lunes, 9 de septiembre de 2013

“FF”, de Matt Fraction y Michael y Laura Allred.



Parece que hay una premisa clara en la Marvel actual, reinventada por enésima vez bajo la marca Marvel Now  que consiste en no dejar por no dejar de otorgar posibilidades a ningún personaje, por secundario o terciario que haya sido su carrera hasta el momento a lo largo de los años.
De este modo junto a los habituales iconos con tirón comercial y los carismáticos secundarios que han servido de argamasa del universo marvelita y que se reservan para las cabeceras principales en las que se desarrollan los megaeventos y los argumentos más ortódoxos y cinematográficamente asumibles, se les han unido, juntos pero no revueltos, los personajes más variopintos y marginales en experimentos desarrollados en series paralelas a las cabeceras de las franquicias que están aportando frescura y creatividad a Marvel como hacia décadas que no vivía gracias a talentosos equipos creativos con libertad para arriesgar e inventar sin poner en demasiado peligro los planes maestros de la Casa de las Ideas que pueden cancelarlos sin problemas en cuanto las ventas no acompañen. Sin embargo, gracias a esta fórmula podemos disfrutar de series tan divertidas como “Lobezno y la Patrulla X” o su serie paralela en cuanto a concepción dentro de la línea dedicada a los 4 Fantásticos, “FF” a cargo de Matt Fraction al guión y Michael Allred al dibujo, del que Panini acaba de publicar en un tomo unitario los ocho primeros números.

En esta serie paralela bajo el título genérico de “FF” se narran las aventuras entrelazadas de los alumnos de Fundación Futuro, la Escuela de jóvenes extraordinarios que se ha ido formando en el Edificio Baxter alrededor de los 4F durante la larga etapa de Hickman, y el grupo de 4 Fantásticos que ha quedado de guardia formado por personajes satélites de los personajes principales formado cuando el grupo originario parte a una épica misión en los límites de la realidad que se alarga más de lo programado. Los nuevos 4F, todos viejos conocidos de la serie e incluso algunos miembros del grupo en anteriores etapas, bregarán con las amenazas supervillanas que van surgiendo, curiosamente las mismas que aparecían en los primeros números de la serie original en los míticos inicios de Stan Lee y Jack Kirby, mientras van conociendo e interactuando con la extraordinaria muchachada.

A estas alturas de la fiesta, Matt Fraction, un guionista poco brillante en la mayor parte de las ocasiones pero que cuenta con la cualidad de ser capaz de sacar adelante cualquier encargo a ojos del editor de turno, y que ha trabajado ya con la mayor parte de los personajes y pasado por todas las franquicas que conforman el Universo Marvel ha demostrado su versatilidad tanto para ceñirse a la ortodoxia prefijada del megaevento de turno como darse cuenta que su rol es secundario y permitir el brillo del talentoso dibujante de turno y beneficiarse de la misma como le viene ocurriendo con su buen entendimiento con el multipremiado David Aja.

En “FF” se adapta a ese segundo rol a la perfección para dejar que sea el carismático Michael Allred el que destaque con su apabullante estilo pop que rápidamente otorga unas señas de identidad propias identificables y únicas a cualquier proyecto en que se embarque. Allred, aunque quizás no sea santo de la devoción de todos, es el heredero directo de una manera original y brillante de entender el dibujo de superhéroes en el que tiene más importancia la vivacidad y dinamismo de las formas, la explosividad cinética de trazo y la originalidad compositiva que la figuración y la espectacularidad hueca a la que ha derivado buena parte del medio.

Allred ha sabido aglutinar y reinterpretar como nadie el sentido de la maravilla kirbiano y su efervescencia creativa envidiada por el Pop Art de salón  con los colores brillantes, planos y chillones propios de la escuela pictórica de ese Movimiento y que su esposa Laura en esta serie aplica con gusto y sabiduría. El resultado es una lectura brillante, fresca y divertida en la que Allred se aleja de los recursos más habituales en la narración gráfica de los superhéroes para intentar sorprender por vías diversas a los lectores y ampliar a sus ojos las posibilidades del medio.
En cuanto a las tramas, Fraction consigue sin renunciar a los indispensables enfrentamientos con supervillanos que estas tengan un carácter secundario frente al componente naif, frívolo y divertido con el que se articula la interrelación entre los personajes, pasando de puntillas por los elementos más dramáticos para apostar por un tratamiento ligero y fresco que no encorsete el torrente de creatividad gráfica de Allred.

En fin, “FF” empieza con muy buen pie como un primoroso ejercicio de estilo y homenaje a “Los 4 Fantásticos” clásicos, apostando por convertirse, como Alicia,  a través del espejo en su reflejo distorsionado contemporáneo a través de los ojos de un inspirado equipo creativo. Esperemos que la serie en las próximas entregas no se resienta mucho tras la marcha de Fraction, parece que los Allred afortunadamente continúan, pues estamos ante el que para mí es su mejor trabajo hasta la fecha. Seguiré informando.