lunes, 28 de octubre de 2013

“La instantánea”, de Andy Diggle y Jock.





Planeta publica La instantánea”, el primer cómic independiente del equipo formado por el guionista  Andy Diggle y el dibujante Jock, una asociación que no es nueva y se cimentó en “Los Perdedores”, una de las series Vertigo más entretenidas de la pasada década. Se podía esperar que al tratarse "La instantánea" del primer trabajo en el que tienen el control total, la implicación de ambos sería máxima y acabaría redundando en la excelencia del producto final pero mucho me temo que no ha sido así.

Jake es un chaval que, camino a su curro en una tienda de cómics, se encuentra tirado en el parque un móvil de última generación. Jake se lo queda y descubre que en el móvil aparecen las fotografías del asesinato de un tipo al que le falta el meñique. Tras acudir a la policía, Jake se verá inmerso en una conspiración de envergadura internacional en la que está en juego algo más que su propia vida.

Diggle adapta una antigua idea para un guión cinematográfico desechado en un cómic de suspense que preparó junto a su amigo Jock en los ratitos libres que les quedaban entre encargo y encargo. Esa falta de continuidad se acaba notando en una historia de misterio y suspense contemporánea que parte de un atractivo planteamiento  que intenta actualizar algunos elementos hitchcockianos clásicos en una historia de falsos crímenes y falsos culpables acosados por un asesino en serie. Sin embargo, la historia se va desinflando desde el principio ante la incapacidad de Diggle de mantener el rompecabezas y la atmósfera de una historia confusa que acaba encontrando en el socorrido recurso de la acción trepidante la fácil solución para finiquitar una historia cada vez más absurda.

En realidad, el principal atractivo de este cómic es poder disfrutar del siempre interesante Jock quién, sin estar a la altura de sus mejores trabajos, sí que consigue con su agresiva y minimalista interpretación del blanco y negro destacar especialmente en la resolución de las secuencias de acción a las que imprime un ritmo trepidante alterando la composición de página.

En fin, “La instantánea” es un thriller bastante irregular y precipitado que demuestra que no solo basta con una buena idea para componer un buen tebeo sino que además es necesaria la implicación  total de sus autores para pulirla al máximo  antes de presentarla al gran público. Pobre, muy pobre.