lunes, 12 de noviembre de 2012

“Liga de la Justicia Oscura 2: El alzamiento de los vampiros”, de Peter Milligan, Mikel Janin, Joshua Hale Pialkov, Andrea Sorrentino y Daniel Sempere.




La elección de ECC de editar distintas colecciones del Nuevo Universo DC en tomillos cuatrimestrales de cuatro grapas en lugar de optar por una edición más flexible, que recoja arcos argumentales completos, les va a traer disgustos en las ventas, más allá de la calidad del material publicado, y lo que ocurre en esta serie es un claro ejemplo.

  La Liga de la Justicia Oscura” parte de una idea atractiva -englobar a los superhéroes místicos más grillados de DC en un grupo- pero tras su correcto inicio en este nuevo tomo resulta completamente incomprensible para quiénes  quieran echarle un vistazo sin haberse leído la primera entrega. Y es que, si tenemos en cuenta que en estos cuatro números se incluye la conclusión del arco de laprimera entrega y se inicia el nuevo titulado “El Alzamiento de los Vampiros” en el que se incorpora solo una parte del crossover con otra de las nuevas series ,“Yo, Vampiro”, más de un aficionado va a necesitar de la magia para no volverse tan loco como los protagonistas intentando poner orden a este galimatías (y, para más inri, la portada elegida para este recopilatorio es la del número siete de “Yo, Vampiro” y no alguna de las de la serie que le da título).

 Lo único claro en todo este desbarajuste es que esta segunda entrega de “La Liga de la Justicia Oscura” incluye los números cinco a siete  de esta serie  y el siete de “Yo Vampiro” de la numeración de sus respectivas ediciones yanquis y  que enlazaría con lo publicado en la primeraentrega del “Yo Vampiro” de ECC (a estas alturas, y antes que me preguntéis en los comentarios ya adelanto que la editorial ha aclarado en su apartado de Consultas que los números 7 y 8 de “Yo, vampiro” relacionados con esta saga se van a publicar únicamente en esta cabecera y no en la propia y además debido al rígido formato de cuatro grapas por número español el siete en esta entrega y el ocho en la siguiente con lo que al lector que solo le interese esa serie le “obligarán” a beberse dos tazas de esta).

Tras desactivar la amenaza mística de La Encantadora, los distintos miembros de la Liga de la Justicia Oscura pretenden seguir con sus vidas por separado a pesar de las advertencias de Madame Xanadú sobre el destino fatal que les aguarda y los sueños premonitorios que sufren. Sin embargo, tendrán que volver a reunirse a su pesar para hacer frente en Gotham a Caín, el vampiro primigenio liberado tras la muerte de Andrew Bennett y su ejército de No Muertos.

Una de las premisas que tenían clara los planificadores del NUDC (o sea, Dan Didio y Jim Lee) al pretender simplificar el universo DC original es que las series y los personajes que las protagonizan interactuarán más con la justificación de intentar dotar de una mayor solidez al Nuevo Universo (y otra – real- de  aumentar las ventas globales) interrelacionando las series entre sí y presentando de ese modo a los nuevos personajes a los aficionados. Siguiendo esas premisas, nos encontramos con historias como las incluidas en este segundo tomo de la “La Liga de la Justicia Oscura” en la que no solo aparecen los personajes de ambas cabeceras entrecruzadas sino que además atisbamos a otros, como Frankenstein y los Agentes de Shade, Batgirl o el mismísimo Batman.

El resultado es un despiporre memorable para una serie que Milligan  ya planteaba de por sí caótica y que tiene como uno de sus principales atractivos el que los miembros del grupo anden siempre a la gresca. En ese sentido, Milligan cumple, y más allá de lo delirante y anecdótico que resulta todo el tinglado alucinógeno de la Encantadora y los Vampiros, lo más divertido es comprobar lo mal que se llevan estos personajes entre sí e intuir hasta donde podría haber llegado un tipo tan sádico con sus personajes como Milligan con esta materia prima si no le hubieran cortado las alas tan pronto (tras la conclusión de “El Alzamiento de los Vampiros” , Milligan pasó a guionizar “Stormwatch” siendo sustituido en esta serie, primero, por Jeff Lemire y, después, por  John Michael Straczinsky).

Lo mejor de esta desconcertante entrega, es disfrutar del dibujo de  Mikel Janin y Daniel Sempere (en el número que le sustituye), quiénes despliegan su buen hacer para reflejar todo tipo de espantajos místicos y planos oníricos psicodélicos junto a despampanantes y bellas heroínas poniendo de paso algo de orden en el cuidadoso caos ideado por Milligan, y Andrea Sorrentino, el dibujante de “Yo Vampiro”, que sorprenderá por su elegancia fotorrealista que tanto recuerda para bien y para mal a Jae Lee a los que no le conozcan todavía.

En fin, lo lógico es que este tomo hubiera incluido todo el arco de “El alzamiento de los vampiros” completo pero al no ser así espero que ECC se replantee la edición de esta serie y en la próxima entrega publique el final de “El Alzamiento de los Vampiros” y el arco completo guionizado por Lemire porque de otro modo van a perder muchos potenciales seguidores.

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