos los elementos positivos y luminosos que representa el personaje.

En fin, el origen de Superman se ha convertido en una historia eterna y Johns y Frank han sabido contribuir sin grandes estridencias pero con mucha sabiduría y profesionalidad con su granito de arena que ayudará a que Superman siga fascinando a nuevas generaciones de lectores y dibujará una sonrisa en los más talluditos. Así, sí.