martes, 2 de febrero de 2010

Primer trailer de “The Losers”

<a href="http://video.msn.com/?mkt=en-us&amp;from=sp&amp;fg=MsnEntertainment_MoviesTrailersGP2_a&amp;vid=1b9d070f-aff2-47f6-8a86-9b2b44ec4fc6" target="_new" title="'The Losers' Exclusive Look">Video: 'The Losers' Exclusive Look</a>
Mira tú por donde la primera adaptación de un cómic al cine del año es un honor que recaen en “The Losers”, una miniserie de Vertigo escrita por Andy Diggle bastante entretenida (a ver si les escribo algo más extenso antes del estreno de la peli) que tuvo como principal aliciente el darnos a conocer a muchos a un dibujante tan interesante como Jock.

El trailer pinta bien, con las típicas escenas de acción rodadas como se suelen hacer estas cosas hoy en día. Para primavera veremos en que queda esta película dirigida por Sylvain White y que cuenta con Óscar Jaenada en el reparto

Clarividente Watterson.

P: Los lectores se hicieron amigos de sus personajes, de modo que, comprensiblemente, lamentaron (y todavía hoy siguen lamentando) que la serie llegara a su fin. ¿Qué les diría?

R: No es tan difícil de comprender como la gente intenta que parezca. Al cabo de diez años, había contado prácticamente todo lo que me había planteado contar. Siempre es mejor dejar la fiesta en el momento álgido. Si me hubiera dejado llevar por la popularidad de la tira y me hubiera seguido repitiendo durante otros cinco, diez o veinte años, la gente que ahora "lamenta" la desaparición de Calvin y Hobbes estaría exigiendo mi cabeza y maldiciendo a los periódicos por publicar tiras viejas y tediosas como la mía en vez de buscar nuevos talentos. Y yo estaría de acuerdo con ellos. Creo que parte del motivo por el que Calvin y Hobbes sigue encontrando un público hoy en día es porque elegí no apurarlo hasta las heces. Nunca he lamentado dejarlo cuando lo hice.

(En Cultura Impopular, Óscar Palmer ha subido una interesante entrevista del esquivo Bill Watterson, el creador de la genial “Calvin y Hobbes”. Watterson demuestra tener la cabeza muy bien amueblada y ser un tipo sensato y no el tipo raro que en ocasiones se nos ha querido vender. La entrevista completa aquí).

“Invictus”, de Clint Eastwood.

A finales de los años sesenta, surgió el fenómeno del Black Power un movimiento que abogaba por la igualdad de derechos con los blancos y reivindicativo con su propia identidad cultural. Un fenómeno puntual que tuvo sus conatos de radicalización y, culturalmente, dio lugar a fenómenos como la Blaxploitation en cine o la aparición en cómics de un amplio plantel de superhéroes negros como Pantera Negra o El Halcón. Sin embargo, con la paulatina equiparación de derechos, que no de oportunidades, el Black Power fue desapareciendo como tal hasta que la irrupción del primer presidente negro de los Estados Unidos, Barack Obama, ha propiciado que la negritud vuelva a estar de moda (ya en el cómic se le han hecho más de un guiños al presidente). Por todo ello, con buen ojo, Morgan Freeman, productor aparte de protagonista de esta película, ha sabido elegir, tanto el mejor momento (este año es el Mundial de Fútbol en Sudáfrica por lo que el país volverán a estar en el candelero mundial) como al director probablemente más respetado actualmente en el cine norteamericano y que ya ha mostrado anteriormente en su obra su preocupación por los problemas raciales, Clint Eastwood, para estrenar este biopic a la mayor gloria de Nelson Mandela, el primer presidente democrático y de color en la racista Sudáfrica..

La película adapta el libro de John Carlin, “El factor humano”, y se centra en mostrar los esfuerzos de Mandela para utilizar la Copa del Mundo de Rugby de1996 como un acontecimiento que ayudase a cimentar el espíritu nacional y eliminar las tensiones raciales. Para ello, Mandela contacta con el capitán de la selección, François Pienaar (interpretado por un Matt Damon cachas), al que sirve de inspiración para, contra todo pronóstico, lograr que la selección llegue a la Final de la competición contra Nueva Zelanda. Si ganan o no, ya no se lo cuento que tienen que ir a ver la película.

Clint Eastwood realiza en “Invictus” un trabajo correcto y aseado en el que con habilidad sitúa al espectador en el contexto de desigualdades sociales que era la Sudáfrica de los noventa y construye una película interesante que gira sobre dos polos asimétricos representados por el Nelson Mandela interpretado soberbiamente por Freeman, con el que probablemente vaya a ganar un nuevo Óscar, y el François Pienaar, interpretado también con credibilidad por Damon. Pese su buena factura y la calidad interpretativa de casi todo el reparto encabezado por sus protagonistas en mi opinión se la puede poner ciertos peros a la película: por un lado, una excesiva fascinación por la figura de Mandela, dando una visión de figura venerable y semidivina que pasa de puntillas sobre las sombras de su vida (a pesar de aparecer la hija de Mandela prácticamente no se sabe nada de su mujer Winnie y las rencillas y tensiones aparecen muy suavizadas); por otro, la gesta deportiva (la victoria de Sudáfrica sobre los All Blacks de Lomu es uno de los grandes partidos de la historia del rugby) queda bastante desdibujada desperdiciando en buena medida a un Matt Damon cuyo papel pedía a gritos un mayor protagonismo. Eastwood no es capaz de reflejar la épica de la gesta protagonizada por los sudafricanos ni la intensidad del partido ni del deporte (para mí, esta película le hubiera venido como anillo al dedo a Oliver Stone) y se muestra bastante torpe en la narración misma del partido, centrándose más en sus efectos en la grada y la población sudafricanas.

En definitiva, “Invictus” es una película más que correcta que tiene su principal aval en un inmenso Morgan Freeman pero que dados los vientos que corren recibirá más elogios de los que cinematográficamente le corresponden. Con todo, merece la pena para acercarse a una de las figuras claves de la segunda mitad del siglo XX. Ustedes mismos.

Otras películas de Clint Eastwood en El lector impaciente:

"Gran Torino"