viernes, 23 de julio de 2010

Los Muertos Vivientes, ¿Los Muertos Vivientes? ¡¡Los Muertos Vivientes!!

Hasta ahora no he querido comentar nada pero ya el zombi que hay en mí no se aguanta más tras ver el cartel promocional de la serie televisiva que se está preparando del cómic de Robert Kirkman y Charlie Adlard.

Hay que destacar que tanto los vivos como los muertos trasladan perfectamente la estética de Adlard y Moore. Si los guiones estén a la altura de los de Kirkman tendremos zombis televisivos para rato.

Segundo trailer de “Red” de Robert Schwenke

No tiene mala pinta esta película basada en un cómic de Warren Ellis, publicado por Wildstorm y en España por Planeta imagino que pronto reeditado con película por medio) en el que un agente de la CIA retirado (Bruce Willis) debe reunir a sus antiguos equipo de operaciones (Morgan Freeman, John Malkovich y Helen Mirren) cuando es perseguido por unos asesinos.

La verdad es que el trailer promete entretenimiento con buenas dosis de acción y humor y el reparto tiene nombres de altura. Espero que la película no decepcione aunque el director, Robert Schwenke, no me diga nada.

“Slott Barr: La Confederación del Núcleo”, de Francisco Solano López y Ricardo Barreiro.


Hace unos meses, la emergente editorial 001 Editores me sorprendió gratamente con la noticia del inicio de una colección dedicada al excelente dibujante argentino, Francisco Solano López. Sorprendente por inesperada, ya que Solano López es un autor referencial del cómic argentino con una larga trayectoria cuya mayor parte de su obra continúa inédita en España y, aunque dudo que la colección vaya a ser completa dada la ingente cantidad de tebeos dibujados por este hombre y doy por seguro que faltarán algunas de sus obras más emblemáticas (“El Eternauta” lo ha editado Norma hace unos años y “Kelly, ojo mágico” lo ha empezado a editar Planeta este año) sí permitirá recuperar algunos de sus trabajos como, por ejemplo, “Slott Barr”, del que se ha publicado el primer volumen de los dos que compondrán la primera edición completa en España de este clásico de la ciencia ficción publicado por vez primera en 1976 en la revista “Skorpio”.

Slott Barr” tiene un inicio impactante con un astronauta perdido en mitad del espacio tras haber sufrido un accidente su nave espacial. Se trata de Slott Barr un tipo anónimo, brutote y pelín zoquete que se salvará de una muerte segura gracias a que en su camino se cruza un extraterrestre parasitario muy inteligente que le convierte en su huésped. El parásito en momentos de tensión y/o excitación se activa y le ayuda a salir con bien de las situaciones más complicadas. Barr vagará por distintos planetas en búsqueda de trabajo (lo que le llevará a vivir curiosas aventuras) hasta que adquiere conciencia de las desigualdades que existen entre los distintos planetas que conforman la Confederación y formará parte de los rebeldes que se oponen al poder de los planetas del Núcleo que de facto dominan al resto.

Más de treinta años pasados de su primera edición, “Slott Barr” aguanta bastante bien la lectura aunque uno no pueda evitar alguna sonrisa nostálgica ante la inocencia de algunos de los inventos y soluciones tecnológica que la imaginación de Ricardo Barreiro y el talento gráfico de Solano López idearon.

Barreiro se muestra como un guionista coherente, imaginativo y comprometid, influido en gran medida –y casi inevitablemente- por Oesterheld aunque no desdeñe tampoco otras influencias de autores claves del “space opera” como Heinlein, Anderson o Herbert, tiempo pero al mismo tiempo igual que Oesterheld dota de referencias clásicas a sus historias que van de los clásicos griegos a las novelas de H. Ridder Haggard. Barreiro recrea una confederación galáctica que convierte en escenario para trasladar la crítica social hacia los modelos económicos e imperialistas tan propios de su tiempo pero al igual que Oesterheld, no utiliza únicamente el género como un vehículo para criticar los modelos políticos de su tiempo sino que, al mismo tiempo da a sus personajes una dimensión más humana en su concienciación desde roles propios de un antihéroe preocupado por fines materiales tan ordinarios como el trabajo o el placer hasta un héroe romántico cabecilla de revoluciones.

Barreiro se muestra como un narrador original, divertido e ingenioso que tiene bastante claro que el principal fin de la serie es el entretenimiento por lo que no desdeña introducir elementos de humor en las historias – Slott Barr es un antihéroe que en su estado normal se muestra como bastante memo- así como un atenuado erotismo y coqueteos con el terror y el melodrama. Además, Barreiro tiene el mérito de sorprender con cada episodio en una serie que no hacia más que mejorar número a número desde sus primeros capítulos con una clara vocación pulp hacia historias como “Un planeta llamado Rebelión” (una historia que marca un cambio en el estilo y preocupaciones de la historia) en la que el autor da un giro más original en el tratamiento de la historia introduciendo un narrador interpuesto mediante un cuentista ciego - ¿se inspiraría Rafa Marín en parte en esta historia cuando se planteó la excelente “Lágrimas de Luz”?- para narrar la gesta de la rebelión de un planeta liderada por Slott Barr como una hazaña pasada para retomar el hilo temporal en los siguientes capítulos.

Barreiro forma un gran equipo con Solano López a estas alturas ya un autor completamente maduro y saca buen partido de la facilidad de este para el dibujo de los rostros al tiempo que muestra su habilidad como narrador para introducir al hilo de las historias cuadros de textos en los que Barreiro da rienda suelta a su fantasía explicando pormenorizadamente algunos de los adelantos tecnológicos que aparecen en las historias o notas y párrafos de supuestas obras históricas con lo que se refuerza la ambientación de la historia y que el dibujante es capaz de reflejar a la perfección. Solano López, a diferencia de otras obras como por ejemplo de “El Eternauta”, en la que se constreñía a viñetas más reducidas en las que se limitaba a esbozar los fondos, en “Slott Barr” incluso se permite dibujar alguna “splash page” y jugar más con la composición mostrando su talento para la recreación de distintos mundos y personajes fantásticos.

En definitiva, “Slott Barr” es todo un clásico del cómic de ciencia ficción, un “space opera” convencional y personal al mismo tiempo, que ningún aficionado debería perderse al que el tiempo, gracias al talento de sus autores, ha tratado con benevolencia y se lee con fluidez y agrado. La edición de 001 Ediciones está bastante bien a pesar de la reducción, respetando el original y al tiempo incorporando un buen surtido de artículos. Esperemos que no se demore demasiado la continuación de la obra y podamos disfrutar pronto de la conclusión de la serie..