miércoles, 7 de mayo de 2014

“Batman: Fuego Cruzado”, de Brian Azzarello, Lee Bermejo y Tim Bradstreet.




ECC Ediciones ha recopilado recientemente en un único tomo la miniserie de tres números que supuso el salto a la fama del dibujante Lee Bermejo formando equipo nada menos que con un guionista de campanillas como Brian Azzarello, acostumbrado ya a recibir las alabanzas de público y crítica con su “100 Balas”, en una historia en la que Batman se encuentra con Deathblow.,el atípico antihéroe de Wildstorm creado por Jim Lee y Brandon Choi.

A Gotham ha regresado un despiadado asesino piroquinético dispuesto a acabar con una serie de agentes del Gobierno aunque para ello tenga que quemar media ciudad. El único que parece capaz de pararle es Batman, aunque para lo cuál tenga que indagar en los turbios asuntos del gobierno para entender una historia de venganza gestada una década atrás y cuya pieza clave no es otro que Michael Cray, alías Deathblow, un agente encubierto de Operaciones Internacionales que lleva años desaparecido y cuyos intereses parecen coincidir con los del Hombre Murciélago.

En “Batman: Fuego Cruzado”, un implicado Brian Azzarello va un paso más allá de las fórmulas de promoción cruzadas, habituales en las historias de “team up” superheroicos, de las que se valen las editoriales para promocionar series  y personajes – en el momento de la publicación original de esta miniserie, DC hacía relativamente poco que había absorbido Wildstorm, la Editorial de Jim Lee, para convertirla en uno de sus sellos asociados y andaba interesada en potenciar uno de sus personajes más populares, Deathblow - desarrollando una interesante historia que Azzarello se lleva a los terrenos en los que mejor se desenvuelve, los de la intriga y el espionaje, y cuya principal originalidad estriba en que los dos protagonistas nunca acaban de encontrarse desarrollándose la historia en paralelo en dos momentos separados por diez años.

Una vez que el lector se recobra de la confusión inicial, “Fuego Cruzado” se disfruta cómo lo que es, una cuidada historia de espías con ciertos elementos superheroicos atemperados por el tratamiento hiperrealista y noir que tanto Azzarello como Bermejo saben imprimir a la historia para mantener atrapado al lector de la primera a la última página uniendo las piezas que componen el puzzle de la desordenada trama.

En el aspecto gráfico, para mí Bermejo, que hasta ese momento no era un dibujante especialmente conocido, firma uno de sus mejores trabajos con un espectacular acabado fotorrealista que se ve además potenciado por el sombrío y tenebroso tratamiento del color de Tim Bradstreet que refuerza la ambientación de la historia en una Gotham opresiva, gótica y atemporal.

En fin, “Batman: Fuego Cruzado” es una obra entretenida que se esfuerza por llevar un paso más allá las fórmulas propias de los géneros merced a un equipo creativo compenetrado y que, tras este primer trabajo conjunto, ha vuelto a colaborar con frecuencia. Merece la pena.