jueves, 14 de marzo de 2013

“Zodiaco: Aries. El Desafío del carnero” de Corbeyran y Goethals.


 


Planeta ofrece una nueva serie BD de nuevo lo que no deja de ser una buena noticia aun cuando para ello haya optado por recuperar viejas y discutibles técnicas que ya utilizara hace años en su colección BD con títulos como “Arq”, “El Decálogo” o “Los Maestros Cerveceros”. Si la  jibarizarización de esos títulos llevaba aparejada un precio bastante competitivo que los hacía atractivos, la edición reducida de "Zodiaco", para un álbum de cuarenta y ocho páginas a un precio de 9,95, todavía  me parece un poco cara.

Centrándonos en “Zodiaco”, se trata de una serie ya concluida en Francia  ideada por Éric Corbeyran, al que aquí conocimos por el correcto “El canto de Las Estrigias”, y  Éric Delcourt, junto a un dibujante distinto cada entrega. La serie la componen doce álbumes cada uno de los cuáles está protagonizado por un personaje que representa a un signo zodiacal del que toma poderes extraordinarios y cuyos destinos están relacionados. En esta primera entrega, “Aries. El desafío del Carnero”, el inspector Stephen Aries tendrá que vérselas en Chicago con un metódico asesino en serie apodado El Carnero que anuncia sus asesinatos antes de cometerlos. Ayudado por su atractiva novia, una experta criminóloga, el cuestionado Aries intentará detener al asesino antes que comenta el nuevo crimen que ha anunciado.

Corbeyran desarrolla en esta primera entrega una  forzada trama policíaca que, para asombro del lector, acaba resolviendo de la manera más rocambolesca, introduciendo un elemento fantástico en el hasta el momento correcto tratamiento realista de la historia que a más de uno hará que le rechinen los dientes como a mí, aunque es de imaginar que en las siguientes entregas otorgue a los lectores nuevas piezas para entender el enigma que se esconde tras los elegidos para ostentar los poderes del Zodiaco y acabemos asumiendo lo ilógico de los comportamientos de algunos de los personajes y lo inverosímil de la historia.
En el aspecto gráfico, Goethals cumple sin demasiada brillantez con un estilo realista eficaz aunque bastante impersonal y comercial que además se ve perjudicado por la reducción de tamaño. Goethals trabaja bien los fondos y la ambientación de género aunque sus personajes resultan un poco rígidos.
En fin, es de esperar que conforme la serie avance vaya ganando en atractivo tanto en el desarrollo de la trama como en la presentación de los nuevos dibujantes aun cuando hay que decir que este primer álbum deja una sensación bastante tibia. Correcto, sin más.