viernes, 19 de julio de 2013

“Antes de Watchmen: Espectro de Seda”, de Darwyn Cooke y Amanda Conner.



Siguiendo con el análisis de las distintas obras que ha dejado la línea “Antes de Watchmen”, editada en España por ECC, le toca el turno a la miniserie de cuatro números protagonizada por Espectro de Seda, guionizada por el canadiense Darwyn Cooke y dibujada por Amanda Conner quienes logran la obra más fresca y original de toda la línea sin necesidad de subvertir las premisas ni las ideas sobre el personaje ideadas por Moore y Gibbons en la obra original.

Estamos en la década de los sesenta y la joven Laurie Júpiter vive aislada bajo la férrea vigilancia de su madre, la Espectro de Seda original que la prepara para tomar su relevo superheroico. Cuando la ingenua conoce al joven Greg surge el amor y juntos escaparán a la efervescente San Francisco que el movimiento Hippy ha convertido en su capital.  En Frisco, Sally conocerá el amor libre, la psicodelia y las drogas al tiempo que madurará como persona e iniciará su carrera como superheroina enfrentada con los poderes fácticos que pretenden subvertir y aprovecharse de la Revolución Contracultural.

Muchas veces se ha puesto en duda la habilidad como guionista de Cooke destacando su brillantez gráfica de su obra y lmitándolo como escritor a considerarlo un excelente revisionista aunque escaso de originalidad. Sin embargo, en esta miniserie Cooke opta por el riesgo de alejarse del guión prestablecido y los canones fijados por Moore  para rellenar al origen de Espectro de Seda y construir una historia muy diferente en tono y estilo a "Watchmen" centrada en los inicios de la carrera superheroica de la protagonista que acaba convirtiéndose en un homenaje a la revolucionaria década de los sesenta.

 Alejándose del tono sombrío, pesimista  y crepuscular de “Watchmen”, Cooke ofrece una obra optimista en la que el power pop, la luz y el optimismo se muestran usando como vehículo a una Espectro de Seda encantadoramente joven y  rebelde alejada del personaje secundario, amargado y marginal expuesto por Moore y Gibbons

A pesar de ello, Cooke se cuida muy mucho de contradecir en su descripción de los personajes a las ideas plasmadas en “Watchmen” al tiempo que construye una entretenida y delirante trama pop plagada de homenajes y referencias a la década que van desde los Beatles, Sinatra o Jim Morrison a la generación Beat.

Si la trama ideada por Cooke resulta fresca e inteligente, su efectividad se multiplica gracias al magnífico trabajo gráfico realizado por una Amanda Conner con la que logra una magnífica compenetración. Conner, con un estilo gráfico alegre, colorido y ecléctico  que se referencia en autores tan variados que van de Bob Montana hasta Joe Kubert, ha consolidado un estilo propio al que además incorpora en esta obra detalles de otros dibujantes que han tratado el tema de psicodelia y la cultura pop en su obra como Michael Allred en su rompedor “Red Rocket 7 o el mismo Kevin O’Neill quién ya se acercó a este período en “La Liga de los Caballeros Extraordinarios 1969” (con lo que la referencia a la obra de Moore sería por partida doble).
 Conner incorpora con bastante arte toda esta imaginería a la exigente composición de nueve viñetas de páginas que es uno de los santos y seña de la serie original al tiempo que da una vuelta de tuerca a la obra plagándola de referencias culturales – de la Furgoneta Misteriosa de Scooby Doo al "Grito" de Munch- más o menos evidentes y usando de la versatilidad y plasticidad de su estilo y la variedad de sus recursos gráficos para reflejar con habilidad los cambios de ánimo y sentimientos de su protagonista localizada en una alocada e ingenua pero fascinante interpretación de la efervescencia cultural de la San Francisco de los sesenta junto a  las pelís clásicas de 007, la Blaxploitation y la serie telefvisiva de Batman de Adam West .
En fin, “Antes de Watchmen: Espectro de Seda” seguramente ha sido la gran tapada de la línea. La obra qué mejor ha sabido interpretar la originalidad y el riesgo intrínseco a  “Watchmen”en los ochenta  para a partir de su materia prima ofrecer una obra ambiciosa, inteligente y deliciosamente entretenida gracias a una sencilla pero eficaz trama ideada por Cooke y el desparpajo y virtuosismo gráfico demostrado por Conner. Si tuviese que destacar una obra sobre el resto de todas las que conforman la línea elegiría esta.