lunes, 3 de diciembre de 2012

“Parker 3: El Golpe”, de Darwyn Cooke.




Astiberri publica “El Golpe”, la tercera entrega de las adaptaciones al cómic -de las anteriores ya os comenté aquí y aquí-  que el canadiense Darwin Cooke viene realizando de las novelas del prolífico Donald Westlake (Richard Stark, para los amigos) protagonizadas por Parker, su personaje más emblemático.
En esta nueva entrega, a Parker le proponen abandonar su retiro dorado en Miami para dar un arriesgado golpe a toda una ciudad minera a instancias de un aficionado. Parker, que no se fía del soplón, ve el atraco múltiple como un auténtico desafío profesional a la altura de su legendaria reputación en el mundo del crimen y, a pesar de no tenerlas todas consigo, acepta organizar toda la operación, perfilando la huida y reclutando a los delincuentes profesionales que harán falta para llevar a cabo el atraco. Sin embargo, cuando tras la minuciosa preparación todo parecía ir bien las cosas acaban por torcerse de la manera más inesperada.

Alain Cavalier en 1967, al adaptar al cine la novela de Westlake bajo el título “Saqueo en la Ciudad”, realizó un primoroso ejercicio de estilo incorporando a los ritmos pausados del polar francés la intensidad cruda de la novela de Westlake que Cooke ha intentando imitar, desde su propia identidad autoral y aprovechando los hallazgos de las dos primeras adaptaciones, en su adaptación al cómic de  El golpe”.Sin embargo, los ritmos del género negro en lo literario y cinematográfico son distintos que los del cómic y la historia de Cooke impecable en lo formal – partiendo de la base de un evocador bitono que en cada entrega modifica, combinando el negro con otro color, en este caso el amarillo, que le otorga a cada una de las entregas su propia identidad gráfica-,  en lo narrativo va perdiendo fuelle conforme avanza para desembocar en un desenlace soso y anticlimático en parte debido a la propia frialdad intrínseca al estilo minimalista, preciosista y retro de Cooke y en parte a su decisión autoral de regodearse la descripción de los elementos psicológicos y organizativos de la trama, sintetizando en demasía el meollo oscuro y sucio de la obra de Westlake.

De este modo, “El Golpe” de Cooke va de más a menos, con un impresionante capítulo inicial en el que el autor logra transmitir la fuerza del relato y de su carismático protagonista con una narración gráfica carente de texto en la que la escenificación impresionista y las elegantes soluciones gráficas se combinan con acierto para reflejar la crudeza del protagonista y el ambiente furtivo en el que se mueve. 

El magnífico arranque eisneriano se va difuminando conforme la obra avanza organizada en cuatro libros o capítulos. Así,  tras el alistamiento de Parker y la organización del golpe – muy divertida la broma-homenaje para entendidos de Cooke al usar las facciones de algunos de sus amigos y colegas (Steranko, Cho, Noto, etc.…) para caracterizar a algunos de los compinches de Parker-  se pasa a la ejecución y la huida usando la secuencia temporal para remarcar el paso del tiempo. Sin embargo, la obra de un planteamiento en los capítulos iniciales con un protagonista definido (Parker) pasa a una coralidad de voces conforme Cooke incorpora más personajes a la historia que la torna más confusa,  llegando a la ruptura definitiva con la anticlimatica plasmación de las ensoñaciones introspectivas de Grofield, uno de los cómplices de Parker, que acaba por poner en peligro todo el plan y precipita y desvirtua la descripción del fiasco final.
 A pesar que el resultado está lejos de resultar redondo sobre todo porque en mi opinión hubiera requerido de una mayor extensión, “El Golpe” se lee con agrado y se disfruta gracias a la excelente labor gráfica de Cooke, un magnífico dibujante, aunque a mí entender una vez más fracasa a la hora de adaptar la esencia dura y descarnada de la obra original, resultado su traslación un ejercicio de estilo más efectista que efectivo que da como resultado un estupendo cómic pero una mediocre adaptación. Veremos si a la cuarta va la vencida.