jueves, 9 de julio de 2009

“Gaku” de Shin’Ichi Ishizuka

Las cimas de las montañas siempre han causado fascinación a los ser humano. Distintas culturas las consideraron el hogar de sus dioses y desde siempre los hombres han desafiado sus peligros para alcanzar una cumbre en aventuras que aúnan el ansia de superación tanto física como mental. Ha sido este del montañismo un tema generalmente poco tratado en cómic salvo quizás por el magnífico manga de Jiro Taniguchi, La Cumbre de los dioses”. Sin embargo, parece que puede ponerse de moda de la mano de Planeta que en su línea de reactivación de la Línea Panchico (excelente en cuanto a calidad de los títulos seleccionados y pésima en cuanto a edición) nos ofrece una nueva colección ambientada en el mundo del alpinismo y la montaña, avalada por prácticamente todos los premios que puede recibir un cómic en Japón. Se trata de “Gaku, minna no yama” (“Gaku, la montaña de todos”) que en un alarde de sincretismo han resumido en “Gaku”.

Como decía, “Gaku” es una serie que ha recibido durante el año 2008 varios premios en Japón, entre los que destaca el Shögakukan, que son una especie de Eisners japoneses. La serie narra las andanzas de Shampo, un montañero un tanto excéntrico que ha cimentado su carrera en la montaña escalando distintas cimas del mundo, y que de regreso a Japón, tras trabajar en los servicios de rescate del Monte Teton de EEUU, colabora como rescatador voluntario en los Alpes japoneses. Shampo que vive en una tienda de campaña en medio de la montaña recibe los encargos más complejos y difíciles y, a pesar de su pericia, no siempre logra rescatar a las víctimas con vida.

Lo que más llama la atención de esta nueva propuesta de Shin’Ichi Ishizuka es el enfoque del mismo. Ishizuka deja en un segundo plano la épica y dramatismo que suele incorporar las historias ambientadas en la montaña para darle un enfoque ligero a las historias, no buscando más objetivo que entretener y resultar atractivo a un público masivo y poco exigente. Ishizuka se muestra como un narrador hábil con facilidad para el gag humorístico usando para ello las excentricidades del protagonista o del único personaje femenino de la serie, la novata agente Kumi. Ishizuka confronta con habilidad la vitalidad y alegría de vivir que desprende el personaje de Shampo frente a las situaciones dramáticas que le toca vivir en sus rescates y las vivencias de las víctimas que escalan las montañas. Quizás el único pero que se le pueda achacar al manga en cuanto a su elaboración cierta falta de profundidad dramática en el desarrollo de algunas situaciones que podrían dar mucho más de sí pero imagino que el autor se ve sometido a las limitaciones del formato de las historias y opta por centrarse en lograr el que es para mí el fin primordial de todo buen manga que no es otro que entretener. De momento, no le pidan más.

No sé en próximos volúmenes las sorpresas que nos deparará Ishizuka para mantener el interés por las andanzas de Shampo dado lo limitado del tema central del manga (el rescate alpino) ya que en este primer volumen agota buena parte de sus posibilidades pero quizás “Gaku” si bien no sea un cómic con el que engancharse mes a mes sí puede ser una buena propuesta agradable para leer de vez en cuando y pasar el rato sin exigirle ni exigirnos demasiado.

En cuanto a la edición, no sé si será problema de mi ejemplar o de la tirada, Planeta parece haber hecho caso omiso de las críticas continuadas a la edición de su Línea Pachinco y ofrece un volumen completamente “quemado” y con una pésima reproducción, en el que la calidad del papel es incluso peor del que nos tenía acostumbrados. Esperemos que sea un problema puntual y se resuelva en sucesivas entregas porque “Gaku” merece una edición más digna que para una gran editorial como es Planeta no creo que sea una cima tan inaccesible de escalar. Y si lo es que llamen a Shampo para que les eche una mano.

Trailer de “Gialo” de Dario Argento.



Que Dario Argento es un maestro del terror y lo morboso, aunque lleve unos años de capa caída, no cabe duda. Ese regusto por lo escabroso en todas sus formas se puede comprobar en la elección de la pareja protagonista de su nuevo film, los casposos Adrien Brody y Elsa Pataky, quienes asegurarán una buena promoción y acalorados debates (¿?) en todas las tertulias rosas de los canales de la tele.

La historia está ambientada en Italia y la trama parece un tanto tópica. Una chica es secuestrada y su hermana norteamericana intenta dar con ella ayudada por un inspector de policía. Juntos descubrirán que la raptada está en manos de un asesino en serie conocido como Amarillo que les traerá por el camino de la amargura. Ya ven, un argumento lleno de topicazos pero que de la mano de Argento asegura tensión y miedo del bueno, sobre todo si como parece el italiano retoma la senda de ya clásicos del terror como “El pájaro de las plumas de cristal” y “El gato de nueve colas”.