martes, 17 de septiembre de 2013

“Wonder Woman 4”, de Brian Azzarello, Cliff Chiang y Tony Akins.




Creo que de todas las series que sigo de la línea que ha venido a llamarse NUDC la que más me está gustando con bastante diferencia es esta de “Wonder Woman” de Brian AzzarelloCliff Chiang y Tony Akins. Y es que la reinterpretación icónica del personaje destila frescura y buen hacer en cada nueva entrega ganando incluso en interés conforme la trama avanza. La última entrada que he leído, la cuarta de la edición de ECC Ediciones que incluye el número cero y del 13 al 15 de la edición norteamericana, no hace más que reafirmarme esa impresión.

Tras su aventura en el Hades, Diana se prepara para iniciar la búsqueda del hijo de Zeus y Zola para lo que busca la ayuda de los otros semidioses que el Señor del Olimpo tuvo a lo largo del siglo XX, aunque al hacerse cargo de una Hera que ha quedado reducida a su condición mortal provocará el recelo de algunos de ellos. Mientras, Apolo en el nuevo Olimpo que gobierna, ha reunido a los dioses más poderosos vástagos de Zeus para hacerles participes de una profecía que le pone en peligro al tiempo que el poderoso Orión ha llegado a la Tierra para hacer frente a un peligro que ha despertado y pone en peligro hasta a los Nuevos Dioses.

Azzarello y Chiang han sabido replantear con habilidad todo un icono de DC como es Wonder Woman sin renunciar a ninguno de los diversos aspectos de su personalidad en esta nueva versión. Si en un primer ciclo Azzarello ha ido regenerando el panteón olímpico con el que está habituada a convivir Diana, en esta nueva entrega va incorporando nuevos personajes como los hijos bastardos de Zeus con los que Diana intenta aliarse y empieza a interactuar con otros personajes del Universo DC a los que habíamos perdido la pista en el NUDC como es el caso de Orión y los Nuevos Dioses creados por Kirby. La trama avanza despacio pero sin pausa manteniendo Azzarello el tono de aventura juvenil y el comedimiento respecto a sus excesos habituales, dosificando la intriga número a número.

Sin duda el buen hacer de Azzarello no luciría tanto sin el gran dibujo de Cliff Chiang y Tony Akins, quienes van relevándose sin que la serie se resienta, practicando un estilo que alejado del hiperrealismo habitual en el género apuesta por un dibujo de trazo amable e influencias manga e indie que acaban amoldándose a la perfección a la historia. Chiang demuestra con su cuidada narración y su original representación de los diversos personajes como es posible desarrollar un buen cómic de superhéroes alejándose del canon de espectacularidad hiperrealista o hiperbólica que se ha apoderado de buena parte del maisntream desde los noventa. Mención aparte me gustaría hacer de la deliciosa aventura conclusiva del  Wonder Woman 0 que abre el volumen een el que una joven Diana adiestrada en secreto por Ares se enfrenta al minotauro y en el que Chiang adaptando las formas de los comic book clásicos para ofrecer una estupenda historia autoconclusiva con regusto retro.

En fin, la “Wonder Woman” de Azzarello y Chiang sigue su curso sin altibajos y mejorando si cabe con los conceptos ya presentados y asentados una historia que juega con los mitos clásicos griegos con acierto.