jueves, 31 de octubre de 2013

“Desastre”, de Fran Fernández.

 


Consecuente con su objetivo de promocionar y dar a conocer nuevos talentos desde Underbrain Books nos ofrecen “Desastre”, el primer cómic del multidisciplinar e inquieto murciano Fran Fernández, un cómic de Ciencia Ficción oscura y paradojas temporales.
 Dashiell es un buen padre de familia y mejor policía en un pueblo de la Louisiana profunda de los años veinte que por los azares de la existencia cae en un pozo y viaja en el tiempo hasta el año 2074. Sin posibilidad de volver a su tiempo, prisionero de una era que no es la suya y convertido en una celebridad local, el deprimido Dashiell intenta adaptarse a su nueva vida en el futuro al tiempo que unos macarras extraterrestres llegan a la Tierra con ambiguas intenciones.
Fran Fernández nos ofrece una entretenida, pesimista y disparatada distopía sobre paradojas temporales, hombrecillos azules y extrañas enfermedades cronembergianas. En poco más de 130 páginas y a toda pastilla, Fernández abruma al lector con toda la amplia y variada galería de personajes imposibles y situaciones de serie Z que su imaginación irremediablemente perjudicada por iconos de la cultura popular de derribo reune junto a otras referencias más evidentes que van desde “Hellblazer” o “Predicador” a “ExistenZ”, “Terminator” o “Doctor Who” para entremezclarlas  en una elaboración frenética en la que va presentando en capítulos aparentemente inconexos una historia relativista sobre lo absurdo de la condición humana en unos Estados Unidos futuros, racistas y crueles que en el fondo no han variado tanto de los presentes.
Fernández, que estética y narrativamente maneja influencias eclécticas, que van de Toriyama al underground contemporáneo de un Peter Bagge o un Daniel Clowes, derrocha energías y entusiasmo en un cómic que parece elaborado de una manera febril, automática y salvaje estirando una trama poco evidente en torno a tantos elementos y personajes como al autor se le ha ocurrido en ese momento incorporar para cimentar un mensaje quizás demasiado sutil en torno a nuestro pequeño lugar en el universo y lo solitario de nuestra condición que puede pasar desapercibido al pacífico lector que solo busque la tranquilidad de la lógica y el tópico y se pierda en la superficie de la historia gamberra que el autor se marca.
En fin, “Desastre”, lejos de hacer honor a su título,  es un cómic caótico, original y talentoso que muestra en bruto la capacidad y potencial de un autor novel del que en próximas obras, más asentado, refinado y contenido debéremos esperar cosas todavia más interesantes. “Desastre” es su sonora carta de presentación y creo que no dejará a nadie indiferente.

miércoles, 30 de octubre de 2013

“Superman: Hacia el infinito”, de Geoff Johns, Kurt Busiek, Pete Woods y Renato Guedes.



Se critica cruelmente el género superheroico a veces con razón y otras sin ella, pero muchas de las críticas a su calidad actualmente proceden precisamente de su éxito al haber trascendido el guetto de los cómics e invadido el entretenimiento masivo de las salas de cine y las ventas cruzadas. Un gran éxito y mucho dinero a repartir que ha provocado que las injerencias de los ejecutivos de los grandes estudios posicionados en las editoriales para controlar la creatividad de los artistas sea cada vez mayor y redunde en el trabajo de los creativos en búsqueda de la mayor uniformidad del producto. Una libertad creativa en entredicho que provoca la marcha o la apatía de los mayores talentos del medio y la caída en un círculo vicioso de mediocridad al que pocos son capaces de escapar. 

De los pocos que han mostrado esa habilidad para mantener el nivel de calidad de sus trabajos sin renunciar a la imprescindible comercialidad son guionistas de la talla de Geoff Johns y Kurt Busiek, que en trabajos como esta saga de “Superman: Hacia el infinito”, editada en un cuidado tomo por ECC Ediciones y que recoge los “Action Comics” núms. 837 a 840 USA y “Superman” núms. 650 a 653 USA, ofrecen cómics mainstream inteligente y entretenido sin renunciar a la acción.

Tras los acontecimientos narrados en megaeventos como “52” y “Crisis Infinita”, Superman lleva un año sin poderes y su alter ego Clark Kent es feliz en Metropolis retomando su carrera como periodista y dedicándole tiempo a su esposa Lois Lane. Sin embargo, su investigación de Intergang y la venganza de un resentido Luthor dispuesto a acabar con la ciudad que le ha vuelto la espalda provocará que Kent deba volver a retomar su vida superheroica. ¿Será capaz de recuperar sus poderes a tiempo de acabar con Luthor? Tendréis que leeros el tebeo para enteraros.

Geoff Johns y Kurt Busiek en la saga que supuso el traspaso de los guiones de la serie de uno a otro – Busiek seguiría al frente en la interesante etapa de “La Caída de Camelot”- demuestran cómo el conocimiento profundo de los personajes y la documentación para guionizar cómics de superhéroes son un grado. Haciendo gala de su dominio de los personajes y la construcción de situaciones, construyen una atractiva saga repleta de acción en la que actualizan los elementos clásicos del superhéroe enfrentado a sus archienemigos – un variado elenco de supervillanos aparecen a lo largo de la historia-  al tiempo que le otorgan inteligentemente una mayor importancia al alter ego de Superman, un Clark Kent que retoma su vida “liberado” de su condición superheroica hasta que debe volver a asumirla para hacer frente a la amenaza de Luthor.

Johns y Busiek sugiriendo esos elementos, los enuncian con inteligencia para enfatizar que la verdadera naturaleza superheroica de Superman/Clark Kent radica en renunciar a la vida “normal” de su alter ego para vestirse las mallas y salvar el mundo de sus diversas amenazas superheroicas. Todo ello sin renunciar a las necesarias dosis de acción que el género precisa.

En el aspecto gráfico, ni Pete Woods ni el brasileño Renato Guedes son dibujantes que me entusiasmen demasiado. Ambos cumplen sobradamente al imprimir la imprescindible espectacularidad que la historia requiere y poseen un más que correcto sentido de la narración, pero sus figuras son bastante estáticas y en ocasiones resultan desproporcionadas (a Woods se le notan las maneras de la peor Image) y la expresividad de los rostros de los personajes escasa.

En fin “Superman: Hacia el infinito” es una correcta e inteligente saga de “Superman” ideada por dos de los guionistas que mejor conocen al personaje.  Muy entretenida. Esperemos que ECC continúe recuperando el resto de la etapa de Geoff Johns al frente del personaje en este formato.

martes, 29 de octubre de 2013

“Cenizas”, de Álvaro Ortiz.


A mí no se me caen los anillos al reconocer los errores y los prejuicios y he de reconocer que con  “Cenizas” , la obra más ambiciosa de Álvaro Ortiz hasta la fecha, publicada por Astiberri, he pecado tanto de unos como de otros, lo que ha provocado que demorase su lectura más de un año desde su lanzamiento. Y es que tantos parabienes en la Blogosfera y redes sociales que se vertían en torno a esta obra me escamaban y, además,  el estilo de dibujo de Ortiz, infantil y minimalista, no me entraba por los ojos y me echaba para atrás cuando en las librerías ojeaba el tebeo. Sin embargo, a partir de leer la historia corta que el autor publicó en “Panorama”,  mi perspectiva empezó a cambiar y empecé a sospechar que me estaba perdiendo algo interesante. Tras la lectura de "Cenizas", me ha quedado claro que es uno de los tebeos más interesantes aparecidos el pasado año y Ortiz un tipo que sabe lo que se trae entre manos a la hora de montar una historia. Tras la chapa intrascendente, vamos al tebeo.

Tres amigos que llevan años sin verse se juntan para hacer realidad la última voluntad de un amigo fallecido, esparcir sus cenizas en un lugar misterioso y desconocido marcado con una x en un plano. Con sus fantasmas y desconfianzas, los tres se montan en un coche alquilado para cruzar el país y viivr la aventura de sus vidas.
Probablemente, Álvaro Ortiz no sea de primeras el dibujante que más me guste. Sin embargo, lo que me ha dejado claro tras leer este cómic es que tiene un inmenso talento para entender la narrativa gráfico y armar una historia absorbente, algo que aprecio mucho más que un dibujo académico o espectacular en un autor de cómic. De este modo,  "Cenizas"  es un road comic de suspense que funciona a la perfección a varios niveles - tanto como sensible viaje existencial y de amistad o como divertida historia de suspense y enredo - y sorprende por la madurez y ambición, bajo su aparente sencillez,  de una obra en la que se entremezclan y se subvierten las convenciones de diversos géneros e influencias de eso que se llama la cultura popular, que van de Paul Auster a los ZZTop o los Pixies, para germinar en una historia fresca, original en su forma e imaginativa en contenido, en la que no podemos dejar de empatizar con unos personajes perfectamente retratados y que continuamente escapan de la bidimensionalidad del papel para obligarnos a rendirnos ante sus cualidades y sus defectos y sentirlos tan cercanos como si de viejos amigos se tratasen.

Ortiz es ante todo un narrador de historias y “Cenizas” es un contenedor de historias que vertebran la trama principal, reforzándola y enriqueciéndola sin que en ningún momento la coherencia y fluidez de la narración se resienta. Eso no se consigue de la noche a la mañana. Es necesario un profundo conocimiento del medio en el que se trabaja o un  talento innato para lograrlo que pocos poseen. No sé cuál de las dos opciones será el caso de Ortiz pero en principio se perciben –o yo percibo- influencias de algunos de los autores más inquietos del cómic de vanguardia.

En “Cenizas” hay ecos de Alex Robinson, Camille Jourdy, Johnny Ryan o Chris Ware pero Ortiz no mimetiza, como podría pensarse que haría un autor joven sus maneras para ofrecer una obra calcada, sino que adapta sus recursos a su propio saber y entender para añadirles su impronta personal.  Quizás me equivoque y el autor no haya leído ninguno de esos autores  pero creo que Ortiz ha mamado muchos cómics y es un autor que no solo los crea sino que le gusta leerlos y además los “entiende”.

En “Cenizas”, Ortiz nos lleva a su terreno y nos rinde a su habilidad hasta el punto que los posibles prejuicios hacia su dibujo acaban desapareciendo logrando que su estilo naif y ágil finalmente resulte idóneo y demostrando que bajo esa aparente simplicidad hay un autor sofisticado y elegante que cuida hasta el mínimo detalle no solo para potenciar sus virtudes sino además para ocultar sus carencias. A todo ello,  une un esmerado trabajo en el coloreado de la historia a base de tonos suaves  que encaja perfectamente con los trazos de un Ortiz que deja claro que sabe perfectamente qué se hace.

En fin,Cenizas es  un tebeo notable, sobre todo para tratarse de una obra de presentación ante el gran público, y sitúa el nivel de exigencia hacia los nuevos trabajos de Álvaro Ortiz en lo más alto. Veremos si será capaz de confirmar el talento, ingenio y sensibilidad que derrocha en “Cenizas”, un cómic para ser leído y releído.

lunes, 28 de octubre de 2013

“La instantánea”, de Andy Diggle y Jock.





Planeta publica La instantánea”, el primer cómic independiente del equipo formado por el guionista  Andy Diggle y el dibujante Jock, una asociación que no es nueva y se cimentó en “Los Perdedores”, una de las series Vertigo más entretenidas de la pasada década. Se podía esperar que al tratarse "La instantánea" del primer trabajo en el que tienen el control total, la implicación de ambos sería máxima y acabaría redundando en la excelencia del producto final pero mucho me temo que no ha sido así.

Jake es un chaval que, camino a su curro en una tienda de cómics, se encuentra tirado en el parque un móvil de última generación. Jake se lo queda y descubre que en el móvil aparecen las fotografías del asesinato de un tipo al que le falta el meñique. Tras acudir a la policía, Jake se verá inmerso en una conspiración de envergadura internacional en la que está en juego algo más que su propia vida.

Diggle adapta una antigua idea para un guión cinematográfico desechado en un cómic de suspense que preparó junto a su amigo Jock en los ratitos libres que les quedaban entre encargo y encargo. Esa falta de continuidad se acaba notando en una historia de misterio y suspense contemporánea que parte de un atractivo planteamiento  que intenta actualizar algunos elementos hitchcockianos clásicos en una historia de falsos crímenes y falsos culpables acosados por un asesino en serie. Sin embargo, la historia se va desinflando desde el principio ante la incapacidad de Diggle de mantener el rompecabezas y la atmósfera de una historia confusa que acaba encontrando en el socorrido recurso de la acción trepidante la fácil solución para finiquitar una historia cada vez más absurda.

En realidad, el principal atractivo de este cómic es poder disfrutar del siempre interesante Jock quién, sin estar a la altura de sus mejores trabajos, sí que consigue con su agresiva y minimalista interpretación del blanco y negro destacar especialmente en la resolución de las secuencias de acción a las que imprime un ritmo trepidante alterando la composición de página.

En fin, “La instantánea” es un thriller bastante irregular y precipitado que demuestra que no solo basta con una buena idea para componer un buen tebeo sino que además es necesaria la implicación  total de sus autores para pulirla al máximo  antes de presentarla al gran público. Pobre, muy pobre.

viernes, 25 de octubre de 2013

José Luis Beltrán, Tran (1931-2013)




Por EntreCómics me entero de la muerte del zaragozano José Luis Beltrán Tran, dibujante zaragozano que estuvo vinculado entre 1960 a 1982 a la Editorial Bruguera destacando sus creaciones para “Tío Vivo”, “DDT, o “Mortadelo” , personajes como Don Renato, Ringo, Cándido Palmatoria, Constancio Plurilópez, Tete Gutapercha, Purita o Fanny.

José Luis Beltrán también desarrolló una carrera paralela como animador y pintor bajo el seudónimo de Humberto Tran.

Tran a pesar de su dilatada carrera y su característico dibujo nunca llegó a alcanzar el éxito de las grandes figuras de la editorial, probablemente por no encontrar un personaje lo suficientemente carismático como para lograr la atención del gran público.

A partir de los años ochenta, se volcó en su faceta pictórica.

 Más sobre Tran, aquí y aquí.

D.E.P.

jueves, 24 de octubre de 2013

Cartel del IV Salón del Cómic Social de Santa Coloma de Gramanet.



Hoy, y hasta el día 27, empieza la IV Edición del Salón de Cómic Social de Coloma de Gramanet con una perspectiva distinta e interesante sobre cómo realizar un Salón de Cómic e interesantes exposiciones y debates.

El cartel de Manel Fontdevila es muy bueno representando a una jovencísima obrera domando a un ejecutivo salvaje.Ojalá se haga realidad.

Toda la info sobre las actividades del Salón, aquí.

miércoles, 23 de octubre de 2013

“Punk Rock Jesus”, de Sean Murphy.




De las que he leído, probablemente la novedad más interesante que ha publicado ECC Ediciones este año – no cuento reediciones-, sea esta miniserie Vertigo en la que el prometedor Sean Murphy, que desde hacía tiempo venía llamando la atención como dibujante, explota y se confirma como un autor completo al que tener muy, muy en cuenta.

A partir del ADN adherido a la Sabana Santa, el supuesto sudario de Cristo, en un futuro cercano se desarrolla un clon del Mesias cristiano para convertirlo en el protagonista de un reality show en el que se muestra a una audiencia mundial el día a día del nuevo advenimiento del mesias norteamericano desde su nacimiento. Protegido por un atormentado terrorista del IRA y una madre elevada a Virgen a su pesar, Chris se verá sometido a todo tipo de presiones a su alrededor antes de explotar y asumir en su adolescencia las riendas de un destino que aparentemente le viene predeterminado. ¿Podrá escapar del mismo?

Sean Murphy desarrolla una brillante ficción distópica en la que critica, en una historia plagada de acción y ritmo, muchos de los males de las sociedades contemporáneas, enfocados en diversas formas y grados de manipulación de la masas desde la propia de los grupos religiosos a la proveniente del mass media. En una sociedad futura descarnada y oscura que no se aleja mucho de nuestro propio presente, Murphy desarrolla a partir de la biografía del Segundo Jesucristo una interesante y original trama con escasos defectos y enriquecida merced a un rico elenco de personajes secundarios soberbiamente caracterizados que refuerzan enormemente  la historia y le roban durante buena parte del tebeo el  protagonismo al personaje principal sobre el que orbita constantemente la duda sobre su naturaleza divina.

Más allá de sus ricos componentes de acción que dotan de un ritmo frenético al cómic, Murphy es capaz de insertar momentos de calma en los que realiza por boca de sus personajes inteligentes reflexiones en torno a temas tan complejos como los que explícitamente crítica antes de volver a subir la vertiginosa montaña rusa que es este cómic desde su inicio hasta su fin y que lo convierte en una lectura adictiva y difícil de abandonar. Y es que Murphy actualiza temas que ya desarrollara Unamuno en "San Manuel Bueno, mártir" o Peter Weir en "El Show de Truman".

Demostradas sus dotes como guionista, Murphy vuelve a brillar en el apartado en el que ya sabíamos que tenía talento a raudales: el dibujo, potenciando a través de un adecuado blanco y negro su nervioso y ágl trazo que otorga dinamismo y plasticidad a sus personajes aparte de desarrollar una composición de página que permite a una lectura ágil y clara, sin que por ello merme cuando es necesario el detalle de los fondos ni la expresividad de los personajes. 

En “Punk Rock Jesus”, Murphy destila un agradable resabio bestia de los cómics de "2000  A.D." y del estilo de Jamie Hewlett así como de la potencia visual del Sienkiewicz de su etapa marvelita, siendo difícil no situar al personaje de Thomas en la estela de justicieros como Punisher o Dredd.
En fin, “Punk Rock Jesus” es una pequeña joya del cómic norteamericano actual, que destila talento por todos sus poros y rememora aquel Vertigo talentoso, crítico e irreverente de la British Invasion. Y en estos días oscuros en los que ni el Punk ni el sello Vertigo –del Cristianismo ya ni hablamos- son los que eran resulta esperanzador poder leer un tebeo como este. Los brotes verdes del mainstream norteamericano se llaman Sean Murphy, un autor al que hay que seguir muy de cerca.

martes, 22 de octubre de 2013

Cartel de narices para el Graf Madrid.



El cartel del Graf Madrid a celebrar los días 29 y 30 del corriente obra de Joan Cornellá establece un mensaje directo y claro: los autores y editores independientes pintan por narices. Muy divertida y original la idea de Cornellá.

Aquí toda la info sobre el Graf.

lunes, 21 de octubre de 2013

“Creepy Bernie Wrightson” y otros.




En la estela de la línea en la que recupera los clásicos Creepy” y “Eerie” y tras un primer volumen monográfico dedicado al gran Richard Corben, Planeta publica un segundo tomo dedicado a recopilar las obras que el no menos carismático Bernie Wrightson realizara para la Editorial Warren en sus cabeceras principales, “Creepy”, “Eerie” y "Vampirella". Realmente pocos autores con una trayectoria tan corta causaron tanto impacto como las pocas historias que un Wrightson en su mejor momento realizase para Warren y quizás por eso, tanto años después, siguen siendo recordadas y reeditadas.

En este cuidado tomo unitario que ha contado con la supervisión de José Villarrubia para que las tintas del maestro brillen en todo su esplendor se recogen historias fundamentales del terror en el noveno arte, como las historias que realizase junto a uno de sus compinches habituales, el guionista Bruce Jones en las que seguramente son las cimas más altas de su asociación, en historias como  “El hombre que Ríe”, “Pastelito Campestre”,  “Clarice” y, sobre todo, la destacadísima  Jenifer”. Aunque sea esta última la que más loas ha alcanzado por parte de la crítica especializada con razón y  una de las cimas de la historieta corta de terror made in E.C. Cómics y  por extensión Warren, cualquiera de las otras tres es buena muestra la gran compenetración existente entre guionista y dibujante siendo mi preferida de las cuatro la experimental “Clarice” en la que complementando perfectamente texto y dibujo se desarrolla una intensa y romántica historia de terror gótico más allá de la muerte.

Estas cuatro historias ya justificarían la compra del tomo, pero el resto del contenido también es de lo más destacable mostrando como el talento de un Bernie Wrightson que daba lo mejor de sí inspirado y con amplios plazos para desarrollar sus historias puede desarrollar todo su potencial para el dibujo de los monstruos más macabros y la consecución de climax terroríficos es casi sobrenatural.  En ese sentido, como bien se señala en el prólogo Villarrubia, Wrightson logra llevar un paso más allá dos influencias tan distantes como Frazetta o Ingles, reinterpretando el primoroso estatismo ilustrado del primero junto a la capacidad para el golpe de efecto mostruoso del segundo

Del resto de historias incluidas en el tomo mención especial merecen la estupenda “Anochecer”, con guión del editor Bill Dubay, la impresionante “El gato negro” y la climática “Aire Frío“ (guionizadas ambas por el propio dibujante) o “Una Saga Marciana” con guión de Nicola Cuti. En estas historias quedan patentes en el esplendido dibujo de Wrightson sus influencias literarias adaptando  historias de Poe y  Lovecraft, mientras que en las otras dos historias se homenajea a clásicos del cómic como el “Little Nemo” de Windsor McCay o el “Flash Gordon” de Alex Raymond, respectivamente. También resulta interesante en ese sentido “Dick Swift y su anillo de energía eléctrica”, una tierna historia fantástica guionizada por Bill Dubay y que Roger Stern debió tener en mente a la hora de inspirarse para la famosa “El niño que coleccionaba Spiderman”.
También en este tomo se recogen las historias en las que Wrightson exclusivamente realizó tareas de entintandor de otros dibujantes mostrando que en este terreno fue/es uno de los mejores, reforzando el trabajo a los lápices de un  dibujantes ya consagrado por aquella época como Carmine Infantino en ““Pastelito Campestre” y “Dick Swift y su anillo de energía eléctrica”, o un joven talentoso llamado Howard Chaykin en Reuben Youngblood: ¡Detective privado!”, un pastiche detectivesco guionizado por Budd Lewis que para mí es la peor historia de todo el tomo.
Sin embargo, sus historias en solitario como “El monstruo de Pepper Lake -una revisión del mito del monstruo del lago Ness- y sobre todo la historia que cierra el volumen “El monstruo del fango”, la única en color que es un claro referente precursor de otra de las grandes obras posteriores del dibujante. “Frankenstein”, vuelven a dejar constancia de su solvencia artística primando la fuerza de sus composiciones frente a la sencillez de sus tramas..
Aparte de todas las historias mencionadas el libro recoge cuidadosamente restauradas las diversas ilustraciones que Wrightson realizó para las revistas Warren y que demuestran el descomunal talento como ilustrador del dibujante.

En fin, es una pena que la etapa de Bernie Wrightson en los cómics Warren no se prolongase más a pesar de contar con todos las ventajas para ello (Wrightson era la niña de los ojos de Warren y el dibujante hacía lo que más le gustaba, historias de terror, aplaudidas por el público y la crítica). Sin embargo, duró poco y probablemente por ese motivo las historias recogidas en este volumen son tan  recordadas y destacables. Un tomo imprescindible para entender toda una época del cómic.

domingo, 20 de octubre de 2013

Ya se conoce el cartel ganador del VIII Salón de Manga de Andalucía.



Ya se conoce el carte de la nueva edición del Salón de Manga de Andalucía obra de la jienense Sandra Garzón Hernández. seleccionado entre los veintiún carteles presentados al concurso que se convocó para la ocasión. Una buena idea para dar a conocer nuevos talentos.

Toda la información sobre el Salón aquí.

viernes, 18 de octubre de 2013

“Batman: Más oscuro que la muerte”. de Bruce Jones y Ariel Olivetti.




ECC Ediciones recupera para el mercado español el último arco argumental de la estupenda serie “Batman: Legends of the Dark Knight”, de la que tan buenos recuerdos guardamos los que la conocimos gracias a Ediciones Zinco allá por finales de los ochenta con arcos cerrados de unos cinco números que venían firmados por equipos creativos de primera. Esa idea inicial de aventuras cerradas fue evolucionandoconforme la serie avanzaba -o degeneraba- pero para esta última entrega que ECC ha editado por primera vez en España en un tomo unitario titulado “Más oscuro que la muerte” sí intentó recuperarse  la idea original en una historia, desarrollada por el legendario guionista Bruce Jones y el impactante dibujante argentino Ariel Olivetti en los números 207 a 211 de la serie,  que pretendía ser un gran broche final para una serie mítica.

En “Más oscuro que la muerte”, un atribulado Bruce Wayne es invitado a una fiesta de pedida en la fastuosa mansión de los Billingsworth, unos millonarios decadentes, enamorándose perdidamente de la hermana de la novia, Lilith. Sin embargo, la cosa se tuerce cuando desaparecen de la mansión dos mujeres aprovechando el apagón generalizado en Gotham, Janie, la novia y hermana de Lilith, y Miriam, la hija del mayordomo de los Billingsworth. Cuando Lilith empieza a recibir los dedos de su hermana desaparecida junto a la nota de un rescate, Wayne usará de su alter ego murciélago para peinar los bajos fondos gothamitas y descubrir los secretos inconfesables que se ocultan tras las dos desapariciones.

No siempre la suma de dos grandes talentos individuales consigue la necesaria compenetración como para ofrecer obras inolvidables como se les puede presuponer y algo de eso les pasó a Bruce Jones y Ariel Olivetti en “Más oscuro que la muerte”, ya que  que, símil musical mediante, no lograron acompasar la misma melodía haciendo que la historia desafine bastante. Jones, un guionista de culto que realizó sus mejores trabajos en los años setenta y casi siempre ha contado con enormes artistas  a su lado, orquesta un complejo, artificioso e inteso thriller psicológico en torno a las emociones de Bruce Wayne/Batman en su investigación del secuestro con el que el frío hiperrealismo de Ariel Olivetti no acaba de casar.
 El corbeniano Olivetti sin duda es un gran dibujante, pero su estilo no se ajusta demasiado bien a lo que la historia demanda –da vértigo fantasear lo que podrían haber hecho dibujantes clásicos de Batman como Adams, Rogers o Newton con estos mimbres- y a pesar de lo impactante y espectacular de sus dibujos, especialmente en su tratamiento de los volúmenes y las perspectivas, no es capaz de imprimir a la historia la intensidad oscura que precisa ni desliar con claridad la espesa madeja ideada por un Jones que hay que decir también que es excesivamente literario y en ocasiones su errático guión no ayuda demasiado a un dibujante ensimismado en su propio lucimiento.

En fin, una pena que la historia no sea todo lo redonda como sería de esperar para poner el colofón a una serie de tan agradable lectura como fue “Legends of The Dark Knight” en sus primeros tiempos y los autores elegidos no supiesen poner la suma de su talentos en mejorar el resultado final.