lunes, 27 de diciembre de 2010

Más visto que el TBO.

Era tal la importancia de esta publicación -220.000 ejemplares en uno de sus mejores años- y su implantación en la cultura popular de los años treinta a sesenta tal que dio lugar a la frase del título que todos hemos usado alguna vez.

Ahora se anuncia nuevo coleccionable y uno no puede más que reiterar todo lo que ya se ha dicho aquí hace pocos días.

Que se vea de nuevo el TBO y a sus grades autores en los kioscos. Pero, no solo que se les vea sino que se les lea y se les aprecie merced a una selección cuidada, comentada y contextualizada para que los nuevos lectores y aficionados puedan apreciarlos y que haga que merezca la pena seguirla más allá del aluvión de la “oferta de lanzamiento”.

De otro modo, esto es disparar balas de fogueo.

Selección mínima del 2010 de El lector impaciente.

Pues sí, esta semana empezamos con los balances, listados e informes donde cada uno aportará su granito de arena sobre el estado cultural de la nación y cuáles han sido las mejores lecturas del año.

A mí, como siempre, estas cosas me dan una pereza infinita (aparte que la falta de tiempo me puede y sinceramente creo que están porn encima de mis limitadas posibilidades) así que me limitaré a dar mi personalísima opinión sobre lo ya comentado en el blog a lo largo del último año. Un año que ha sido bastante bueno en cuanto a la calidad de nuevas lecturas tebeisticas gracias básicamente a las reediciones de todo pelaje y en Literatura podríamos decir que se ha mantenido, pero que en cine ha ido a peor haciéndome en los últimos tiempos perder la ilusión -no sé si definitivamente- hacia el séptimo arte y llevándome a dejar desierta la categoría.

El mejor tebeo del 2010 para El lector impaciente ha sido:

Notas al pie de Gaza”, de Joe Sacco.

El mejor libro del 2010 para El lector impaciente ha sido:

“Anatomía de un instante”, de Javier Cercás.