martes, 23 de marzo de 2010

Crónica anunciada de la muerte del coleccionista de cómics.

El amigo Frog2000 lo cuenta muy bien en su blog. Son sus razones pero creo que muchos que hemos hecho del coleccionismo de cómic la principal de nuestras aficiones desde que echamos casi los dientes las compartimos con más o menos matices. Y podríamos incluso añadir alguna más…

El viejo – no por edad sino por años acumulando y releyendo papel impreso- aficionado que se hacia todas las colecciones y estaba al tanto de todo lo que se publicaba en España es (somos) una raza en peligro de extinción. Un grupo reducido de exaltados treinteañeros (también los hay cuarentones, estos son los más peligrosos…) que tienen tebeos de Vértice, Grijalbo o Zinco, lectores que, como galos irreductibles, incomodan a propios y extraños en la aldea global de la blogosfera y en los salones frente a la perita en dulce del lector ocasional, ese lector confiado y poco exigente dispuesto a dejar gustoso su dinero con cualquier edición adquirida en unos grandes almacenes y con pocos conocimientos de autores y estilos, un mirlo blanco joven y poco exigente que compra, lee y olvida a la espera del próximo estreno cinematográfico, dispuesto a ser presa fácil de hábiles y sutiles campañas publicitarias y no dar demasiado la vara. No como los resabiados esos que saben distinguir un escaneado de un original y denuncian a los cuatro vientos que en la viñeta siete de la página cinco del cómic X el rotulista (¿ese quién es?) se ha comido una preposición “a”. Si es que con gente así no hay quién salve la industria del cómic en España…

No nos engañemos, el coleccionista de cómics se ha convertido en una presencia incómoda en un mercado que, sin embargo y paradójicamente, ayuda a mantener a pesar de sus cíclicas crisis (crisis sobre todo para los autores y los aficionados esos que se dejan los dineros y a los que no les llega para intentar estar al tanto de todo, pero, ya se sabe, a río revuelto…), un soldado fiel que, como los que retrata Pérez-Reverte en su Alatriste se deja sus dineros sirviendo a unos señores que le decepcionan y ningunean continuamente más preocupados en crear falsas expectativas sobre la última reedición de un mediocre tebeo de hace treinta años que en pagar un corrector que compruebe la ortografía.

Y es que el coleccionista que se pasaba las horas muertas junto al dependiente de la librería, mimetizándose con él hasta el punto que ya no se sabían quién era quién está abocado a desaparecer como los dinosaurios (el librero también pero eso daría para otra entrada), ahogado por la falta de espacio, los otros vicios más o menos confesables, los precios abusivos, las hipotecas, las buenas y malas mujeres, los hijos y los avances tecnológicos que harán de sus amadas ediciones en papel en pocos años un lujo.

Quizás cuando todos desaparezcamos, y el mercado empiece a echar a faltar nuestra presencia alguien se dará cuenta que los mirlos blancos son caprichosos y proclives a emigrar a otros campos mejor abonados y que esos desalmados que se sabían de carrerilla el nombre de todos los personajes que aparecían en la portada del número 1 de “Alpha Flight” (edición Forum, of course) y el título de corrido de todos los “Jeremiah” (de Grijalbo, claro) y ahora compran directamente a EEUU o Francia o se bajan los tebeos de Internet habrían merecido un mejor trato con unas ediciones con una correcta calidad-precio. Y ese alguien se lamentará porque se hizo algo realmente mal en la edición de cómic en España cuando este dejó de ser popular para convertirse en un bien de lujo, generalmente mal editado.

De momento, amigos míos, somos leyenda…
(Ánimo Frog2000 y a aguantar el tirón).

“Brothers”, de Jim Sheridan.

A finales de los años ochenta, Michael Cimino estrenó una maravillosa película en la que exploraba los traumas que provocaba la vuelta a casa en los soldados estadounidenses que fueron torturados en Vietnam. Claro, estoy hablando de “El Cazador”, una de mis películas favoritas (no me pregunten cuántas tengo, porque son muchas lo cuál no habla demasiado bien de mi capacidad crítica) que, gracias a la impecable dirección de Cimino y las interpretaciones de un elenco de actores que hoy son superestrellas –Robert de Niro, Meryl Streep, Christopher Walken…- siempre logra emocionarme cuando vuelvo a verla de vez en cuando.

Treinta años y varias guerras después, el irlandés Jim Sheridan retoma el tema con “Brothers” en la que junto a otro trío de estupendos actores (Tobey Maguire, Nathalie Portman y Jake Gyllenhaal) aunque el resultado final quede lejos de aquella. Les cuento.

Tommy y Sam son dos hermanos muy unidos pero con vidas completamente distintas. Tommy es un bala perdida sin oficio ni beneficio que acaba de salir de la cárcel mientras que Sam es un “marine” ejemplar con una vida perfecta junto a Grace, su guapa esposa y sus dos hijitas. Sin embargo, las cosas se tuercen cuando Sam es destinado a Afganistán y en una misión es dado por muerto. Mientras, en Estados Unidos, toda su familia intenta superar la perdida, Sam realmente se encuentra prisionero de los talibanes y es sometido a todo tipo de torturas. Cuando finalmente es liberado y regresa a casa, tendrá que hacer frente al duro regreso a casa. Si quieren saber más, tendrán que ver la película.

Imaginaciones mías o no, la sombra de “El Cazador” planea sobre esta correcta cinta en la que Jim Sheridan demuestra como en otras ocasiones en su filmografía ser un perfecto funambulista que sabe moverse con habilidad en el delgado hilo del melodrama. En esta ocasión, si logra no estrellarse en el dramón de sobremesa es debido al buen hacer de unos actores que intentan hacer olvidar a emperatrices y arácnidos para mostrar otros registros interpretativos con los que dan sentido a un guión anodino, mal construido y cobarde, adaptado a la timorata mentalidad que impera en los Estados Unidos donde determinadas situaciones no estarían demasiado bien vistas. Entre los actores destacan unos sobresalientes Jake Gyllenhaal (este chico hace pocas películas pero en las que actúa lo borda, miedo me da en “Prince of Persia”) y Nathalie Portman junto a un secundario de lujo como Sam Shepard que eclipsa a los protagonistas en su pequeño papel de padre de los hermanos. Tobey Maguire también está bien y aprovecha su peculiar físico para realizar una notable actuación, aunque en su papel salga perdiendo en la comparación con otros “desquiciados” de cine, como Walken o de Niro (con todo, la película en la que más me ha gustado).

En definitiva, si “Brothers” funciona es gracias al trabajo de un director competente y unos actores implicados pero la historia peca de falta de ambición y deja con las ganas de haber visto la película que podría haber sido en lugar de la que se acaba de ver. Si van a verla, luego me cuentan. Yo me sigo quedando con “El Cazador”.

Concurso de Alhóndiga Kómic

Reproduzco la nota que me han pasado para quién pueda interesar presentarse:

El concurso K.O. (Komik Online) de AlhóndigaKomik tiene como objetivo promover la creación y autoedición digital de cómics. A tal efecto, convoca un concurso para premiar el valor artístico de una pieza, y exhibir el trabajo de autores/as que utilizan el soporte digital como forma de autoedición.”

Más información, aquí.

(Una buena oportunidad para los nuevos valores. La fecha de inscripción es hasta el 16 de Abril).