martes, 1 de abril de 2014

“Dieter Lumpen”, de Rubén Pellejero y Jorge Zentner.




Si hay una serie que parecía maldita y nunca íbamos a poder ver reeditada por estos lares esa era la ochentera “Las aventuras de Dieter Lumpen” del equipo formado por el dibujante español Rubén Pellejero y el guionista argentino Jorge Zentner que los más viejos del lugar descubrieron a mediados de los ochenta en la mítica revista “Cairo” o en los álbumes de Norma y otros a través de la serie en grapa de Planeta de los noventa. Por ese motivo, la alegría es doble, no solo por verla reeditada sino porque además Astiberri ha recuperado toda la serie al completo en un estupendo y único tomo integral que además está muy bien de precio tal y como están las cosas.
Dieter Lumpen es un apuesto vagabundo que vive sus aventuras a lo largo de todo el globo, desempeñando los más diversos trabajos y ayudando siempre a un amigo en apuros o una hermosa mujer. Lumpen es un antihéroe por naturaleza que ama ante todo su libertad y cuyo único objetivo en la vida es disfrutar de la existencia pero al que los problemas suelen perseguir.
Astiberri ha realizado un gran trabajo de restauración a la hora de recuperar en toda su grandeza esta maravillosa serie  clásica por la que no han pasado los años en la que Jorge Zentner emula al mejor Pratt a la hora de insuflar a sus historias ese aroma de la aventura por la aventura clásica con ciertos toques de realismo mágico  con un tratamiento que por desgracia creo que se ha perdido irremediablemente en el Cómic actual. Zentner demuestra saber manejarse a la perfección en ese difícil registro tanto en las aventuras cortas como en las tres de mayor extensión convirtiendo cada aventura en el vehículo ideal para el lucimiento de Rubén Pellejero.

Si las tramas urdidas por Zentner son estupendas el que le otorga un salto de calidad a la serie respecto a otras de similares características y la hace tan destacable es sin duda el deslumbrante acabado gráfico que le proporciona un enorme Rubén Pellejero que otorga a todas las historias la ambientación y atmósfera perfectas convirtiendo cada viñeta en una ventana a rincones exóticos en los que perderse y en la que se puede percibir el especial cuidado que puso el dibujante para documentarse en la recreación de las diversas localizaciones y construcción de unos magníficos secundarios con vida e identidad propia. Pellejero le da un acabado elegante y finísimo a las diversas historias y lleva a otra dimensión los guiones e indicaciones de Zentner alcanzando un grado de compenetración con el guionista especial.

En fin, la lectura de esta edición de “Dieter Lumpen”, para la que se ha coloreado las tres primeras historias aparecidas en blanco y negro con estupendo resultado, es obligada para todo aficionado al cómic que se precie. Un cómic que merece la pena (re)descubrir y con el que recuperar el placer de la lectura de cómics.