sábado, 30 de marzo de 2013

Embryo 4 ya está aquí.



Pues sí, el mejor e-zine dedicado al gran Alan Moore en castellano, ha llegado a su cuarto número en el que se pone especial énfasis en el papel de la magia en la obra del de Northampton.

En esta ocasión, he contribuido para la ocasión con unos articulillos que subí al blog hace tiempo sobre “Promethea”. Espero que para una próxima edición poder completar la reseña del resto de la obra (se me olvidó completamente, chicos).

Además, hay interesantísimos artículos y entrevistas que no deberiaís perderos

Para poder descargar o leer el “Embryo 4 completamente gratis, aquí.

viernes, 29 de marzo de 2013

Manuel Garcia Ferré (1929-2013)



En el día de ayer murió Manuel García Ferré, que a la mayoría no dirá nada pero marcó las tardes de toda una generación de españolitos y españolitas con una de sus creaciones, “El libro gordo de Petete”.

Nacido en España, Garcia Ferré tuvo que exiliarse muy joven a Argentina como consecuencia de la Guerra Civil Española, país en el que desarrolló su larga y fructífera carrera como historietista y animador para el público infantil.

Entre sus creaciones destacó su labor en revistas infantiles como “Anteojito” yBiliken” con personajes como Oaky e Hijitus.

Pero, sin duda, la obra que le catapultó internacionalmente fue la enciclopedia infantil “El libro gordo de Petete” y su  adaptación televisiva.

En fin, El libro gordo te enseña, el libro gordo entretiene….

DEP

jueves, 28 de marzo de 2013

Cartel del Expomanga 2013.



Ya se ha hecho público el cartel del Expomanga de este año. En esta ocasión se ha optado por tres nuevos talentos –Marta Nael, Henar Torinos y Daniel Alarcón-  que han hecho un trabajo que nada tiene que envidiar el de autores más contrastados.

Toda la información sobre el evento, aquí.

miércoles, 27 de marzo de 2013

“The Zumbies”, de Julien/CDM y Lindingre.


“¿Qué pasaría si mezcláramos la cultura Punk con el género zombi?” Que surge alto tan descabelladamente divertido como este “The Zumbies”, obra del guionista Yan Lindingre y el dibujante Julien/CDM, que Dibbuks ha editado en España en un cuidado integral que reúne los dos álbumes que reúnen el conjunto de las historias cortas publicadas en el semanario satírico “Fluide Glacial”.

Estamos en el año 2020 y la Tierra ha sufrido las consecuencias  del calentamiento global que ha desintegrado las formas sociales prestablecidas. Los políticos causantes del desastre han sido desterrados y la gente se agrupa en dos grandes grupos de fanáticos enfrentados. Por un lado, están los fanáticos religiosos de la Iglesia Católica Reconcilidada y por otro los fanáticos de la música conocidos como los Rockeros Confederados. En este contexto, surgen The Zumbies un grupo que ha vuelto de la tumba gracias a una misteriosa fórmula para llevar al extremo más cafre eso de vivir rápido, morir joven y convertirse en un bonito cadáver.
La verdad es que no he podido resistirme con esta cafrada que aprovecha el tirón que ha tenido en los últimos tiempos el género zombi para subirse al tren con un conjunto de historias satíricas en la que se mezcla el gore con la cultura y buen gusto musical  que vuelcan sus autores y que la hacen destacar sobre obras parecidas, incorporando en unas historias evocadoras del underground norteamericano de los “The Freak Bros”. múltiples homenajes a lo mejor de los mitos del punk rock, por lo que no será difícil identificar para los aficionados a la música múltiples referencias a grupos clásicos e imprescindibles como The Ramones, The Cramps o Blondie.
Lindingre monta una serie de historias iconoclastas, desvergonzadas y salvajes, llenas de referencias a las drogas, la música rock y el sexo necrófilo en las que no deja títere con cabeza, cargando con alegre rebeldía punk contra todo tipo de autoridad evocando el espíritu irreverente y constetatario del underground norteamericano más que la tradición de la Bande Dessinée.
 Es cierto que la trama general limitada a mandar al grupo en una gira sin fin por los márgenes de la civilización se acaba volviendo cada vez más incoherente conforme avanza la serie dada la escasa conexión que mantienen entre sí las historias pero la efectividad de su humor ácido y valiente se mantiene y si se las considera como fueron ideadas inicialmente como piezas separadas para su publicación en revista se disfrutan muchísimo. 
Donde “The Zumbies” tiene un acabado especialmente destacable es en el excelente trabajo del dibujante Julien/CDM que con un estilo de dibujo caricaturesco y detallista que mezcla detalles de clásicos undergrounds y satíricos de "MAD" como Wood, Shelton o Aragonés, la tradición caricaturesca francobelga de un Didier Conrad y la modernidad de los "Gorillaz" de Jamie Hewlett. 
 Sin embargo, Julien/CDM no se limita a imitar a sus mayores y  muestra  una rica variedad de recursos jugando con una variada composición de página para dar mayor vistosidad a las historias y, sobre todo, con el acabado cromático en el que a partir de un bitono en el que sobre el verde pútrido predominante va incorporando otros colores para reforzar la comicidad de determinados gags.
En definitiva, más allá de sus excesos o precisamente por estos “The Zumbies” es un estupendo entretenimiento que sabrán apreciar no solo los aficionados al música sino todos los que les guste el buen cómic.

martes, 26 de marzo de 2013

“Los Vengadores VS. La Patrulla X”, de Roger Stern y Marc Silvestri.




No he podido resistir la tentación tras leer el macroevento de “Los Vengadores VS. La Patrulla X” del que escribí por aquí ayer de volver a leer la original a la que hacía referencia, la serie limitada de cuatro números que guionizase Roger Stern y dibujase Marc Silvestri a mediados de los ochenta y fue publicada en los números 7 a 10 de la original “Marvel Héroes” de Cómics Forum (no sé si fue reeditada más recientemente pero si no ha sido así ya está tardando Panini). La conclusión, es que no hay color entre una y otra y que la nueva, con mayor número de páginas e interrelacionada con casi todas las colecciones de Marvel, sale bastante mal parada en la comparación lo que significa una vez más la involución que en muchos aspectos ha vivido el género superheroico.
Un redimido Magneto se ha unido a sus antiguos rivales de la Patrulla X. Cuando los restos de su antigua base en un meteorito caen a la Tierra, Magneto decide intentar recuperar la tecnología que encuentre en ellos. Sin embargo, lo que no prevé es que tras sus pasos van tanto los Vengadores que quieren que vuelva a ser juzgado por una Corte Internacional como los Supersoldados Soviéticos que pretenden aplicar la sentencia que un tribunal soviético ha aplicado por sus crímenes contra la URSS (hundió un submarino y masacró una ciudad). Magneto cae así en una encerrona internacional para detenerle en la que solo contará con el apoyo de sus nuevos camaradas mutantes mientras él mismo intenta aclarar si le merece la pena la redención o seguir su carrera como mesias mutante.
En fin, Roger Stern, probablemente uno de los mejores y más infravalorados guionistas que han trabajado para Marvel, desarrolla una historia llena de acción y entretenimiento en la que todos las decisiones están motivadas de un modo u otro, todos los personajes mantienen su coherencia y cuentan con su dosis de protagonismo y,.además, permite el lucimiento de un Marc Silvestri que demuestra ser mejor dibujante de lo que luego ha sido considerado, aun cuando el entintado de Josef Rubinstein no fuese precisamente el que más le beneficiase.

 Y lo más curioso además es que parece ser que Stern tenía planificado un final más cerrado para la historia en la que Magneto, que se pasa buena parte de la historia decidiendo si continua  apostando por la colaboración con los humanos o vuelve a retomar su carrera terrorista, habría optado por la segunda opción. Sin embargo, como esa decisión desbarataba buena parte de los  planes que el guionista de las series mutantes, Chris Claremont, tenía pensado para el personaje lo modificó para desarrollar un final algo más abierto y embarullado pero que en mi opinión resulta ideal para la historia.

Comparar una serie con otra es una demostración patente de cómo se han simplificado los cómics de superhéroes en las últimas décadas en pos a una supuesta espectacularidad que se puede lograr de diversas formas sin tener que sacrificar necesariamente la narración ni minimizar al extremo la labor del guionista. De este modo, la historia ideada por Stern no tiene nada que envidiar a la del actual Bullpen marvelita y además resulta coherente con el comportamiento de los distintos personajes sin necesidad de forzarlos hasta el absurdo.

En fin, espero que Panini reedite pronto este clásico para que todos podáis comparar lo que un único guionista conocedor de su oficio es capaz de hilvanar sin insultar la inteligencia de sus lectores. Y es que siempre merece la pena releer los clásicos.

lunes, 25 de marzo de 2013

“Los Vengadores vs. La Patrulla X”, de VVAA.




A falta de la publicación del epílogo , ha concluido ya la publicación por parte de Panini del penúltimo macroevento de la otrora brillante Casa de las Ideasesta serie limitada de  "Los Vengadores vs. La Patrulla X", que si bien me ha gustado más que el mediocre  Asedio y el prescindible "Miedo Encarnado" no me ha parecido ni de lejos tan brillante como se le está considerando en otros foros. Os cuento mis impresiones.

La Fuerza Fénix regresa a la Tierra y los vapuleados mutantes liderados por Cíclope se aprestan a recibirla considerándola como la gran esperanza para la revitalización de su especie a través de la mesiánica Hope. Sin embargo, los Vengadores liderados por el Capitán América creen que los peligros que conlleva una fuerza tan peligrosa como el Fénix no compensan el riesgo y están decididos a detener a Hope, desviar el Fénix y desbaratar los planes de Cíclope y sus seguidores. Ello conllevará un enfrentamiento entre unos y otros que modificará el Universo Marvel (de nuevo).
No debieron quedar muy satisfechos los popes de Marvel y Disney con los anteriores megaeventos porque para este han decidido aplicar lo de los experimentos con gaseosa y acogerse a una formula comercialmente tan vieja casi como el mismo Universo Marvel que señala que si se enfrenta a los superhéroes entre sí las ventas se incrementan. De este modo se ha decidido actualizar un enfrentamiento clásico entre los dos grandes supergrupos del Universo Marvel, los ortodoxos y formalitos Vengadores y los rebeldes y heteródoxos mutantes, algo que ya leímos los más viejos del lugar en el  “Marvel Heroes” de Forum en el que se publicó la original serie limitada que enfrentó a ambos grupos cortesía de Roger Stern y Marc Silvestri en la que enjuiciaban a Magneto y que aparte de resultar igual de espectacular añadía además el contar una historia.

 Analizada la jugada y la referencia, no quiero decir con ello que el equipo de creativos que ha sacado adelante este macroevento no haya cumplido con los objetivos marcados por la editorial, sin embargo, la historia que es lo que realmente debería contar para el lector escrita a varias manos por los Bendis, Aaron, Brubaker, Hickman y Fraction resulta muy pobre y obedece simplemente a cubrir el expediente ofreciendo simplemente un espectáculo con mucha figura pero esquemático y pobre en su desarrollo, esbozando en el mejor de los casos solo algunos de los conflictos que conlleva forzar las cosas entre dos grupos cuyos miembros están tan entremezclados e interrelacionados.

De este modo, deja la sensación la miniserie que lo que menos importaba era la historia a contar para simplemente dejar esbozados los grandes rasgos a desarrollar – o no- en el futuro en esta esquemática historia. La cosa tiene visos de ser tan poco seria que ni siquiera la enésima muerte de uno de los personajes emblemáticos de Marvel reviste ninguna épica, seguros unos y otros que más pronto que tarde será resucitado.

En el aspecto gráfico, la serie limitada ha sido desarrollada por la santísima trinadad formada por John Romita Jr., Olivier Coipel y Adam Kubert para aplicar la fórmula de máxima espectacularidad por mínima narración con lo que abunda el abuso de grandes viñetas y splash pages, personajes planos y figurantes que pasaban por allí sin aportar realmente  nada a la historia. Los tres dibujantes consiguen un producto bastante homogéneo sin que ninguno destaque excesivamente por encima de los demás.
En fin, “Los Vengadores VS. La Patrulla X” cumplirá sobradamente con los objetivos editoriales impuestos y seguramente sea un éxito de ventas, mercadotecnia y demás pero no deja de resultar triste que por el camino se hayan dejado por el camino una historia con los suficientes mimbres como para haber sido tan redonda, dramática y épica como se publicita.

domingo, 24 de marzo de 2013

No matemos al mensajero o la crisis infinita de la industria del Cómic en España.



Suponíamos que íbamos a pasar una tarde de sábado tranquila más cuando Antonio Martín, veterano y experimentado editor de cómics en España, nos avisaba desde las redes sociales (El texto se puede leer aquí) de lo mal que anda la industria del cómic en España, dejando caer incluso una pullita a los defensores de la novela gráfica que hizo que algunos de estos contestaran por el mismo canal enquistándose de nuevo un debate que podría haber sido constructivo y del que podían surgir ideas para contrarrestar en la medida de lo posible la crisis del sector y del medio.

Más allá de lo de la lucha en torno a novela gráfica, sí o novela gráfica, no, que se ha convertido en los últimos años en una especie de guerra teológica en la que autores, editores, teóricos, críticos, divulgadores y aficionados que tengo por inteligentes se enrocan en torno a agravios reales o imaginados en un debate que no va a ninguna parte, el señor Martin avisa de una situación desesperada de algunas editoriales, en particular, y de la Industria, en general,  a la que todos los que de algún modo u otro amamos los tebeos, cómics, novelas graficas y demás denominaciones deberíamos prestar oídos para aportar ideas constructivas.

La crisis de la industria del Cómic en España, que nunca ha sido excesivamente boyante por  lo que la histórica opacidad en torno a sus cifras deja intuir,  en esta ocasión está intrínsecamente relacionada con la galopante crisis nacional e internacional que padecemos y que lleva según la prensa a que uno de cada cuatro españoles sea pobre…Y los pobres ni van al cine, ni van al fútbol, ni mucho menos compran tebeos o novelas gráficas que a la fuerza se han ido encareciendo para convertirse en un producto de lujo alejado cada vez más de los formatos populares que florecieron en sus mejores épocas. De ese modo difícilmente la innegable calidad media de los cómics contemporáneos llega realmente a la gente. En ese sentido, no deja de ser curioso que la industria del cómic se formó precisamente en las décadas posteriores al Crack del 29.

La industria del Cómic patria ha tenido su propia burbuja en los años previos y ahora como tantas otras ha estallado debido a su propia precariedad y al exceso de oferta y diversidad autoral frente a una demanda de unos pocos ¿cientos? de abnegados y fieles aficionados que no pueden absorber tanto título y menos en un panorama de depresión económica como la actual. La solución no es sencilla pero en todo caso pasará por ganar lectores de los que compran tebeos y no solo los leen lo que ha de suponer un replanteo de los modelos editoriales actuales que pase por la divulgación y el abaratamiento de los formatos.

Es cierto que las noticias de Antonio Martín no son nuevas ni sorprendentes pero es un mal comienzo matar al mensajero y confundir el debate que propone con otras cuestiones bizarras de forma que hasta el momento no han hecho más que enquistar el mundillo de la viñeta porque más allá de las cuestiones de estilo en el fondo están en juego puestos de trabajo y  pequeños negocios.

En este caso las gentes de las viñetas deberían remar todas en la misma dirección, opino. Ahora que cada cuál haga lo que quiera o lo que pueda.

sábado, 23 de marzo de 2013

Y van seis…



…Impacientes años –y un  par de semanas- de blog, compartiendo parte de mis lecturas con todo el que se precie leer estas entradas.

Podría decir que parece que fue ayer pero en realidad muchas cosas han pasado en mi vida este tiempo. Buenas, malas y regulares como a todo el mundo  pero, de momento, he superado el desafío autoimpuesto y un año más he logrado sacar tiempo para ir actualizando el blog casi a diario con un nuevo contenido original en torno a los cómics, ese medio de expresión bastardo y pendenciero que todo el mundo parece conocer muy bien pero nadie parece querer mucho y que a mí cada vez me apasiona más.

De hecho, el Cómic ha monopolizado tanto el blog que secciones como la de Cine o Libros se han visto bastante reducidas este año lo que incluso me ha llevado a pensar si multiplicarme y publicar en un blog paralelo esos contenidos. Sin embargo, de momento, he decidido aparcar ese proyecto porque no doy para más aunque la idea de un blog sobre Cine y Televisión me tienta.

Pero, bueno, ni siquiera sé si seré capaz de seguir el ritmo de publicación en El Lector Impaciente otro año apoyado por todos aquellos que desde vuestro silencio o más importante los comentarios me animáis a continuar. Gracias y vamos a intentar continuar durante otro año...

Impacientes Saludos.

viernes, 22 de marzo de 2013

“Grandes autores de Batman: Mi Principio…y mi probable fin”, de Alan Davis y Mike W. Barr.




Hoy he desempolvado de mi colección de Batman de Zinco los números en los que se publicó  la corta etapa del exquisito dibujante británico Alan Davis en la serie de “Detective Comics” a mediados de los ochenta y que ECC Ediciones acaba de reeditar en un apañado volumen. A pesar que llevaba bastantes años sin releerlos, me han vuelto a enganchar como hace tantos años gracias no solo al trabajo del por aquel entonces joven Davis sino sobre todo por las sencillas y amenas tramas ideadas por el siempre efectivo y generalmente poco valorado Mike W. Barr.

En estos números que van del 569 al 574, Barr construye unas tramas detectivescas más tributarias del pop inocentón de la serie televisiva  protagonizada por Adam West que del oscurantismo justiciero que impondría Frank Miller. De este modo, Barr construye un conjunto de historias frenéticas en la que el dúo dinámico formado por Batman y el segundo Robin, Jason Todd se enfrentan a algunos de sus enemigos clásicos como el Joker, el Espantapájaros y el Sombrerero Loco.

La versión de Barr de Batman es bastante amable y humana, mostrando a un superhéroe que resuelve sus casos tanto con los puños como con la inteligencia, constantemente preocupado por la educación de Todd y que incluso se permite más de un guiño humorístico y sentimental. Especialmente curiosa resulta la historia correspondiente al número 572 en la que se celebraba el 50 aniversario de la publicación y en la que Barr monta una historia en la que aparecen algunos de los principales personajes que fueron protagonistas de la cabecera aparte de Batman, apareciendo en ella el Hombre Elástico, el detective Slam Bradley o el mismísimo Sherlock Holmes.

En el aspecto gráfico, nos encontramos con un Alan Davis al inicio de su aventura norteamericana y antes de su salto en la fama tras su irrupción en Marvel bien secundado como entintador por Paul Neary. Davis, que ya conocía perfectamente la idiosincrasia del personaje al haber dibujado previamente la serie de “Batman y los Outsiders”, se compenetra perfectamente con el estilo de historia detectivesca y naif planteado por Barr, consiguiendo  aportarle un tono eisneriano -más allá que la referencia más evidente en su Batman sea quizás la de Gil Kane- que se referencia directamente en “The Spirit”. Es cierto que quizás no sea uno de los trabajo más personales de Davis pero el dibujante cumple con efectividad y elegancia (porque este hombre no sabe dibujar feo) e incluso en el último número se suelta para desplegar todo su talento gráfico en una historia, marcada por los flashbacks, en la que rompe con el encorsetamiento típico en los cómics de la época y se acerca a los planteamientos estilísticos de otro de sus grandes modelos, Neal Adams.

El tomo publicado por ECC Ediciones no incluye todo el material realizado por Davis para Batman ya que no incluye la estupenda historia de “Batman: Año Dos” de la que Davis dibujase el primer capítulo  y acabase otro pipiolo llamado Todd McFarlane, pero es de suponer que ECC la reeditará en breve. Con todo, este tomo incluye un excelente material, que marcó a los que lo leímos en su momento y que hará las delicias de todos los seguidores de ese maravilloso dibujante llamado Alan Davis.

jueves, 21 de marzo de 2013

“Saucer Country 1: Carrera”, de Paul Cornell y Ryan Kelly.



Dentro del sello en liquidación en que se ha convertido Vertigo, con algunos de sus mejores series de los últimos tiempos como DMZ o “Scalped” concluidas y otras languideciendo en la complacencia como “Fábulas y sus secuelas, es agradable encontrar una nueva serie como “Saucer Country” , de la que ECC acaba de publicar un tomo con los seis primeros números de la serie regular, que viene a aportar un poco de vitalidad a tan deprimente panorama.

Saucer Country” nos cuenta la historia de Arcada Alvarado, gobernadora de ascendencia mexicana de  Nuevo México y candidata a la  presidenta de los Estados Unidos, que aborda junto a su equipo de campaña  el viaje electoral por todo Estados Unidos para conseguir la elección. Hasta ahí todo normal, salvo por el hecho que Alvarado y su ex fueron abducidos por unos alienígenas con forma de hombrecillos verdes que tras violarles analmente amenazaron con volver para conquistar el planeta. La atribulada candidata ha de bregar junto a sus asesores con la verdad o la mentira tras la abducion y la amenaza que representa para lo que necesita llegar a la presidencia al tiempo que encubren sus razones para que la gente no la tome por loca.

El guionista Paul Cornell, conocido principalmente por haber guionizado algunas temporadas de la serie del “Doctor Who”, presenta una serie que se aleja de los clichés de fantasía que han dominado en los últimos tiempos en el sello Vertigo para ofrecer una historia llena de posibilidades en la que se mezcla la intriga política de la campaña electoral profundizando en una temática que ya pusiera de moda Brian K. Vaughan en “Ex Machina” con la temática conspiranocia en torno a la Ufología con un tratamiento que bebe directamente de series como “Expediente X” o películas como “Señales” de Shyamalan donde la ambigüedad en torno a la verosimilitud de lo narrado en el plano del lector es un elemento determinante para mantener el atractivo de la historia.

 Cornell presenta unos personajes bien construidos y sabe manejar con criterio la trama que plantea para que el lector no tenga muy claro en ningún momento si es todo el delirio de un par de pirados o un ejercicio sincero de compromiso de unas traumatizadas víctimas

En el aspecto gráfico, Ryan Kelly vuelve a demostrar que es un soberbio dibujante dando con el toque justo de realismo y fantasía que la historia precisa para conjugar esa difícil combinación para que el lector no tenga muy claro si lo que se le muestra desde el plano de los personajes es real o fantasía. Kelly del que ya habíamos disfrutado en series como “Local”, “DMZ”, o “Northlanders realiza un trabajo efectivo y se luce especialmente en las soberbias portadas de la serie.

En definitiva, “Saucer Country” es una propuesta diferente y una serie que se acerca desde una perspectiva original y llena de posibilidades a la Ufología y avistamientos. Veremos cómo sigue desarrollándose la serie en las próximas entregas. De momento, la verdad sigue ahí fuera.

miércoles, 20 de marzo de 2013

“Animal Man”, de Jeff Lemire, Travel Foreman, Steve Pugh y otros.




Si hasta el momento le he dedicado unas cuántas entradas a la nueva serie de “La Cosa del Pantano de Scott Snyder y Yannick Paquette ya es hora que le dedique al menos una a glosar una serie que en el NUDC se me antoja como si fuese su prima hermana dado lo interrelacionado de un argumento que hasta el momento se ha desarrollado en paralelo. Me refiero, claro, al “Animal Man”, guionizado por Jeff Lemire y dibujado habitualmente por Travel Foreman y Steve Pugh de la que ECC Ediciones ha publicado de momento dos entregas que recogen los números 1 a 11 de la serie norteamericana más el primer anual y el número 9 de “Frankenstein, agent of S.H.A.D.E.”, una de las series que de momento permanecen inéditas en España.

Si en “Swamp Thing”,  hemos visto como se desarrollaba el enfrentamiento entre La Cosa del Pantano, el Campeón del Verde, contra la Putrefacción, en “Animal Man”, Lemire nos ha presentado al Campeón del otro elemento primigenio el Rojo que es nada menos que la hija de cuatro años de Animal Man quién se convierte su protector durante una azarosa búsqueda en la que se ve envuelta toda la famita Baker de Swampy, mientras son acosados por los Cazadoresde la Putrefacción que intentan evitar el encuentro y que la pequeña desarrolle todo su poder.

Desde los tiempos de Morrison y Delano, le tengo bastante cariño al bueno de Buddy Baker, un superhéroe sui generis creado por Dave Wood y Carmine Infantino que suele priorizar el bienestar de su familia y su labor como militante ecologista antes que  desarrollar su propia carrera superheroica. En la nueva etapa del NUDC, Jeff Lemire, un autor hecho en el cómic independiente que ya demostró en “Nadie” y “Essex County” su talento para desarrollar historias de personajes peculiares, ha sabido respetar esa idiosincrasia heredada del personaje que es su principal atractivo para mí, adaptándola a la larga trama en torno a la lucha de los respectivos campeones de los tres elementos – el Rojo, el Verde y la Putrefacción- que desembocará en el evento de “Mundo Putrefacto”.

 Para ello, Lemire ha embarcado al antihéroe y su familia en una frenética “road movie” de terror en la que la meta es el encuentro con Swampy mientras son perseguidos por macabros engendros de la Putrefacción al tiempo que va presentando distintos personajes que habitan en el Rojo como los Tótems y el Pastor que se convierten en la contrapartida al Parlamento de Árboles en la serie de La Cosa del Pantano”. Lemire desarrolla tramas eficaces y entretenidas, manteniendo con buen criterio el comportamiento típico de los personajes secundarios de la serie que son los que le otorgan la gracia a la serie de “Animal Man”.

En el aspecto gráfico, no puedo decir que Travel Foreman sea un dibujante que me entusiasme pero cumple con oficio aunque sin excesiva brillantez con su apartado. Foreman es un dibujante de trazo fino y suelto que me recuerda a los dibujantes ochenteros que se ocuparon inicialmente de series como “Hellblazer”, dibujantes como John Ridway o el primerizo Mark Buckingham pero sus personajes son fríos e impersonales lo que en una serie como esta  en la que  los personajes meramente humanos tienen una importancia capital quedan más patentes sus carencias. Por otro lado, Lemire alterna el dibujo de la serie en bastantes números con Steve Pugh un dibujante que además de oficio demuestra conocer perfectamente al personaje al haber trabajado anteriormente con él en la etapa de Delano y que poco a poco irá sustituyendo a un Foreman que pasará a ocuparse de otras cabeceras sin que le vaya a echar de menos.

La inclusión del número de  “Frankenstein, agent of S.H.A.D.E.”, no deja de ser pertinente al estar guionizado por el mismo Lemire bien secundando por el italiano Alberto Ponticellii, mostrar al célebre monstruo en una versión más cercana al “AIDP” de Mignolla que al clásico de Mary Shelley, enfrentarse con uno de los cazadores de la Putrefacción, aun cuando no deje de ser anecdótico en el desarrollo de la serie si hace preguntarse si a ECC no le convendría dar una oportunidad a una serie tan entretenida.

En fin “Animal Man” es una serie que gustará tanto a aquellos aficionados que empiecen a conocer al personaje en su nueva andadura dentro del NUDC como a los que ya le seguíamos de antiguo, siendo un buen ejemplo junto a La Cosa del Pantano” de dos  series que han encontrado gracias al buen trabajo de sus respectivos guionistas puntos de encuentro que les permiten afrontar con cierto optimismo el futuro inmediato.

martes, 19 de marzo de 2013

“American Vampiro 5”, de Scott Snyder, Rafael Albuquerque y otros.



ECC Ediciones publica la quinta entrega del ”American Vampire" de Scott Snyder y Rafael Albuquerque, una serie que poco a poco ha ido haciéndose un hueco para convertirse en una de las propuestas más serias e interesantes que han surgido en los últimos años en torno al icono vampírico. En esta quinta entrega, que reúne los números 26 a 33 de la serie regular, Snyder incorpora un episodio clave en la serie con la muerte -¿definitiva?- de uno de los personajes  más carismáticos y complejos presentados hasta el momento.
 

En “Los Nocturnos”, Cal Poole, uno de los vampiros americanos miembro de la organización de Los Vasallos, es enviado a mediados de los cincuenta a investigar en un pueblo de la racista Alabama la aparición de un aquelarre de vampiros de una especie aparentemente desconocida. Sin embargo, una vez allí, el taciturno Poole tendrá que enfrentarse no solo a las tensiones raciales y la aparición de unos vampiros que tienen sometida a la población sino además a la presencia de uno de sus seres queridos de su vida humana. En “La Lista Negra”, mientras Henry, el marido humano de la vampiro americana Pearl Jones, se recupera de las heridas sufridas por un ataque de vampiros rivales, esta es reclutada por la organización de Los Vasallos del Lucero del Alba para acabar con el aquelarre de vampiros holliwoodiense que la convirtió y atacó a Henry. La atribulada Pearl se apresta a su misión apoyada por el díscolo Skinner Sweet. sin sospechar que está en el punto de mira de una antigua enemiga.

Tras unos dibutativos inicios, Scott Snyder ha alcanzado cierta madurez en el desarrollo de la serie y los personajes y ahora se divierte jugando con ellos situando a sus atormentados y antiheroicos vampiros americanos en las situaciones más apuradas en el contexto de los momentos más determinantes de la historia reciente de los Estados Unidos, Así, si en la historia de “Los Nocturnos” otorga para dar protagonismo a un personaje reciente como el secundario Cal Poole en el contexto de las tensiones raciales de mediados de los años cincuenta, en “La Lista Negra” retoma el elenco de  personajes habituales para ofrecer un momento determinante en la historia de amor/odio entre Pearl Jones y Skinner Sweet situando mínimamente la historia en el contexto de la caza anticomunista en Hollywood liderada por el senador McCarthy. Más allá que la referencia al Macarthismo me parece algo traída de los pelos, Snyder construye un arco vibrante repleto de acontecimientos que se me antoja como uno de los más conseguidos de la serie hasta el momento.

Y es que poco a poco sin perder esa mínima referencia histórica característica de la serie, Snyder ha ido derivando en construir una historia vampírica paralela a la humana en la que gusta de enfrentar a las distintas facciones de vampiros unos con otros. En esta nueva entrega, Snyder recupera a algunos personajes que llevaban cierto tiempo sin aparecer para desarrollar una historia llena de acción y emoción.

En el aspecto gráfico, en “La Lista Negra”, Albuquerque vuelve a demostrar su buen hacer con su estilo característico basado en un dibujo expresivo y nervioso que encaja perfectamente con la imagen sanguinaria y bestial que Snyder ofrece de los vampiros y el ritmo trepidante que imprime a sus guiones, cubriendo con oficio su ausencia en la historia de “Los Nocturnos” Ricardo Buchielli, un versatil dibujante feísta de trazo grueso al que ya conocimos en “DMZ”, y el brasileño Roger Cruz.
 Snyder tras unos dubitativos principios parece haber encontrado ya el camino para sacar lo mejor de las tramas planteadas en su “American Vampire” con lo que es de esperar que la serie siga la línea ascendente iniciada en anteriores entregas. Diversión asegurada.