lunes, 19 de mayo de 2014

“Don Quijote”, de Flix.




Alemania es una gran desconocida en España en materia de tebeos resultando desconocidos hasta hace poco sus principales autores. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, algunas editoriales están empezando a mirar al país germano ofreciéndonos obras seleccionadas de algunos de los principales autores de esas tierras que nos muestran su excelente nivel. Una de las editoriales más activas en ese sentido es Dibbuks que publicó en su momento la entretenida “Hector Umbra” de Uli Oestertele a la que ha sumado hace pocos meses esta versión moderna de “Don Quijote” realizada por Felix Görmann, Flix, para su publicación originalmente en diversos periódicos locales y que ha sido reunidad en un único volumen.
Alonso Quijano es un enérgico y espigado abuelete que vive aislado en un caserón solitario con la única compañía de una gata invisible llamada Dulcinea desde el que despotrica contra el mundo mandando continuas cartas a los periódicos locales. Cuando Alonso se entera que en las llanuras de su querido Tobosow va a instalarse una central eólica se armará de valor para cabalgando en su fiel bicicleta Rocinante enfrentarse a esos nuevos molinos de viento. Tal hazaña le llevará directamente a una residencia de la que le rescatará su nieto, un chavalejo llamado Robin y fiel emulador de Batman, con el que retomará el camino de vuelta a su Tobosow local.

Alejándose de la mera adaptación contemporánea del clásico cervantino, Flix ha optado por algo más complejo, consistente en a partir de nuevas aventuras contemporáneas ideadas por él, captar la esencia de la obra magna de la Literatura española. Se puede decir que a pesar de lo ambicioso de su objetivo, Flix logra su tarea a grandes rasgos gracias a la interesante y entrañable galería de personajes que desarrolla y un estilo dinámico y fluido tributario del gran Franquin y la Escuela de Marcinelle. Flix ofrece una diversa variedad de recursos gráficos para trasladar al lector la locura de su senil protagonista a través de un elaborado artificio metalingüístico o intercalando dentro del plano “real” la realidad imaginada tal y como la perciben los protagonistas.

 Este  “Don Quijote” de Flix es una interesante y esforzada aproximación y homenaje a la obra de Cervantes que consigue a través de recursos propios del Cómic adaptar parte de la complejidad de la estructura de la novela original y puede además servir de reclamo para que más de uno retome su lectura allá donde la dejara, pero además resulta un cómic tierno y sensible en torno a las relaciones de complicidad que unen a abuelos y nietos, una aportación original del propio Flix  que dota a la historia de un aporte más de complejidad respecto al original.
Sería un error por parte del desprevenido lector caer en la comparación entre el Quijote de Cervantes y el de Flix pues más allá de la inspiración y homenaje que motivan el cómic son dos obras separadas, desarrolladas en medios distintos y con varios siglos de diferencia. Además, Flix en su cómic no se ha limitado a la mera adaptación del original cervantino sino que ha creado algo nuevo y por tanto distinto en lo que es un síntoma más de la madurez que el Cómic como medio ha alcanzando. Y solo por eso ya merecería una atenta lectura por sus aficionados.