lunes, 23 de septiembre de 2013

“Invencible Ultimate Collection 3”, de Robert Kirkman y Ryan Ottley.




Continuo con la relectura de “Invencible” y su comentario en el blog a partir de la nueva edición Ultimate Collection, que viene publicando Dolmen Editorial recopilando en integrales los TPBs normales.  En este tercer tomo, se recoge el material publicado en los TPBs  8 y 9  de la edición inicial de Aleta que se corresponden con los números 25 a 35 de la numeración original norteamericana y el número 4 de "El Pacto", una miniserie realizada por diversos autores de Image en la que agrupaban las andanzas de los superhéroes adolescentes de la Editorial.

En esta nueva entrega, Mark se encontrará  en carne y hueso con su personaje de cómics favoritos y viajará por el espacio para ayudar a una civilización alienígena en peligro en una aventura en la que hará nuevos descubrimientos sobre su herencia viltrumita y conocerá a un nuevo miembro de su familia. De regreso a la Tierra, Mark habrá de aclarar sus sentimientos en torno a la relación que mantiene con su novia Amber y la atracción que siente hacia su amiga Eve mientras se enfrenta a un viejo enemigo que ha vuelto para vengarse a través de sus seres más queridos.
Sin ánimo de querer hacer la competencia a los diversos autores que suelen escribir los prólogos de las distintas entregas de “Invencible”, no se me ocurre ningún pero a una serie tan fresca como “Invencible”, una de las pocas  que consigue garantizar un rato de sana evasión que tendría que ser el mínimo que debieran ofrecer los tebeos de superhéroes más allá de cuestiones bizantinas ajenas a los tebeos y que actualmente pocas veces consiguen. Y es que más allá de quién los edite, quien sea el actor que doblará a fulanito en la adaptación cinematográfica o lo malo que es el último megaevento de marras, “Invencible” es una historia de superhéroes pura y dura de planteamiento sencillo y brillante desarrollo en el que Kirkman muestra como en ninguna otra su sabiduría y conocimiento del género de superhéroes. 
Lejos de  los experimentos y la épica hueca, Kirkman nos recuerda número a número por qué nos gustaban los cómics de superhéroes sin innovar gran cosa pero llevando hasta el extremo la renovación de las tramas clásicas que siempre funcionan. En ese sentido,  Kirkman se maneja con maestría para ir siempre un paso por delante de los lectores en el desarrollo de la historia planteando en torno al argumento principal numerosas subtramas perfectamente hilvanadas y desarrolladas merced a la cuidada caracterización de hasta el mínimo personaje que deambula por la serie para que su aportación refuerce el conjunto. Y es que uno de los grandes éxitos de Kirkman ha consistido en desarrollar en torno al personaje principal todo un panteón de magníficos secundarios que suelen robarle buena parte del protagonismo y dotan de una saludable coralidad a la serie.
En el aspecto gráfico, Ryan Ottley, se hizo definitivamente con los lápices de la serie tras la marcha del cocreador Cory Walker, y muestra su buen hacer para adaptarse a la perfección al tipo de guiones que desarrolla Kirkman a base de grandes viñetas. Ottley es un dibujante que tiene el punto espectacular que todo dibujante de superhéroes requiere, pero además se muestra como un excelente narrador perfectamente compenetrado con el guionista y con el colorista Bill Caabtree, que con una paleta de colores por ordenador le da a la serie una estética pop perfecta para el dibujo de Ottley. 
En fin, es un placer continuar con  la relectura de “Invencible” y volver a disfrutar de su lectura.  Lo mejor está por llegar. Ya lo iremos comentando.

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