sábado, 12 de diciembre de 2009

Luis Durán y la música

P: A la vista de la complejidad del proceso creativo, ¿qué momento se disfruta más, cuando se busca la documentación, cuando se redacta el guión, cuando se dibuja o cuando se entinta? ¿Cómo realizas estas últimas fases?

R: Durante el entintado es cuando más cómodo estoy porque tengo ya el libro resuelto en los lápices y ya lo peor que puede suceder es que te caiga una gota de tinta sobre una viñeta y tengas que repetirla. O sea, nada. No es como cuando haces los lápices que tienes que estar pendiente de que muchos palos funcionen a la vez para que la cosa valga la pena. O cuando estás haciendo el story o el guión que tienes que estar dándole vueltas hasta que cuaje una idea.

P: Rigoletto, en Nuestro verdadero nombre; La flauta mágica, en Volátil; La Traviata en El mago descalzo; Gauguin, en El Martín Pescador..., ¿hay siempre una ecuación matemática, una música (una ópera, una canción infantil, un villancico), una obra de arte... en cada uno de los libros de Luis Durán?

R: Siempre trabajo con música. Cada vez más. Antes solo escuchaba música cuando dibujaba ahora me pongo los cascos hasta para escribir. Puede que esto tenga algo que ver. Bueno, además siempre he tocado la guitarra. La música de una forma o de otra siempre ha estado ahí. Ahora mismo estoy escuchando un cd de Silvio Rodríguez...

Por otro lado me fascina la contigüidad que se halla en todo. Pensar en música es en cierto modo hablar de color... de matemáticas... Me resulta imposible desligar la magia y la ciencia... hadas de quasares y partículas subatómicas...

(De una completa entrevista realizada a principios de año por Susana, de la indispensable Trazos en el bloc a Luis Durán en la que el autor repasa su obra influencia y planes futuros. Para leerla completa pueden hacerlo aquí).