lunes, 13 de enero de 2014

“Jeremiah Integral 3: “Afroamerica”, “Las aguas de la ira” y “El infierno del payaso”, de Hermann.



Planeta continua con la reedición de la estupenda “Jeremiah” y ha llegado al tercer integral que recopila los álbumes séptimo a noveno de la serie – “Afroamerica”, “Las aguas de la ira” y "El invierno del payaso “(traducido como "Un invierno infernal”) - publicados a primeros de los ochenta en los que un Hermann en plena madurez creativa derrocha talento a raudales con algunos de los que quizás sean los mejores álbumes de la serie y de los mejores trabajos de su carrera.

En la primera de las aventuras, “Afroamerica”, Jeremiah y Kurdy se ven envueltos en medio de las disputas de dos bandos enrocados en sus odios raciales y Jeremiah tendrá que parar el conflicto si quiere evitar la ejecución de sus amigos y que los conspiradores de ambos bandos que promueven el enfrentamiento se salgan con la suya; en “Las aguas de las ira” aparece en escena Lena una rica heredera a la que el temerario de Kurdy se le ocurre secuestrar y esconder en un pantano en el que se cobija una extraña tribu de hombres rana, teniendo Jeremiah que convencer a su amigo que libere a la chica; en “Un invierno infernal", Jeremiah y Lena que han iniciado una relación se ven atrapados en medio del gélido invierno en un barco varado habitado por unos sádicos freaks y deberán luchar por su vida para lograr escapar de su prisión.

Para mí Hermann en este integral y especialmente en los álbumes “Afroamerica” y “Un invierno infernal”, alcanza uno de sus picos creativos aunando a la perfección forma y contenido en una narración compleja y exigente. En “Afroamerica”, mi título preferido de toda la serie, Hermann inicia un tour de force para el lector desarrollando una trama que va creciendo en complejidad y que se convierte en un  alegato antirracista lleno de implícitos simbolismos forzando, en lo que es una característica esencial de la serie y su carrera, las convenciones del género para plasmar sus propios intereses.

Esa rebeldía e innovación frente a las formulas preestablecidas se nota especialmente en “Las aguas de la ira” en la que Kurdy, el inseparable compañero de Jeremiah que desde siempre ha tenido su importante cuota de protagonismo, se rebela frente al protagonista en una disputa entre ambos personajes llevando la iniciativa durante todo el álbum, quedando una vez patente la habilidad con que Hermann maneja las situaciones y los diversos elementos para reflejar con ironía la controversia entre los dos amigos.

Por último, “Un invierno infernal”, que el propio Hermann señala en el sucinto comentario introductorio del propio autor a cada uno de los álbumes que es su álbum preferido de la serie, deja en evidencia la habilidad del autor para jugar con las atmósferas y situaciones haciendo de la intensa sensación de frío un componente mas que explotar para intensificar la claustrofóbica trama que plantea, jugando con elementos de terror psicológico que le sitúan a medio camino de los discursos de Todd Browning y Polanski.

En el aspecto gráfico, la libertad de Hermann es absoluta y en el momento de publicación original de estos álbumes a principio de los ochenta le colocaban en la vanguardia del cómic de género. En estos álbumes, Hermann explora elementos y composiciones que se volverán constantes en su carrera desde la belleza de los fieros y mortales guepardos a la maldad grotesca y retorcida de los feos freaks construyendo a partir de los elementos que le apetece dibujar estas excelentes historias que resisten estupendamente el paso de los años.

Hermann logró, a posteriori, en pocas ocasiones resultados tan notables como en estas tres entregas de “Jeremiah”, tres álbumes redondos e e imprescindibles para los admiradores del autor belga. Esperemos que Planeta prosiga pronto con la recuperación de esta excelente serie.