jueves, 12 de julio de 2012

“Liga de la Justicia Oscura 1”, de Mikel Janin y Peter Milligan.

Una de las propuestas más desconcertantes y discutibles que nos está dejando el NUDC tras “Flashpoint” es la serie de la “Liga de la Justicia Oscura” de la que ECC acaba de publicar los primeros cuatro números. Discutible porque para la conformación de este supergrupo de seres místicos se han reintegrado en el universo superheroico tradicional por arte de “Flashpoint” y la floja “Flashpoint: Siete Secretos” a personajes como Constantine o Shade que llevaban décadas en el sello Vertigo y desconcertante porque aparte de estos dos que no son precisamente normalitos el resto del grupo lo conforman algunos de los superhéroes místicos más grillados, extraños e inestables del extenso panteón místico de DC, personajes como Madame Xanadú, Paloma, Deadman, Zatanna o Mindwarp a los que hay que unir los dos angelitos anteriormente mencionados… Telita para cualquier guionista, salvo que se sea alguien tan rarito como los personajes como Peter Milligan.

En estos primeros cuatro números –discutible la edición por parte de ECC de no haber esperado a publicar el arco argumental completo o al menos hasta el momento en que Milligan le ha cedido los trastos a Lemire- asistimos a la aparición de una amenaza mística de consecuencias imprevisibles consecuencia de la esquizofrenia de La Encantadora. Cuando los héroes tradicionales fallan, los héroes místicos se van uniendo (o algo así) para hacer frente a la amenaza.
Vaya contraste de leer la “Batgirl que comentábamos ayer en la que Simone es tan convencional y tan clarita frente a esta “Liga de la Justicia Oscura” que avisa desde el título ante todo es un galimatías oscuro y confuso que a estas alturas de la fiesta no se sabe si se va a convertir en la “Doom Patrol” del siglo XXI o la van a cancelar a las primeras de cambio (cancelar no la han cancelado pero en EEUU por lo que se ve ya han sustituido a Milligan por Jeff Lemire). Estos cuatro números en los que Milligan presenta a los personajes y describe el potencial de la amenaza de la Encantadora no dejan de ser epatantes aunque plantea más dudas sobre las posibilidades de la serie que garantías ofrece Milligan. Quizás en la próxima entrega, todo se aclare y deba aplaudir la maestría de Milligan una vez más pero de momento no pasa de ser todo raro, raro, raro.
En cambio, en el aspecto gráfico, la serie sí me está gustando bastante con el español Mikel Janin brillando a gran nivel y dando a la serie una atmósfera (sí, otra vez) oscura y opresiva que le va bastante bien inspirada en cierta medida en el   Chris Bachalo de la clásica “Shade, El Hombre Cambiante” pero adaptado a las modas superheroicas actuales.

En fin, veremos si este extraño experimento entre las convenciones superheroicas y el terror psicodélico y lovecraftiano que Milligan tan bien desarrolló en la Vertigo ochentera se consolida. De momento, tengo mis dudas pero a Milligan siempre le doy el beneficio de la duda y Janin es un dibujante a seguir.