viernes, 12 de noviembre de 2010

“Carlos Gardel, la voz del tango”, de Muñoz y Sampayo.

Ya hablamos de la primera parte de este cómic por aquí en su momento cuando lo editó Planeta. Finalmente, aquella edición quedó lamentablemente en suspenso y en estos días Ediciones Zorro Rojo ha recuperado la obra completa en una cuidada edición integral. Y terminada la lectura no puedo dejar de asombrarme de cómo hay algunos autores –elegidos- capaces de llevar al cómic a un nuevo nivel.

El tratamiento de la biografía de Gardel realizado por los argentinos se aleja de las trilladas estructuras del biopic para desarrollar una obra ambiciosa, compleja y fascinante que se convierte tanto en un acercamiento al mito del cantante argentino y la red de ambigüedades, referencias cruzadas y leyendas que el mismo se dedicó a fomentar como una reflexión lúcida sobre la idiosincrasia de la argentinidad. A través de una estructura elíptica e inteligente que entrecruza presente y pasado los autores presentan todos esos datos que ayudaron a conformar el mito de un cantante del que realmente pocos datos contrastados se obtienen.

Muñoz y Sampayo reúnen las dispersas posiciones y referencias que se vierten sobre Gardel presentándolas a través de un acalorado debate televisivo, datos inconexos que el propio Gardel en la década de los treinta montó para engrandecer su figura, al tiempo que presentan la historia paralela de su supuesto asesino, quién contando con las claves quizás para dar nueva luz sobre su figura es hecho callar a las puertas del programa con lo que el debate y el mito permanecen intactos.

Estamos, sin duda, ante uno de los mejores trabajos del equipo formado por Muñoz y Sampayo que aprovechan los recursos propios y exclusivos del cómic para montar una historia de ambigüedades y verdades a medias en la que el lector acaba quizás llevándose una imagen más exacta de lo que significa la figura de Carlos Gardel que recurriendo a estudios y teorías más aburridas. La confianza entre los autores es total y el dominio de la narración gráfica de José Muñoz apabullante, lo que permite reducir el texto al mínimo y que sea el dibujo expresionista y oscuro de Muñoz sobre el que recaiga el peso del desarrollo de la obra. Muñoz es un dibujante fantástico, con un dominio del claroscuro apabullante aprendido directamente de grandes como Alberto Breccia o Pratt y en la excelente edición de Zorro Rojo se puede disfrutar de la fuerza de sus manchas y contrastes en toda su magnitud. Como es nota característica, en los fondos de la trama principal fluyen otras secundarias, no ya sólo la de las personas que de un modo u otro tuvieron alguna incidencia en la vida de Gardel, sino también la de las pequeñas intrahistorias que ayudan a ambientar y potenciar aquella con lo que cada página y casi cada viñeta tienen entidad propia dentro del discurso principal. Muñoz juega con el estilo para pasar de una traslación realista a otra que directamente caricaturiza a los personajes logrando que ambas armonicen en cadaa viñeta sin que el resultado resulte forzado ni antitético con lo que toda la obra adquiere una dimensión de gran guiñol plenamente calculado por los autores para reforzar el velo de irrealidad y ficción que rodea la leyenda de Gardel.

En definitiva, “Carlos Gardel, la voz del tango” es un cómic rico en matices que potencia y robustece las posibilidades de un medio cuyas posibilidades en las manos de autores tan talentosos como Muñoz y Sampayo se vuelven infinitas.

Si la edición de Planeta no era mala, la de Zorro Rojo es sencillamente espectacular. Tanto por la calidad extraordinaria de reproducción –creo que nunca antes se han visto los lápices de Muñoz tan bien reproducidos- como por la de los textos que complementan la obra escritos por los autores para los dos álbumes reunidos en el tomo en el que explican el germén y enfoque de la obra, como la acertada introducción de un texto de Julio Cortázar sobre Gardel extractado de “La vuelta al día en ochenta mundos”. Cuando las cosas se hacen con cuidado se nota. Mis felicitaciones a la editorial.

Tamara Drewe, ¿Tamara Drewe?...¡ Tamara Drewe!




Hoy se estrena la última película de Frears basada en el estupendo cómic de Possy Simmonds del que ya hablamos por aquí.

Tengo curiosidad, lo confieso, por ver la adaptación de Frears y, sin haber visto su actuación, me parece que Gemma Arterton, la actriz elegida para encarnar a la turgente y pícara Tamara tiene un físico adecuado y puede realizar una buena interpretación.

Sin embargo, yo no me quito de la cabeza que si la cantante Katy Perry hubiera estado interesada en pasarse a la interpretación con sus mohines y fotogenía habría sido una Tamara perfecta. ¿Vosotros qué opináis?