miércoles, 29 de enero de 2014

“Simon Dark 2: ¡La plaga del demonio!”, de Steve Niles y Scott Hampton.




Ya escribí por aquí con entusiasmo de la primera entrega de esta serie, que ha publicado ECC completa en tres volúmenes, y me preguntaba las razones que habían llevado a una serie con tan buenos elementos a ser cancelada en su número 18 en Estados Unidos. Tras leer esta segunda entrega, que va de los números 7 a 12, aunque la historia continua resultando entretenida uno empiece a sospechar las razones que provocaron el cierre de la serie. Os cuento.

En Gotham se ha desatado una misteriosa epidemia sobrenatural que transforma a pacíficos ciudadanos en monstruos dispuestos a acabar con sus conciudadanos sembrando el terror y el caos por toda la ciudad. El misterioso Simon Dark y sus aliados han conectado los disturbios sobrenaturales con los misteriosos planes de la poderosa secta satánica a la que se enfrentan y que prepara el advenimiento del Infierno en la Tierra, pero para poder detenerlos, el confundido Dark tendrá que introducirse en la peligrosa sancta santorum y de los demonios y enfrentarse a su misterioso y poderoso líder en las sombras.

Niles durante los primeros números de esta entrega mantiene el pulso de la serie y nos sumerge en una vorágine de terror urbano en la que se mueve como pez en el agua a la que ha de enfrentarse  un Simon Dark que ha mutado del confuso y desvalido antihéroe que conocimos en un seguro y poderoso héroe de acción de ideas muy clara gracias a los nuevos poderes que ha adquirido. Quizás esa brusca y poco elaborada evolución del personaje junto a la errática y confusa conclusión de la saga provoca que algunas de las potenciales posibilidades que se adivinaban al nuevo personaje hayan sido cercenadas por Niles sin demasiada explicación en la que es una nueva demostración más de sus limitaciones como guionista. Con todo, Niles lleva la historia al género –el terror- en que mejor se maneja y le da un socorrido acabado lovecraftiano a los enemigos de Dark que permiten que la historia siga manteniendo el interés aunque vaya de más a menos.


Fundamental es la labor gráfica de un Scott Hampton que sigue demostrando ser el dibujante idóneo para esta serie con su tenebroso y expresivo estilo capaz de crear opresivas atmósferas primigenias que perfectamente se ajustan a la historia ideada por Niles y unos espantajos directamente inspirados en los famosos Mitos de Cthulthu y el Terror clásico más convencional.  Hampton, conforme más errática se acaba volviendo la conclusión de la historia, con su tratamiento de las situaciones es el que consigue salvar en buena medida el tebeo  vistas las cada vez más evidentes limitaciones de Niles.
 

En fin,  “Simon Dark: ¡ La Plaga del Demonio!” es una historia que va de más a menos pero que aún resulta lo suficientemente interesante para mantener el interés por la conclusión de la historia en la que el irregular Niles nos desvelará por fin los últimos misterios en torno al origen de su protagonista. Ojalá que la serie recupere el bache y su conclusión esté a la altura de lo que prometía en sus inicios.