miércoles, 22 de enero de 2014

“La liga de los Caballeros Extraordinarios. Nemo: Corazón de Hielo”, de Alan Moore y Kevin O’Neill.




Hace ya tiempo que el hastiado Alan Moore ha anunciado que solo piensa seguir vinculado al Cómic publicando nuevo material del universo de prestado que creó junto a su amigo Kevin O’Neill en  “La Liga de los Caballeros Extraordinarios”. Fiel a su promesa nos ofrece nuevo material en forma de spin off a través de este  “Nemo: Corazón de Hielo”, que acaba de publicar Planeta en España, un único prestigio autoconclusivo en el que se nos narran las aventuras de Janni Dakar, la hiija del Capitán Nemo.

Es 1925 y Janni Dakar, la capitana del Nautilus y su alegre tripulación, acaban de dar un buen golpe robando las joyas de Ayesha cuando esta se encontraba bajo la protección del célebre magnate norteamericano  C.F. Kane. Cansada de su vida de aventuras, Janni pretende llevar a cabo un verdadero reto que la permita triunfar allá donde su padre fracasó explorar la última frontera del Polo Sur. Janni acompañada por un grupo de selectos esforzados de su tripulación inicia una expedición que la llevará hasta las Montañas de la Locura y sus misterios. Mientras tanto, Kane no se ha quedado de brazos cruzados y ha enviado tras los pasos de la hija de Nemo una expedición formada por los mejores inventores norteamericanos para acabar con ella y congraciarse con su reina africana.

Moore aplica su fórmula mágica y vuelve a ofrecernos un estupendo pastiche en el que mezclando las referencias de diversa índole de la cultura popular nos ofrece una historia original en las que usando como pretexto un motivo clásico de la Exploración como es el de la Carrera hacia el Polo Sur protagonizada por Amudsen y Scott para enfrentar las creaciones clásicas propias de la Ficción europea obras de Julio Verne o Melville con las boyantes inventores locos propios del Pulp norteamericanas de Edward Stratemeyer en un escenario prestado de las novelas de H.P. Lovecraft o Edgard Allan Poe. Moore desarrolla una historia atractiva, llena de guiños y referencias como no puede ser de otro modo que van desde la “Ayesha”, de H. Rider Haggard o el “Ciudadano Kane” de Orson Welles a otras tan desconcertantes como Dartacan y se lee con agrado, aunque también es cierto que la serie sufre el desgaste y Moore cada vez es más críptico y rebuscado en su juego.

Donde la obra no desmerece y para mí continua siendo suficiente motivo para justificar la lectura de la nueva entrega –si no fuese suficiente motivo la firma de Moore, claro-  es en el exquisito acabado de un Kevin O’Neill que nos sorprende en cada página y retrata con su particular estilo las diversas criaturas y creaciones que toma “prestadas” Moore. O’Neill reinterpreta estupendamente esos personajes clásicos y los hace suyos gracias a su particular e inimitable estilo, logrando que disfrutemos de la primera a la última página.

En fin, si es cierto que Moore solo va a continuar con la expansión de esta serie –no creo, ya se le pasará- tendremos que conformarnos y seguir disfrutando de su talento con  este divertido homenaje a los grandes de la Ficción y el pastiche.