jueves, 26 de diciembre de 2013

“Vampir”, de Joann Sfar.

 


Fulgencio Pimentel se apunta un buen tanto apostando por el “Grand Vampir” del francés Joann Sfar publicando en un cuidado integral los cuatro primeros álbumes – los dos primeros que ya editara hace años Sins Entido junto a otros dos más inéditos en España- de la serie bajo el título de “Vampir” y prometiendo completar la serie con un futuro díptico que aparecerá en 2014 con los dos últimos álbumes.
En estas historias, Sfar nos cuenta las aventuras y desventuras de Fernand, un nosferatu romántico y melancólico que vive en un ruinoso castillo lituano, mostrándonos su incesante búsqueda del amor a través de sus devaneos con mortales y vampiras y sua fluctuantes relaciones con Lio, una mandrágora algo casquivana de la está perdidamente enamorado, y Aspirina, una eternamente adolescente nomuerta que le ama con locura pero por la que Fernand no se siente especialmente atraído.

Si algo ha demostrado a lo largo de su ya dilatada obra Joann Sfar es la capacidad para involucrar a los lectores en sus ricos universos personales, muchos de los cuáles de un modo u otro se intercomunican, y de los que el autor se vale para reinterpretar los géneros, subvirtiéndolos en su propio interés para la exploración de sus propias constantes temáticas y personales.

 Un buen ejemplo de esto, es esta deliciosa serie en la que la ambientación terrorífica es una mera caracterización para ofrecer un acercamiento costumbrista a los problemas sentimentales del protagonista - Fernand no deja de ser un trasunto del propio autor- y sus monstruosos amigos, personajes que deambulan de un lado para otro enamorados de la idea del  amor que solo disfrutan en contados momentos.
Sfar a lo largo de estos cuatro álbumes no decae en su capacidad para construir alrededor de Fernand, un amable nosferatu existencialista en la estética de la más siniestra creación de Murnauy del triángulo amoroso principal un rico elenco de personajes interrelacionados que dota a la serie de una coralidad deliciosa y que permite al autor explotar con éxito las formulas de las sitcom de enredo potenciada por su imaginación desbordante y su firme voluntad en  que no haya reglas prestablecidas más allá de sorprender al lector con su constante trasgresión de las convenciones de género.

Por otro lado, Sfar se permite incluso incorporar el cameo de otra de sus creaciones como es “Profesor Bell” ,mezclando en una loca aventura a los personajes de estas dos series en las que refleja su amor juvenil por el pastiche decimonónico y el Terror gótico, e introduce constantes guiños y homenajes a diversos autores y personajes en sus viñetas.

Sfar saca el máximo partido a su expresivo y nervioso estilo que potencia con un primoroso tratamiento del color que dota a la serie de un aire onírico e irreal y una composición clásica de seis viñetas por página que prácticamente mantiene inalterada a lo largo de toda la serie y con la que se asegura  mantener la atención del lector en la narración.

En fin, “Vampir” es una estupenda muestra de la habilidad creativa y alegórica de Sfar, quien a través de sus entrañables monstruos nos hará reflexionar de una manera inteligente, original y divertida sobre nuestras propias inseguridades y miedos a la hora de acometer las relaciones sentimentales. Excelente.