viernes, 10 de diciembre de 2010

“Hiram Lowatt y Plácido: Los Ogros”, de David B. y Christophe Blain.

Tras la sorpresa que supuso “La rebelión de Hop-Frog”, el primer álbum de “Las aventuras de Hiram Lowatt y Plácido”, estábamos prevenidos ante la creatividad desplegada por el tandem creativo compuesto por David B. y Christophe Blain en su reinvención del Far West y esperábamos impacientes este segundo álbum. Y, en cierto modo, “Los ogros” no es un álbum tan original y sorprendente como aquél pero solo hasta cierto punto porque en otros aspectos lo supera .

El periodista Hiram Lowatt y su amigo el jefe de los Tonkawas, el taciturno Placido, acuden a una remota región del Yukon a dar un ciclo de conferencias. Allí son recibidos por el juez local quién les advierte de la seria amenaza de una tribu de indios, Los Cazadores de Fieras, que se atreven a asaltar a los blancos incluso en los núcleos urbanos. Sin embargo, Lowatt y Plácido pronto empezarán a desentrañar el misterio que guardan los imponentes y terroríficos lugareños que viven en los imponentes bosques del Yukon.

Como decía, “Los ogrosquizás no es un álbum que tenga las dosis de sorpresa que pudo producir la anterior entrega pero lo compensa con la excelente historia pergeñada por David B para construir un cuento gótico de terror más cercano al expresionismo alemán que a las convenciones del género western “Los ogros” es una historia de intriga y misterio sobre la condición humana en una curiosa mezcolanza de referencias que van desde un cuento gótico europeo como “La Bella y la Bestia” a las novelas de Jack London o Arthur Conan Doyle, punto de partida del que se sirve David B. para entretener al lector al tiempo al que orprende con las conexiones extrañas y desconcertantes que es capaz de imaginar .

A pesar de lo atractivo de esas premisas, el álbum se quedaría en poca cosa sin el talento gráfico desplegado por un Christophe Blain que convierte la tétrica ambientación de la obra a partir de tonos oscuros y trazos enérgicos y económicos en el verdadero hilo conductor del relato dando un giro de trescientos sesenta grados a la presentación estética de “La rebelión de Hop Frog” en la que los colores vivos e intensos aplicados directamente poca relación tienen con “Los Ogros”. Esa cuidada ambientación refuerza la caracterización de unos personajes hábilmente presentados aun cuando pueda parecer a primera vista que el estilo de Blain naif y descuidado no sea el más adecuado para una historia de terror. Sin embargo, conforme avanza, el discurso narrativo va ganando en intensidad y obliga a la imaginación del lector a rellenar con sus propios miedos las sombras que se esconden en lo más profundo del bosque logrando que poco a poco logre asuma el juego propuesto por el autor y se deje sobrecoger por su relato.

“Los Ogros” es un álbum intenso y emocionante que en su desarrollo recuerda más a las pautas de una tragedia operística que a las habituales y tópicas convenciones del Western capaz de sorprender al más descreído lector, y aunque es una lástima que la asociación David B.-Christophe Blain no siguiera ofreciendo nuevas obras ya que se trata de dos autores que se entienden a las mil maravillas resultando perfectamente complementarios los dos álbumes que componen esta serie se me antojan capitales para entender su posterior evolución pues muchos de los hallazgos estilísticos con los que Blain nos sorprendió en “Isaac, el pirata” ya se pueden encontrar en su plenitud en estos álbumes. En mi opinión, unos tebeos imprescindibles.

Sergio Aragonés, el rápido.


AH: Tienes la reputación de ser el dibujante más rápido del mundo y yo también lo creo así. Viéndote hacer bocetos aquí para los fans, no te lleva más tiempo dibujar a Groo que firmar con tu nombre. Cuando trabajas en una página de comic ¿cuánto tiempo te lleva hacerla?, quiero decir, algo como Groo.
ARAGONÉS: Depende, soy rápido cuando tengo que hacer una demostración enfrente de público. Claro, soy rápido porque ya está planeado, está muy bien pensado. Lo llevo haciendo durante toda mi vida así que sé dónde ponerlo todo. Por eso puedo dibujar a Alfred E. Newman en pocos segundos, pero eso no tiene nada que ver con la aplicación práctica a la hora de trabajar. Cuando estoy haciendo una página me lleva mucho más tiempo y no solo por el dibujo. Tengo que hacer una búsqueda, hacer los bocetos y muchas otras cosas. La velocidad a la hora de dibujar ayuda, porque mi estilo es muy suelto. Si tuviera que dibujar de forma realista sería mucho más lento. Gasto mucho más tiempo dibujando una catapulta que a uno de mis personajes.
AH: Es como en Asterix, con todos esos edificios dibujados de forma muy detallada en los fondos.
ARAGONÉS: Bueno, los europeos tienen un método de trabajo diferente. Yo tengo que publicar un cómic al mes. En Asterix, tienen que hacer dos páginas cada semana para poder publicarlas en una revista semanal, y cuando toda la historia está completa, la reúnen en un tomo. Yo hago todo el tomo, tengo que hacer 22 páginas y una portada cada mes. Así que tengo que hacer una página diaria, aunque no me supone problemas. La puedo hacer cómodamente, pero hacer una escena de dos páginas me lleva más tiempo así que no lo hago de una vez, hago un poco, luego vuelvo sobre mi trabajo, hago un poco más, vuelvo, etc..
Una vez estaba en la oficina de D.C comics con Joe Orlando, Joe Kubert y otros tíos y estábamos hablando sobre lo rápido que puedo hacer una página. Así que comenté “¿Por qué no lo cronometramos?, y Joe dijo: “OK, hazme una página para el comic bélico que estamos haciendo”. Me dieron un trozo de papel y me dijeron que empezara. Se pusieron a cronometrar, tuve una idea, la dibujé, fui a la habitación de consulta, eché un vistazo a algunos uniformes y acabé la página…y me llevó 35 minutos. Pero solo era una página de tres viñetas, con solo dos soldados y con un gag muy simple. Puede llevarme dos días hacer una página de Groo.
(Frog2000 lo ha vuelto a hacer y se ha currado la traducción de una interesante entrevista al gran Sergio Aragonés en la que el creador de “Groo, The Wanderer” analiza sus inicios y estilo de trabajo. La entrevista completa, aquí).