lunes, 20 de enero de 2014

“Estado de Caos”, de Mat Johnson y Andrea Mutti.






ECC Ediciones propone en “Estado de Caos” un voluntarioso cómic de intriga política publicado en la línea Vertigo que a pesar de las buenas intenciones del  equipo creativo formado por el guionista Mat Johnson y el dibujante italiano Andrea Mutti no acaba de desarrollar en mi opinión plenamente todas las posibilidades que el potencial de la historia planteada permitiría.
En un futuro cercano, EEUU está inmerso en una reñida campaña electoral entre los dos grandes partidos  de la que puede salir reelegido el segundo presidente negro de su historia. Cuando los servicios secretos detectan la preparación de un atentado por parte de un grupo de extremistas nacionalistas, la única solución para desbaratar sus planes es recurrir a Ted Akes, un antiguo héroe de guerra convertido en comentarista político conservador y  defensor de los derechos de los Veteranos. De este modo, Akers casi por accidente acabará infiltrado en una organización con la que siente más de un punto de conexión y quedará hechizado por el magnetismo de su líder hasta el punto de replantearse la misión y dudar si  permitir que Estados Unidos se someta a un Estado de Caos.

Mat Johnson el guionista de “Estado de Caos” (muy libre traducción del título original Right State, por cierto) plantea un ambicioso y retorcido thriller político cuyo puntos fuertes son el acertado escenario realista a partir del que se desarrolla la trama, inspirado en las tensiones existentes en la atomizada sociedad norteamericana y sus peculiaridades presentando a un hipotético grupo extremista de puritanos nacionalistas norteamericanos como el elemento galvanizador para provocar un vuelco de poder y el conflicto interno del protagonista quién debe desbaratar los planes de aquellos con los que realmente simpatiza traicionándolos.

Sin embargo, ese  potencial que a priori tiene el atractivo planteamiento de Johnson acaba por desperdiciarlo con un pobre desarrollo no logrando nunca de construir situaciones ni giros de guión que logren el grado de tensión dramática e intensidad que la historia precisaría y acabando por refugiarse constantemente en la explotación de los tópicos y convenciones más manidos del género con lo que al lector avezado  le costará desembarazarse de la sensación de ya leído e identificará rápidamente los referentes de la predecible historia.
 Johnson, quizás como consecuencia de su inexperiencia en el medio, no acaba de desplegar todo el potencial de recursos que el Cómic le permitiría y acaba convirtiendo la historia con pretensiones de convertirse en la versión comiqueril de “Libra” de Don DeLillo en un precipitado entretenimiento tributario de series televisivas de series como “24” y “Homeland”.

No toda la responsabilidad de los defectos del cómic son de Johnson sino que buena parte de ellos corresponde al impersonal dibujo de Andrea Mutti, un dibujante todoterreno que no acaba de involucrarse aparentemente demasiado en la historia y cuya confusa narrativa y caracterización de los personajes añadido a su mortecino tratamiento del blanco y negro saturado de grises acaba pasando factura al conjunto del cómic.
En fin, creo que “Estado de Caos” es un cómic con los suficientes elementos como para haber dado mucho más de sí, sin embargo sus autores no han sabido o querido sacar el máximo partido al potencial que la historia  ofrecía. Una pena.