lunes, 17 de junio de 2013

“Shield”, de Jonathan Hickman y Dustin Weaver.


Presumo que la obra más estimulante y por la que menos será recordado Jonathan Hickman a lo largo de su etapa en Marvel serán las dos miniseries de "Shield", que ha dedicado a explicar el origen de la organización de Espías del Universo Marvel por excelencia y que haya realizado junto al dibujante Dustin Weaver, y que en España ha publicado Panini en once grapas a lo largo de un par de años a la espera de una hipotética conclusión sin fecha todavia prevista, vista la cada vez más apretada agenda del guionista y la exasperante lentitud del dibujante.

¿Y si Shield, la organización mundial de espionaje liderada por Nick Furia tuviera un origen mucho más oscuro y remoto del que imaginemos?¿Y si se remontara al antiguo Egipto de los faraones y a la misma han pertenecido a lo largo de la Historia miembros tan insignes como Nostradamus, Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Isaac Newton o Nicola Tesla? ¿Y si la organización ha velado oculta velando por el futuro del hombre a pesar de sus propias luchas internas? ¿Se puede escribir un tebeo sobre Shield sin contar con Nick Furia? Hickman a lo largo de los once números de la serie responde a todas esas preguntas y deja pendientes algunas más.

Resulta fascinante como Hickman es capaz de reinventar un concepto tan asentado dentro del Universo Marvel haciéndolo evolucionar hasta convertirlo en una de las ideas con más posibilidades de desarrollo que han surgido en la Editorial en años. Y es que Hickman no solo incorpora  a la historia sus temáticas favoritas tratadas ya de algún modo u otro en sus cómics –las sociedades secretas y las conspiraciones, los viajes en el tiempo, la reinterpretación de personajes históricos o la Física Cuántica…–  en un totum revolotum que enganchará a nuevos lectores sino que además es capaz de implementar multitud de hechos novedosos en la continuidad del Universo Marvel sin que esta se resienta contentando a los aficionados más veteranos al tiempo que deja la puerta abierta para seguir enriqueciendo la historia de múltiples maneras tal y como demostró con las pequeñas historias dibujadas por Nick Pitarra, Zachary Baldus, Kevin Mellon y Gabriel Hernández Walta, respectivamente para el especial “Shield Infinity”. A lo largo de estos once números, Hickman derrocha ideas y es previsible que si alguna vez cierra la historia estaremos ante uno de los cómics mainstream más apasionantes de las últimas décadas.

En el aspecto gráfico, Dustin Weaver está a la altura de la magnitud épica de la trama ideada por Hickman dotando a todas sus páginas de enormes dosis de espectacularidad al tiempo que cuida minuciosamente los detalles de cada viñeta dotando a la ambientación de la historia de una estética streampunk variada y exquisita.

 Weaver se adapta perfectamente a los requerimientos de un Hickman que de una viñeta para otra puede pasar de la Florencia del Renacimiento a una selva futurista al tiempo que sale airoso  frente a la compleja estructuración de una historia que se aleja de la linealidad convencional, y tras la presentación inicial de una serie de hechos aparentemente inconexos progresivamente van siendo explicados al lector patidifuso ante la envergadura de la historia oculta ideada por el guionista y el dibujante. Para ello, la historia se estructura como un todo cerrado y tanto guionista como dibujante no escatiman en contar los mismos hechos desde diverso enfoques y recurrir a soluciones gráficas arriesgadas y que todo hay que decirlo acaban resultando satisfactorias

En fin, “Shield” es un tebeo fantástico que eleva hasta el infinito el concepto del que parte y es de esperar que en algún momento el equipo creativo sea capaz de reunirse para concluir la historia como merece.