miércoles, 15 de abril de 2009

“Las Falanges del Orden Negro” de Enkil Bilal y Pierre Christin.


Llevo unas semanas haciendo referencia en distintos sitios a “Las falanges del Orden Negro” y, como una cosa lleva a la otra, creo que se hace necesaria una entradilla sobre esta excelente obra de dos maestros del cómic europeo como son Enkil Bilal y Pierre Christin.

Las falanges del Orden Negro” se inicia de un modo escalofriante. Un convoy armado llega a un aislado pueblo de Teruel (sí, Teruel también existe incluso en el Cómic) en medio de una terrible tormenta de nieve. Allí, aprovechando el aislamiento, unos milicianos fascistas entrados en años masacran a la indefensa población por el único delito de haber elegido a un alcalde socialista en las primeras elecciones libres. Una vez realizada la masacre, sus autores huyen dejando el pueblo abandonado habitado sólo por muertos. La noticia llega a través de una agencia de prensa a un oscuro periodicucho británico donde trabaja Pritchard un periodista sesentón antiguo combatiente en las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil Española. Al leer la noticia del atentado y su autoría por las autoproclamadas Falanges del Orden Negro se da cuenta que se trata de los antiguos enemigos a los que se enfrentó durante la Guerra Civil por lo que decide volver a reunir de nuevo a sus antiguos compañeros de la XV Brigada para intentar detener la cadena de atentados que el grupo terrorista anuncia. Pritchard y sus achacosos compañeros de este modo abandonan sus cómodas vidas para pasar a la clandestinidad e inician una persecución de los terroristas que les llevará por media Europa, desde Barcelona a Holanda, en la que acabarán recurriendo a los mismos métodos que sus enemigos en un intento desesperado de terminar el trabajo que dejaron pendiente cuarenta años atrás.

Las falanges del orden negro” no es una obra maestra atemporal. Al contrario, es un tebeo al que hay que acercarse entendiendo el marco histórico en el que se publicó por primera vez, un momento convulso en el que en varios países europeos se estaban produciendo profundas transformaciones políticas y existían células terroristas extremistas de distinto signo que pugnaban por influir en ese proceso transformador. En ese sentido, Christin –uno de los más lúcidos y comprometidos guionistas que ha dado el cómic francés- junto al joven por aquel entonces Bilal, pergeñó en esta obra una parábola que funciona a diferentes niveles, como el viaje de unos achacosos veteranos, que asumen su cruzada idealista como una última oportunidad de dotar de sustancialidad sus vidas vacías rememorando su vida de acción de antaño y escapar del abismo de la vejez al tiempo que un alegato contra los peligros de los extremismos y las soluciones armadas en la defensa ultranza de unas ideologías que llevadas al extremo sólo provocan desencanto.

La presencia de las Falanges del Orden Negro que dan nombre al álbum y sus actos tras el brutal y magnífico inicio queda supeditada a un segundo plano y va ser una presencia fantasmal y constante que inspira la actuación de los personajes protagonistas, un reflejo tergiversado en el que el lector percibe las similitudes entre las motivaciones de los dos bandos que se resisten a adaptarse a unos nuevos tiempos en los que sus comportamientos y su modo romántico y sanguinario de dirimir los conflictos se ha visto superado por los tiempos. Esa idea que es el tema central del álbum adquiere toda su magnitud en un final en el que los dos bandos acaban aniquilándose mutuamente incapaces de adaptarse a un nuevo mundo y en el alegato final de Pritchard, el único superviviente.

La historia a pesar de su ambientación realista y estar perfectamente contextualizada se mueve en un plano de irrealidad perfectamente logrado por un Enkil Bilal que, en el momento en que dibuja esta historia ya es un autor maduro, que ha alcanzado un alto grado de compenetración con Christin tras haber realizado ya varios trabajos juntos. Bilal dota a la historia de un estudiado distanciamiento y un ritmo incómodo para el lector, utilizando muchas veces planos medios para narrar la historia que evitan que el lector simpatice o se identifique con los protagonistas, personajes decrépitos y pesimistas de mirada perdida que no se toman demasiado en serio ni a sí mismo ni a su causa abusando del humor negro y el absurdo en contraposición con un estilo hiperrealista y detallista en la que el dibujante francés demuestra su enorme talento para dibujar todo tipo de situaciones – no hay medio de transporte que no aparezca en este tebeo- y ambientes de un modo riguroso. Esa premeditada incomodidad que se busca inducir en el lector al leer esta obra, se refuerza por el uso de Bilal de su característica paleta de tonos apagados que ayudan a reforzar el tono crepuscular de la historia

Frente al ambicioso y logrado planteamiento de los autores, se nota, en ocasiones, hacia la mitad de la obra que la acción transcurre un tanto forzada y la trama resulta estirada debido a su original publicación seriada lo que afecta al ritmo de la obra. Esto se deba también a que el álbum es el cuarto de la serie Leyendas de Hoy y que obligaba a los autores a incorporar a un personaje que sirviese de nexo entre las distintas historias.

En definitiva, “Las falanges del orden negro” es un ambicioso cómic de lectura obligada que hay que leer teniendo en cuenta el contexto en que se fraguó para entenderlo en toda su dimensión. Yo que ustedes, no me lo perdería.
Aquí tienen un currado artículo sobre este cómic.

Otras obras de Pierre Christin en El lector impaciente:

Trailer de “Valhalla Rising”



A pesar de su baja calidad, este trailer de “Valhalla Rising” me ha llamado la atención por su cuidada ambientación y el desparpajo que muestran los daneses a la hora de hacer un cine comercial sin renunciar a sus orígenes. Total, si en Hollywood hacen cosas como “El Guerrero Nº 13” o “Patthfinder” y les va bien, ¿por qué no van a poder hacerlo ellos que son descendientes de los vikingos originales? “Valhalla Rising” es pues una “de vikingos” realizada por vikingos y está dirigida por Nicolas Winding Refn, director desconocido para mí. La película se centra en contarnos la historia de One-Eyed, un guerrero que se encuentra prisionero de una tribu rival, que en su huida llega hasta América, donde tendrá que enfrentarse a nuevos peligros y enemigos, llegando a convertirse en un dios para los nativos.

Esperemos que encuentren distribuidor en Estados Unidos y la veamos, Odin mediante, en las Españas en algún festival de esos que pueblan la piel de toro. La película apunta maneras.