lunes, 16 de diciembre de 2013

“Fashion Beast”, de Antony Johnston, Facundo Percio y Alan Moore.




El réclamo del nombre de Alan Moore todavía es un valor comercial seguro, difícilmente resistible para los aficionados al Cómic, e incluso para los ajenos al mundillo gracias al éxito de sus fallidas adaptaciones cinematográficas. Un gancho comercial que de un tiempo a esta parte está siendo explotado por el propio Moore a través de la editorial Avatar en la que está publicando, directamente o a través de otros autores, las adaptaciones al cómics de diversos experimentos y trabajos que Moore ha realizado en otros ámbitos

. De este modo, hemos visto publicadas en los últimos tiempos adaptaciones de cuestionable interés de sus poemas o de sus obras de teatro y ahora le ha tocado el turno a “Fashion Beast” el mítico guión cinematográfico que el legendario y polifacético agente de los Sex Pistols, Malcolm McLaren, le encargara hace treinta años y que nunca llegara a fructificar en una película. Ahora, ese guión con la connivencia del huraño Moore ha sido adaptado al cómic en una serie limitada de 10 números que Panini ha presentado en España en un único tomo, por dos fijos de Avatar, Anthony Johnston, guionista que ya ha adaptado otros trabajos previos de Moore para esta editorial, y Facundo Percio, dibujante argentino que ya se encargase de la “Anna Mercury” de Warren Ellis de la misma Avatar.

En una sociedad en decadencia y tensión prebélica a la espera de una inminente guerra nuclear la gente busca el escapismo a sus problemas en la música y la moda en la que el misterioso Celestine desde las tinieblas de su taller de modas impone las reglas de la elegancia y el buen gusto. Por ese motivo, cuando Celestine convoca un pase para elegir a la modelo de su nueva colección, cientos de desesperados pugnarán por el codiciado puesto. 

Sin embargo, Muñeca, una andrógina y ambigua guardarropas que acaba de perder su empleo, será la elegida para convertirse en la nueva musa del esquivo maestro. Muñeca, que mantiene una intensa relación de amor y odio con Tomboy, un talentoso y joven diseñador que trabaja en el taller de Celestine, irá descubriendo progresivamente los oscuros y atormentados secretos que se esconden bajo el glamour decadente de los diseños de Celestine

“Fashion Beast” nace con la idea de ser una especie de reverso oscuro a los cuentos de hadas en los que la pequeña e inocente pobretona alcanza el mundo de la fama gracias a su belleza y su bondad desarrollada bajo el envoltorio de una ucronía pesimista y crítica que denuncia y satiriza el artificio y frivolidad asociado al mundo de la moda.

 A pesar de las décadas transcurridas desde su origen, “Fashion Beast” transmite bastante bien su mensaje y bajo ese hálito clásico y melodramático, la fábula bebe directamente de iconos folklóricos románticos como “El fantasma de la ópera” y cierta grandilocuencia operística (a mí me da que McLaren y Moore debían tener en mente un musical. Por otro lado, Moore incorpora muchos de sus elementos característicos, como el Simetrismo, el Tarot, o los Cambios de Ciclo y una ambientación de decadencia social y cultural en la que contextualiza su reivindicación.

En el aspecto gráfico, el argentino Facundo Percio es un dibujante que me recuerda mucho a Steve Dillon  retrata perfectamente la ambigüedad sexual de los principales personajes y, aunque sus formas son un tanto hieráticas y rígidas y sus rígidas composiciones carecen de fluidez se puede considerar que hace un buen trabajo trasladando las indicaciones del guión cinematográfico a viñetas sin complicarse demasiado la vida y con oficio aunque sin brillantez saca adelante la rica trama. Lo mejor para mí más que el tratamiento de los personajes protagonistas que hace Percio son los atisbos que de la atractiva sociedad streampunk en la que se desarrolla la historia..

“Fashion Beast” no deja e ser un cómic interesante pero he de decir que hubiera preferido que hubiese sido el propio Moore el que tomara las riendas de su adaptación porque seguramente de esa manera toda la carga crítica de la historia habría sido presentada de una manera más elegante y refinada, sin quedar como ocurre con este equipo creativo los conceptos meramente esbozados y sin pulir.

Que nadie se engañe, yo no sé si “Fashion Beast” hubiera resultado una buena película si hubiera conseguido la financiación de la que careció, pero el cómic que construyen Johnston y Percio es en realidad un  protomooore, una historia en que su huella está muy presente y que cuenta con muchas de las brillantes e inspiradoras ideas del mejor Moore de los ochenta pero que carece del refinamiento formal de los mejores cómics del de Northampton. Aun así, Johnston y Percio cumplen los mínimos construyendo una historia sin brillo pero que se deja leer con interés merced a la calidad de la materia prima con la que trabaja. “Fashion Beast” está por encima de la media general de lo que se publica, pero alejada de los mejores trabajos de Moore.