viernes, 28 de septiembre de 2012

“Vengadores Secretos: Los Descendientes”, de Rick Remender y Gabriel Hardman.




Chsssst…Es un secreto, pero al final me he desdicho de mi idea inicial de no seguir con la serie de “Los Vengadores Secretos” tras el nuevo relevo de guionista y el buen sabor de boca que me dejó Ellis y he picado con el primer arco argumental de su sustituto, Rick Remender. Todo hay que decirlo y buena parte de culpa de mi poca resistencia se ha debido a que el tebeo me ha entrado por los ojos gracias a las espectaculares portadas de un Arthur Adams que ya me gustaría se prodigase más.

 
Remender se lanza a la piscina de “Los Vengadores Secretos” -tras haber probado la temperatura del agua en el número anterior en un episodio autoconclusivo en el que el Capi convence a Ojo de Halcón para que ocupe el liderazgo del grupo- en los números 19 y 20 de la edición de Panini con un arco llamado “Los Descendientes”. Al grupo que ya conocíamos, se unen nuevos miembros al tiempo que han de hacer frente a una nueva amenaza potencial de esas para las que se creó el grupo cuando descubren toda una ciudad secreta de robots y similares gobernados por un misterioso Padre que esperan el momento de, como no, dominar el mundo. Los robóticos no son originales sino que reciclan a buena parte de la chatarra que el Universo Marvel ha ido generando desde que existe y por ahí pululan divididos en castas muertebots, visiones, hombres máquinas, simulacros de vida, centinelas, cosechadores y adaptoides.


No había leído anteriormente nada de Rick Remender pero he de reconocer que en este arco demuestra al menos que conoce el Universo Marvel y “Los Vengadores”, tiene ganas y un proyecto de historia propio que desarrollar inspirado en una de las mejores sagas de la etapa de Roger Stern y John Buscema, Heavy Metal”, sin dejarse lastrar por la herencia recibida del omnipresente Brubaker que, para bien y para mal, había monopolizado la serie hasta ahora y de la que Ellis con muy buen criterio pasó totalmente.

Remender parece tener al menos un conocimiento del medio suficiente como para hacer interesante una serie regular y sabe generar más incógnitas que las que va resolviendo en sus tramas con las que mantener atrapado al lector. Por otro lado, también es de agradecerle que por primera vez en lo que llevamos de serie encontremos a un guionista que parece apostar por otorgar su cota de participación a todos los personajes y no marginar a algunos para centrarse exclusivamente con los que le apetece, como hizo Brubaker, y sea capaz de caracterizarlos adecuadamente en función a la personalidad que les conocemos e interrelacionarlos (es de agradecer que por fin veamos una Bestia cercana a la que todos conocemos y el Capitán Britania sea el tontorrón estirado que debe ser para que haga gracia).


En el aspecto gráfico, Gabriel Hardman, un artista veterano en la confección de storyboards pero con corta experiencia en cómics, cumple sin entusiasmar. Se trata de un dibujante de corte realista y sombrío del estilo de Epting o Lark (aunque no es ni Epting ni Lark) que a mi juicio no cuenta con la suficiente espectacularidad para dibujar una serie de “Los Vengadores” por muy secretos que sean ya que en las partes que requieren acción resulta bastante forzado. A ver si logran convencer a Arthur Adams
En los próximos números, parece que la serie se embarca en el megaevento “Patrulla-X vs. Los Vengadores” que, en principio, me da bastante pereza. Pero, bueno, ¿quién sabe? Ya os contaré si eso.