viernes, 13 de abril de 2012

Cinco años y un mes de Lector Impaciente.

Pues sí, este año se me pasó la acostumbrada entrada anunciando que este Lector Impaciente donde nos reunimos casi todos los días para comentar sobre tebeos ha cumplido  un lustro nada menos. Un blog en el que tiene cabida todo el que quiera compartir la afición por estas cosas tan mal vistas de la cultura o incultura popular, en general, y el cómic, en particular, abierto a debatir siempre desde la educación y el respeto .



Haciendo balance del último año de blog, este se puede definir como un año de resistencia frente  al panorama tan deprimente que vivimos y que, en mayor o menor medida, nos afecta a todos y a todo.  El mundillo del cómic también lo ha notado y el entusiasmo que se notaba en los primeros años ha ido desapareciendo, instalándose una especie de tristeza expectante en el ambiente que paraliza y quita las ganas de todo. Mirando un poco por encima y ciñéndonos solo a  los cómics, en este año entre amigos aficionados que lo están pasando mal, blogs históricos que han cerrado o reducido su actividad, grandes autores que han desaparecido y el desgaste que conlleva el ir viendo los movimientos o la ausencia de estos de unos y otros, apenas ha habido buenas noticias que generen ilusión y casi parece una locura seguir manteniendo  un blog de actualización diaria que va más allá de la mera información de novedades y reproducción de notas de prensa.

Aunque es evidente que la fiebre de los blogs ha pasado de moda, al menos para mí me siguen pareciendo  una magnífica herramienta de divulgación e intercambio y, sobre todo, un modo de entrar en contacto con otros aficionados con los que compartir intereses y experiencias, por lo que no deja de ser gratificante seguir reencontrándome virtualmente por aquí o por algunos de los blogs supervivientes que frecuento con gente que todavía sigue perseverando y parece tener intereseses comunes y sensibilidades afines.

Hecho balance y formulada una vez más la pregunta fatal sobre si me merece la pena seguir con el blog otro año con el desgaste que conlleva la contestación no puede ser más que sí, un día más, un año más, mientras el cuerpo y las ganas aguanten porque un blog como todo en la vida es una cuestión de resistencia. Bueno, Benedetti lo explica mejor:

"No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda, y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estás solo, ¡porque yo te quiero!"

Impacientes Saludos.