viernes, 21 de marzo de 2014

“Zagor. Darkwood: Año Cero”, de Moreno Burattini y Gallieno Ferri.



Aleta Ediciones ofrece una nueva historia autoconclusiva inédita de “Zagor”, otro de los personajes enseña de la italiana editorial Bonelli, el más veterano tras “Tex”,  que curiosamente es de los que cuenta con más cantidad de material editado en nuestro país a partir de una errática publicación por diversas editoriales a lo largo de las décadas que se remonta hasta los tiempos de Buru Lan. Para la reintroducción del personaje, desde Aleta han seleccionado con buen criterio para esta segunda entrega, como ya realizase para la primera“La historia de Zagor”,  una aventura que al mismo tiempo entretenida y que familiarice a los lectores con el protagonsita y su entorno indagando aún más en su  origen y pasado.

De este modo, en “Darkwood: Año Cero”, el propio Zagor narra sus amigos el origen del emblema de su pecho explicándoles cómo antes de convertirse en el mítico Za-gor-te-nay ya intentaba arbitrar los conflictos entre blancos e indios en el bosque de Darkwood tras la muerte de sus padres y su amigo Wandering Fizty. De este modo, cuando descubre que un corrupto guía está entregando a los colonos y sus colonos a los sanguinarios Delaware de Kanoxen intentará impedirlo jugándose su propia vida, lo que le llevará a conocer a la mística Shyer y que su destino está fijado por una arcana leyenda en torno al eterno enfrentamiento entre el Bien y el Mal.

Darkwood: Año Cero” es una más correcta y entretenida muestra de cómic de género en la que Moreno Burattini, partiendo de los datos que ya se conocían previamente respecto al pasado de Zagor, rellena astutamente los huecos con una trama del Oeste arquetípica de la serie en la que incorpora sin exagerar elementos fantásticos y mágicos con aceptables resultados.

Gallieno Ferri no es un dibujante espectacular pero sí que es un dibujante que conoce perfectamente su oficio y el género por lo que cumple sobradamente a la hora de trasladar al dibujo el guión ideado por Burattini en una trama sencilla, que no por ello deja de resultar entretenida y agradable para todos aquellos que disfruten con los Western.

En fin, poco a poco la leyenda de Za-gor-te-nay vuelve a resurgir en España con una apuesta por una fórmula de género que ya no se practica en ningún sitio salvo quizás en Italia y es de esperar que si estas primeras entregas cuentan con el respaldo de los aficionados y, conocido ya el origen del personaje, Aleta prosiga seleccionando  las mejores historias del personaje a lo largo de sus más de cuarenta años de existencia. Material hay de sobra.