viernes, 11 de marzo de 2011

“Hágase el Caos. Lux”, de Hernández Cava y Bartolomé Seguí.


En la neblinosa Londres de los años cincuenta un hombre camina por las poco transitadas calles con una bomba bajo el brazo…Así comienzan las primeras páginas de “Hágase el Caos. Lux” la esperada primera parte de la nueva obra de los flamantes ganadores del Premio Nacional del Cómic 2009 Hernández Cava y Seguí que acaba de publicar Norma Editorial y en la que los autores se acercan al género de espías.

Alex, un químico forense de Scotland Yard de origen serbio, es informado del atropello de su madre quién le llevó al Reino Unido de pequeño y con la que mantenía una distante relación tras haberla ingresado en una residencia. Cuando Alex empieza a investigar la misteriosa muerte, irá descubriendo que su madre era una persona muy diferente a la que creía conocer, relacionada con los grupos opositores al carismático líder yugoslavo Tito, convirtiéndose en una pieza más en una partida de espionaje entre los servicios secretos británicos, el MI15 y el MI16, y los opositores que planean atentar contra la vida de Tito en su primer viaje al extranjero.

Hágase el Caos. Lux”, como buena historia de género que es, engancha desde el inicio gracias a su inteligente planteamiento elíptico, la cuidada ambientación y caracterización de los personajes -emparentada directamente con los Greene, Le Carré o Ambler, clásicos literarios que hicieron grande el género en la posguerra mundial, a los que los autores homenajean en esta historia compleja y documentada en torno a una de las figuras históricas más carismáticas y controvertidas de la segunda mitad del siglo pasado, el mariscal Tito- y el profundo conocimiento del medio que atesoran los autores. Y es que no nos engañemos esta historia en mano de otros autores menos expertos la historia de “Hágase el caos” resultaría en exceso previsible, farragosa y plomiza, sin embargo, el equipo formado por Cava&Seguí manejan inteligentemente los recursos del cómic para envolver al lector y mantenerlo atrapado en la densa neblina en la que se enmascara una trama en la que los misterios se encadenan sin parar, haciendo para el lector avezado en el género realmente agradable la presentación de tópicos y convenciones comunes al tiempo que el neófito directamente, alucinará ante la aparente sencillez en que la compleja trama es presentada.

Las numerosas cartelas y cuadros de texto se sitúan estratégicamente para no entorpecer sino complementar la detallista labor gráfica de Seguí y Hernández Cava -considerado por muchos como “el mejor” guionista de cómics del país- es un escritor lo suficientemente dotado como para atrapar con su prosa al lector con la descripción de los personajes y la contextualización de la historia, reforzando la atmósfera opresiva y neblinosa que es capaz de insuflar el dibujante mediante la sabia administración de una paleta de colores apagados y oscuros a la historia y transmitiendo al lector toda la tensión latente que la obra requiere, resultando el conjunto de la labor de los dos autores perfectamente compensado.

Quizás el único pero que se le pueda poner a “Hágase el Caos. Lux” es su carácter de obra incompleta que deja al lector con la miel en los labios a la espera de su conclusión en el segundo álbum aunque, imagino, que ello se deba a las exigencias editoriales de adaptar la obra al formato álbum de cuarenta y ocho páginas en lugar de haber presentado la obra en su conjunto en un único volumen unitario. Aun así, se trata de un excelente, culto, ameno y fiel acercamiento a uno de los géneros populares que nunca han de faltar en nuestras librerías. Ojalá la conclusión no se demore en exceso.

Otras obras de Cava&Seguí en El lector impaciente.

Las Serpientes Ciegas

2 comentarios:

David. dijo...

Es la compra ineludible del mes. Tengo muchas ganas de ver cómo se desenvuelve la historia.

Por cierto, que aunque no venga muy a cuento, no leí en su día "Las serpientes ciegas" y la biblioteca pública de mi nueva ciudad (me mudé por trabajo) no la tiene, de hecho veo que no está muy surtida. Lástima porque gracias a estas entidades he leído muchos libros y tebeos. Ojalá se refuerze el sistema de bibliotecas públicas, para que la cultura no se convierta en un privilegio.

Saludos.

PAblo dijo...

David,

Por lo que tengo entendido, el que haya más o menos cómics en las bibliótecas depende un poco de los gestores de cada biblioteca encargados de hacer los pedidos. Hay algunas que están bien surtidas y otras, por desgracia, no. Mi consejo es que les dés la tabarra. Si los usuarios solicitan las obras acabarán incorporándola. El acceso a la cultura nunca debería ser un privilegio.

Impacientes Saludos.