martes, 14 de julio de 2009

“Team Medical Dragon” de Akira Nagai y Taro Nogizaka

En su política de renovación de títulos manga para la Línea Pachinco, Planeta nos ofrece un nuevo seinen que viene avalado por el premio Shogakukan al mejor manga en 2005. Se trata de “Team Medical Dragon” una nueva serie de médicos que tiene todas las papeletas para enganchar a todos aquellos que les gustó el “Say Hello to Black Jack” de Sihujo Sato que Glénat ha vuelto a redistribuir desde el mes pasado -¿Ha llegado la contraprogramación al mundo del cómic?- o el ya clásico “BlackJack” del maestro Tezuka que también ha recuperado Glénat, series estas con las “Team Medical Dragon” guarda más de una similitud.

Asada Ryurato es un magnífico y atípico cirujano que pasa de cualquier tipo de autoridad y se preocupa ante todo por sus pacientes, lo que le ha llevado a ser marginado por sus colegas de profesión y ver cómo su carrera profesional peligra. Sin embargo, la ambiciosa doctora Kato quien fue testigo de la habilidad de Asada en el pasado, pretende darle una nueva oportunidad en el Departamento del Hospital Universitario que dirige al tiempo que aprovecha el inmenso talento para la cirugía para preparar una tesis que la permitirá alcanzar un puesto de mayor influencia en la sanidad nipona desde el que cambiar el corrupto sistema de prebendas y corporativismo en que se fundamenta. Asada accede con la condición de tener carta blanca para formar su propio equipo de trabajo y contar con la protección de Kato. En seguida, Asada se convertirá en el blanco de los recelos de los poderes fácticos del hospital y despertara las dudas de la intrigante Kato. ¿Podrá Asada reunir un equipo de auténticos profesionales de la medicina?¿Le dejarán ejercerla? ¿Podrá Kato controlar a Asada y mejorar el sistema sanitario? ¿Se liarán Asada y Kato? Tendrán que leer el cómic para enterarse.

Basada en una idea de Akira Nagai, quién conoce a la perfección la mecánica de los mangas médicos al haber dirigido un OVA de “BlackJack”, y con la colaboración de Taro Nogizaka, “Team Medical Dragon” es una serie en la que se aúna el puro entretenimiento con cierta carga crítica hacia el corrupto estamento médico japonés, muy corporativista y jerarquizado en el que el paciente es un mero objeto. Se trata de un cómic que engancha al lector desde el primer momento con los efectismos narrativos propios del manga y parte de una premisa bastante clara, ¿Qué pasaría si Blackjack progatonizara “Say Hello to Blackjack” o, para aquellos no familiarizados con estas series y salvando las distancias, qué pasaría si House protagonizara "Anatomia de Grey"? Pues la respuesta aproximada sería una serie como esta. Nagai conoce los mecanismo introducidos por Tezuka en "Blackjack" a la hora de buscar los contrastes entre su descreído Asada Ryurato y los acartonados médicos del hospital universitario ofreciendo una buena galería de casos clínicos en la que el héroe pone en evidencia la incompetencia de los corruptos y las incoherencias del sistema. No hemos de olvidar que estamos ante un seinen y Nagai introduce en la historia las consiguientes dosis de ese erotismo burdo y un tanto pueril que tanto gusta a cierto cómic japonés en forma de tetas pero ello seguro que no es óbice para que la historia enganche al lector y resulte enormemente adictiva.

En definitiva, “Team Medical Dragon” no me ha parecido un cómic demasiado original pero sí es un cómic que cumple sobradamente sus objetivos de entretener y mantener enganchado al lector con las corruptelas de los servicios sanitarios y las intrigas hospitalarias que a casi todo el mundo gustan.

La edición está algo menos quemada que la de “Gaku” de la que les hable el otro día, pero teniendo en cuenta que es la Línea Pachinco de Planeta ya saben lo que se van a encontrar amigos.

lunes, 13 de julio de 2009

“Crossing Midnight” de Mike Carey y VVAA.

Mike Carey es uno de esos autores que se mueven en la ambigüedad. Un tipo que pertenece a esa estupenda hornada de guionistas y escritores británicos que revitalizaron el cómic estadounidense en los noventa a la estela de los Moore, Gaiman y Morrison, creador de cómics a priori atractivos, con buenos planteamientos que no acaba de rematar con un desarrollo plano y distante que mengua la brillantez de sus ideas. Sin embargo, Carey es un tipo que cuenta con una buena reputación en el mundillo y un grupito de seguidores que defienden entusiasmados sus trabajos y avalaban “Crossing Midnight” como su obra más ambiciosa y lograda, el cómic con el que Carey iba a romper y confirmarse. Por todos esos motivos, y aprovechando la publicación por parte de Planeta de la serie completa -19 números- en un único tomo, bastante voluminoso pero mucho más manejable que sus ediciones absolutes, lo he estado leyendo a lo largo de esta semana y, en mi opinión, en “Crossing MidnightCarey no ofrece nada nuevo y me parece que continua a bastante distancia de la triada relacionada más arriba. Les cuento.

En la Nagasaki actual, nacen dos hermanos gemelos con una diferencia de pocos minutos pero separados por la medianoche. Kai, el chico, es un muchacho tranquilo, introvertido y obediente mientras que Toshi la hermana es una chica traviesa, extrovertida y rebelde. Esas diferencias de carácter no son las únicas ya que los hermanos descubren que Toshi es inmune a todo tipo de filo cortante, logrando que las espadas, tijeras y demás, se plieguen antes de entrar en contacto con su piel. Mientras los hermanos debaten sobre esta extraña facultad, aparece de la nada un misterioso personaje, Aratsu que se hace llamar el Señor de las Espadas y ejerce un mágico control sobre las armas blancas y que exige a Toshi que entre a su servicio para saldar una misteriosa deuda que contrajeron con él sus antepasados, amenazando si se niega la vida de sus padres. Toshi accede y se convertirá en sirviente más del Señor de las Espadas en su mágico reino paralelo quién la irá encomendando misiones en el mundo real –el mundo gris- al tiempo que irá olvidando paulatinamente su pasado como consecuencia de los encantamientos de Aratsu. Mientras tanto, Kai intentará hacer todo lo posible por rescatar a su hermana, lo que le llevará a enfrentarse a todo tipo de seres mágicos que habitan entre la realidad y el mundo de los espíritus antes de descubrir sus propios poderes y el origen del interés de Aratsu por Toshi. Pero, si quieren saber como acaba el tema, tendrán que leerse el cómic.

Resulta innegable el atractivo que supone para los occidentales todo aquello que tenga que ver con lo japonés. Una cultura enormemente rica y llena de contrastes en la que conviven la tradición milenaria del Sintoismo y los samurais con la última tecnología, los yakuza y fenómenos como las comunidades de Sin Hogar o las Enjo Kosai. Carey incorpora todos esos elementos los a una historia que a pesar de su componente de fantasía oriental a la que nos han aficionado directores de cine como Ang Lee o Zhang Yimou, parte de la adaptación libre del cuento de Hans Christian Andersen, “La reina de las nieves”. Muchos y dispares elementos maneja Carey para construir una historia con todos los componentes para triunfar en la línea Vertigo, como bien señala en la introducción José Torralba (mezcla de realidad y fantasía, tratamiento de fenómenos adultos) pero que se pierde debido a la incapacidad de Carey para rematar coherentemente las tramas que plantea, con una galería de personajes atractivos que el autor apenas esboza y que aparecen y desaparecen de la serie sin ninguna explicación.

La trama va dando tumbos dejando demasiadas cosas en el aire hasta su conclusión en la inevitable “batalla final” que Carey resuelve de manera precipitada y un tanto burda, quizás obligado por el anuncio de conclusión de la serie debido a sus bajas ventas.

Sin embargo, no toda la culpa es achacable a Carey, ya que a lo largo de la serie nunca cuenta con un con un dibujante de categoría estable y en la relación de nombres que pasan por la serie ninguno se implica realmente y se limitan a cumplir mal que bien con el encargo, sin rescatarlo en ningún momento de la mediocridad y sin sacar partido de las posibilidades que les ofrece contar una historia de estas características.

En fin, a mí “Crossing Midnight” me ha parecido confusa y aburrida con pocos momentos de verdadero interés en un desarrollo demasiado plano en el que no destacan ni los supuestos giros inexplicables de la trama, dejándome un regusto amargo y con la pregunta sin responder qué hubieran podido hacer con los mismos mimbres un equipo más hábil como Mark Buckingham y Bill Willingham. Nunca lo sabremos.

La edición me ha gustado bastante. Incluye las fantásticas portadas de todos los números que gráficamente son lo mejor de la serie, la introducción de Torralba mencionada y un artículo del propio Carey sobre el fenómeno del Enjo Sokai que sorprende en medio del tomo. Sin embargo, echo a faltar un índice que indique la autoría de los distintos números y de las portadas, asi como el inicio y final de los distintos arcos argumentales que, a continuación les reproduzco yo por si hay alguien interesado.

Ciclos de “Crossing Midnight”:

Cut Here” (Corta aquí), del número 1 al 5.
A map of midnight” (Un mapa de la medianoche) del 6 al 12.
The sword in the soul” (La espada en el alma) del 13 al 19.

Otras obras de Mike Carey en El lector impaciente:

-Lucifer”.
- “Faker”.

viernes, 10 de julio de 2009

“District 9” tiene buena pinta.


@ Yahoo! Video


A juzgar por este trailer la película apunta maneras aun cuando en principio la trama me parecía un tanto tributaria de “Alien Nation”. Me gusta el toque sucio y realista que desprenden estas imágenes en contraposición con la brillantez un tanto hueca que suelen tener las películas de ciencia ficción que empieza a resultarme cansina.

Habrá que estar atentos para confirmar las expectativas a partir del 19 de Agosto..

Gilipollez vergonzosa

No pensaba escribir nada sobre la polémica surgida con “Lanza en astillero” porque me aburre y me da vergüenza. Ajena, por supuesto, pero vergüenza. Sin embargo, no he podido resistirme visto lo visto.

Me da vergüenza el escaso nivel cultural de nuestra clase política, independientemente de su signo, me da vergüenza su gazmoñería y me produce asco, aburrimiento y vergüenza que siempre encuentren en un cómic, aun cuando como es el caso, se haya publicado hace más de cuatro años y acabara saldado a pesar de su calidad, la víctima propiciatoria perfecta para enzarzarse en polémicas inútiles alejadas por completo de los verdaderos intereses y problemas de sus representados, que a fin de cuentas somos todos, polémicas que no justifican ni su representación ni su sueldo.

Por favor, señores políticos, dedíquense a trabajar, sean serios y déjense de gilipolleces o si se sienten incapaces de resistirse a la tentación de decir tonterías, dimitan y díganlas en privado, como hacemos los demás. Eso sí, pero que dimitan todos.

(Por otro lado, el vocero y sus opiniones me darían risa sino me diese miedo. Lo único positivo que espero salga de todo esto sea un nueva edición de ese fantástico cómic que espero se venda estupendamente).

jueves, 9 de julio de 2009

“Gaku” de Shin’Ichi Ishizuka

Las cimas de las montañas siempre han causado fascinación a los ser humano. Distintas culturas las consideraron el hogar de sus dioses y desde siempre los hombres han desafiado sus peligros para alcanzar una cumbre en aventuras que aúnan el ansia de superación tanto física como mental. Ha sido este del montañismo un tema generalmente poco tratado en cómic salvo quizás por el magnífico manga de Jiro Taniguchi, La Cumbre de los dioses”. Sin embargo, parece que puede ponerse de moda de la mano de Planeta que en su línea de reactivación de la Línea Panchico (excelente en cuanto a calidad de los títulos seleccionados y pésima en cuanto a edición) nos ofrece una nueva colección ambientada en el mundo del alpinismo y la montaña, avalada por prácticamente todos los premios que puede recibir un cómic en Japón. Se trata de “Gaku, minna no yama” (“Gaku, la montaña de todos”) que en un alarde de sincretismo han resumido en “Gaku”.

Como decía, “Gaku” es una serie que ha recibido durante el año 2008 varios premios en Japón, entre los que destaca el Shögakukan, que son una especie de Eisners japoneses. La serie narra las andanzas de Shampo, un montañero un tanto excéntrico que ha cimentado su carrera en la montaña escalando distintas cimas del mundo, y que de regreso a Japón, tras trabajar en los servicios de rescate del Monte Teton de EEUU, colabora como rescatador voluntario en los Alpes japoneses. Shampo que vive en una tienda de campaña en medio de la montaña recibe los encargos más complejos y difíciles y, a pesar de su pericia, no siempre logra rescatar a las víctimas con vida.

Lo que más llama la atención de esta nueva propuesta de Shin’Ichi Ishizuka es el enfoque del mismo. Ishizuka deja en un segundo plano la épica y dramatismo que suele incorporar las historias ambientadas en la montaña para darle un enfoque ligero a las historias, no buscando más objetivo que entretener y resultar atractivo a un público masivo y poco exigente. Ishizuka se muestra como un narrador hábil con facilidad para el gag humorístico usando para ello las excentricidades del protagonista o del único personaje femenino de la serie, la novata agente Kumi. Ishizuka confronta con habilidad la vitalidad y alegría de vivir que desprende el personaje de Shampo frente a las situaciones dramáticas que le toca vivir en sus rescates y las vivencias de las víctimas que escalan las montañas. Quizás el único pero que se le pueda achacar al manga en cuanto a su elaboración cierta falta de profundidad dramática en el desarrollo de algunas situaciones que podrían dar mucho más de sí pero imagino que el autor se ve sometido a las limitaciones del formato de las historias y opta por centrarse en lograr el que es para mí el fin primordial de todo buen manga que no es otro que entretener. De momento, no le pidan más.

No sé en próximos volúmenes las sorpresas que nos deparará Ishizuka para mantener el interés por las andanzas de Shampo dado lo limitado del tema central del manga (el rescate alpino) ya que en este primer volumen agota buena parte de sus posibilidades pero quizás “Gaku” si bien no sea un cómic con el que engancharse mes a mes sí puede ser una buena propuesta agradable para leer de vez en cuando y pasar el rato sin exigirle ni exigirnos demasiado.

En cuanto a la edición, no sé si será problema de mi ejemplar o de la tirada, Planeta parece haber hecho caso omiso de las críticas continuadas a la edición de su Línea Pachinco y ofrece un volumen completamente “quemado” y con una pésima reproducción, en el que la calidad del papel es incluso peor del que nos tenía acostumbrados. Esperemos que sea un problema puntual y se resuelva en sucesivas entregas porque “Gaku” merece una edición más digna que para una gran editorial como es Planeta no creo que sea una cima tan inaccesible de escalar. Y si lo es que llamen a Shampo para que les eche una mano.

Trailer de “Gialo” de Dario Argento.



Que Dario Argento es un maestro del terror y lo morboso, aunque lleve unos años de capa caída, no cabe duda. Ese regusto por lo escabroso en todas sus formas se puede comprobar en la elección de la pareja protagonista de su nuevo film, los casposos Adrien Brody y Elsa Pataky, quienes asegurarán una buena promoción y acalorados debates (¿?) en todas las tertulias rosas de los canales de la tele.

La historia está ambientada en Italia y la trama parece un tanto tópica. Una chica es secuestrada y su hermana norteamericana intenta dar con ella ayudada por un inspector de policía. Juntos descubrirán que la raptada está en manos de un asesino en serie conocido como Amarillo que les traerá por el camino de la amargura. Ya ven, un argumento lleno de topicazos pero que de la mano de Argento asegura tensión y miedo del bueno, sobre todo si como parece el italiano retoma la senda de ya clásicos del terror como “El pájaro de las plumas de cristal” y “El gato de nueve colas”.

miércoles, 8 de julio de 2009

“Vae Victis !” de Mitton y Rocca.

Andamos un poquito escasos de peplums de calidad últimamente en el panorama editorial español actual a la espera de una hipotética nueva entrega de “Murena y, con honrosas excepciones como “Tiresias”, del que espero contarles algo próximamente y que Planeta ha tardado un año en publicar desde su primer anuncio. Por eso, no sería mala idea que algún agudo editor con perspectiva se animara a rellenar el vacío con la publicación en integrales (Soleil ya tiene la colección recopilada en Francia, sólo hay que traducir) de uno de los mejores peplums publicados más allá de los Piríneos en los últimos años, “Vae Victis!”.

Vae Victis!” se centra en la historia de una joven y espectacular bretona de nombre Bodicae que es vendida como esclava en Roma. En Roma, Bodicae verá como su nombre es cambiado por el de Ambar debido a su espectacular color de pelo y que, enterada de los planes de César para conquistar La Galia, intentará una y otra vez por todos los medios avisar a sus compatriotas del peligro que corren.

El francés Simon Rocca, nos sumerge en uno de los períodos históricos más atractivos de la época de esplendor del Imperio Romano, La Guerra de las Galias, y lo hace a través de una perspectiva diferente a la que estamos habituados, la de una esclava que ve como su antiguo mundo es implacablemente sometido poco a poco bajo el yugo romano y que, a pesar de ello, no renuncia a sus creencias y convicciones. Una obra en la que destaca especialmente la cuidada documentación del equipo artístico para ceñirse a los descubrimientos y conocimientos que tenemos de la época.

En el aspecto gráfico, Jean Ives Mitton, un dibujante de larga trayectoria en series de corte histórico, realiza un magnífico trabajo esmerándose en reflejar todos los detalles de una historia que se localiza desde la imponente imperial Roma hasta los agrestes y salvajes paisajes de las Galias. Mitton demuestra una especial habilidad para el dibujo de espectaculares mujeres (como Ambar) e insufla a la serie y sus personajes las dosis justas de erotismo que todo buen peplum necesita.

En fin, una magnífica colección de la que se han publicado quince álbumes y todavía está en curso, incomprensiblemente inédita en nuestro país. Esperemos que pronto se subsane esta laguna (no me explico como una editorial como Norma publica un cómic tan discreto como "Las águilas de Roma" y no se anima por este) y podamos disfrutar a no mucho tardar de las aventuras de la atractiva y carismática Ambar en España.

Primer trailer de “The collector”



De propina, toca hoy adelanto de otra de miedo con un interesante punto de partida: un ladrón entra a robar a una casa, y cuando está a punto de hacerse con el botín descubre que alguien con peores intenciones que él se le ha adelantado, tiene a la familia secuestrada en el sótano y con muy mala idea se dedica a torturarlos. ¿Qué hacer? ¿Pirarse o salvarles? Si se hubiera pirado –que es lo que hubiera hecho cualquiera- nos quedamos sin película, Josh Stewart se las verá y deseará para enfrentarse con el psicópata de turno.

El director es Marcus Dunstan , que ya previamente se había encargado de escribir los guiones de “Saw IV”, “Saw V” y “Feast”, así que ya pueden hacerse una idea de por donde irán los tiros (o las cuchilladas, mejor dicho).

Trailer de “Jennifer’s Body”



Si mezclo Megan Fox, sexo, adolescentes y terror seguro que voy a obtener un taquillazo. Lástima que se me hayan adelantado en la idea Karyn Yusana y Diablo Cody en “Jennifer’s Body”, como pueden ver ahí arriba. Puede incluso que hasta aparte de las mentadas, podamos encontrarle a la cinta otras cualidades más cinematográficas.

Ya veremos cuando la estrenen.

martes, 7 de julio de 2009

“Guerra Mundial Z” de Max Brooks.

En un género tan sobreexplotado como el terror resulta muy difícil innovar. Por un lado, porque hay cierto punto fetichista en los autores de intentar escribir su propia versión de los iconos que a lo largo de su historia ha ido ofreciendo el género y que como lectores les sedujeron y, por otro, cierta tendencia de un núcleo duro de lectores entendidos que esperan que los autores se ciñan a unas reglas y convenciones prefijadas. Todo ello da lugar a un empobrecimiento paulatino del género, lastrado por una endogamia que lo va debilitando como consecuencia de la abundancia de obras clónicas, de mayor o menor calidad literaria, pero que a la larga tienden a ofrecer una y otra vez el mismo cuento sin apenas variaciones.

Por estos motivos, en este anquilosado panorama, cuando surge una propuesta en la que un autor es capaz de encontrar un nicho todavía poco explorado sin subvertir las convenciones sagradas para el lector, nos encontramos ante una obra a destacar llamada a convertirse en referencial y, por extensión, a ser imitada y fagocitada hasta la saciedad. Es lo que va a ocurrir con esta “Guerra Mundial Z”, escrita por el hijo de Mel Brooks, Max.

Max Brooks aporta al hasta hace poco monótono universo de lo zombi (subgénero este que está viviendo en los últimos años una auténtica “edad dorada” en todos los medios) una historia, en la que prima sobre el terror y la dosificación de la tensión, la recreación de una realidad posapocalíptica en la crónica de unos hechos que ya son pasado. Crónica que Brooks inteligentemente (y esta es la otra gran novedad de esta obra respecto a otras del género) construye a través del testimonio de los supervivientes a la guerra mundial entre la Humanidad y los zombis, supervivientes que van relatando al autor parte de sus experiencias personales durante distintos períodos del conflicto mediante entrevistas, alejándose por tanto del habitual relato de la experiencia novelada de un único superviviente –o pequeño grupo de estos- tan gastado. Brooks organiza con habilidad esos pedazos de intrahistorias, recopilados a lo largo de los cuatro rincones del planeta, sin olvidarse de localizaciones tan exóticas como las profundidades marinas o el espacio, para reconstruir la línea temporal de unos hechos inventados tan ricos en detalles y datos que a veces pueden llegar a apabullar al lector. Brooks mima el retrato de los distintos personajes inventados, antihéroes su mayor parte o incluso directamente villanos, consciente que sólo a partir de lo hábil que se muestre en dotarles de personalidad propia le será posible mantener la ilusión de realismo. Brooks cede el peso de la narración y el protagonismo al coro de sus personajes, dejando que los detalles y el horror queden a la imaginación del lector y ciñéndose a unos cuantos hechos cruzados referenciales, que dotan de coherencia a todos los relatos. “Guerra Mundial Z” se aleja por tanto de la estructura habitual de las novelas de zombis, quedando estos hasta cierto punto en un segundo plano como una amenaza ya superada, para acercarse más a los mecanismos de la crónica periodística y las novelas de catástrofes en un experimento que a Brooks, le sale bien ogrando un libro entretenido, fresco e inteligente que más allá de la falsedad de la premisa inicial, ofreciendo una sensación de plausibilidad que enganchará a todos aquellos lectores capaces de acercarse a ella sin prejuicios y jugar al juego que el autor plantea.

Guerra Mundial Z” es una buena noticia para el género del terror y aunque en ella haya realmente muy poco novedoso demuestra que desde la mixtura de géneros se pueden ofrecer nuevas posibilidades a corto plazo al mismo. Otra cosa, es si este tipo de obras, sobrevivirán al futuro y se convertirán en clásicos pero eso sólo el tiempo lo dirá. La edición de la pequeña, joven y ecléctica editorial Almuzara resulta correcta aunque quizás podrían haber optado por un papel de mejor calidad demasiado rugoso para mi gusto dado el precio del libro.

Alfons Figueras (1922-2009)

Me entero tarde, como casi siempre tarde a través de La Cárcel de Papel, de la muerte el pasado domingo de uno de nuestros históricos de la Historieta, probablemente uno de los pocos que quedaban vivos de la generación que empezó a publicar en la posguerra, Alfons Figueras. Autor de dilatadísima trayectoria, destacando su labor sobre todo en Bruguera, para la que creó una enorme cantidad de personajes entre los que destacaron “Topolino, el último héroe” y “Aspirino y Colodion”. Figueras demostró en el conjunto de su obra un sentido de la narración gráfica innato y se mostró siempre como un autor especialmente dotado para el gag humorístico destacando por apostar por el humor surrealista en una época en la que este no estaba especialmente de moda.

D.E.P.

lunes, 6 de julio de 2009

Frank Miller y el Batmóvil

Miller: Creo que si tuviera que señalar que es lo mejor y lo peor que le ha pasado a los cómics a lo largo de mi vida, diría lo mismo: que los internos han tomado el control del manicomio Un montón de gente a la que le gustaban los cómics se ha metido en el negocio lo que es estupendo, pero, desgraciadamente, todo su mundo gira en torno a esas fantasías de la niñez que recuerdan con agrado. Tú puedes hacer “Las reglas del juego” o “Contrato con Dios” (refiriéndose a Will Eisner, claro), yo puedo hacer “Sin City”, podemos hacer lo que queramos, y nos sonríen y hacen gestos de aprobación. Pero en cuanto se me ocurre abollar el Batmóvil se vuelven locos. Quieren demasiado a esas fantasías.

(Extracto del libro Eisner/Miller”, publicado por Norma Editorial en un momento en el que Miller y Eisner debaten sobre la industria del cómic y la política de las grandes compañías).

“Vals con Bashir” de Ari Forlman y David Polonsky.

Que las guerras son un sinsentido y las matanzas y genocidios patrimonio y vergüenza universal de nuestra especie, autodenominada pensante, lo sabemos todos aunque lo obvien muchos. Pero, no está de más, que de vez en cuando alguien dé un paso al frente y nos lo recuerde por medio de obras tan espléndidas como “Vals con Bashir”, obra esta que se dio a conocer como estupenda y premiada película de animación (creo que todavía se mantiene en cartelera) y que desde hace pocos meses podemos disfrutar en su adaptación al cómic de la mano de Salamandra, pequeña editorial caracterizada por la calidad y buen gusto de su catálogo de libros y que con esta obra se adentra en el mercado del cómic con buen pie y mejor ojo.

Vals con Bashir” nos narra la historia de su coautor, Ari Forlman, y de su empeño a través de las entrevistas con amigos y compañeros de rellenar el hueco que quedó en su memoria tras su participación en la guerra del Libano en 1982 (en la que Israel participó activamente) y las matanzas de refugiados palestinos en los campamentos de Sabra y Chatila de las que fue testigo.

Ari Forman, sin demasiado efectismo y apoyado en el interés de la crudeza de los hechos históricos descritos, construye un relato eficaz en el que mantiene un cuidado equilibrio entre su experiencia personal y la reconstrucción de los hechos históricos en una historia que entronca directamente con una obra maestra del noveno arte creada por otro judío para exorcizar otro genocidio, el “Maus” de Art Spiegelman. En “Vals con Bashir”, Forlman al igual que Spiegelman, se convierte en narrador y personaje de su propia historia. Si en “Maus” a través de las charlas del autor con su padre este descubría todo el horror de los campos de exterminio nazis, en “Vals con BashirForlman va redescubriendo a través de las entrevistas con compañeros y amigos el horror de la Guerra del Libano y las matanzas de los campos de refugiados desde la perspectiva, un tanto alejada para mi gusto, del amnésico que va redescubriendo como si de otra persona se tratase aquella parte de su pasado que tanto se esforzó por borrar. Forlman va engarzando con elegantes transiciones el presente con episodios de su pasado bélico usando como catalizador el testimonio de sus compañeros y amigos, transiciones que funcionan bastante bien a pesar de notarse en algún caso que no están ideadas para la historieta en primer termino sino para la animación lo que en el conjunto afecta al ritmo de la narración y la ausencia de tensión dramática que la historia requiere aunque ese defecto se vea compensado, de todos modos, por lo adictivo del relato y la agilidad con la que se concatenan las situaciones y los puntos de vista de los entrevistados por Forlman. En el aspecto gráfico, firma la obra un interesante David Polonsky, que también fue el jefe de animación de la película, que da un tono realista a toda la historia que contrasta con la atmósfera de irrealidad de los episodios bélicos narrados y que me ha recordado, salvando las distancias, a la gran “Apocalypse Now” de Coppola. Polonsky usa una gama de colores fríos y fuertes contrastes cromáticos que ayudan a hacer más evidente esa diferenciación.

En definitiva, “Vals con Bashir” es una obra valiente, comprometida e inteligente que hay que leer para entender desde una perspectiva diferente uno de los mayores genocidios cometidos durante el siglo pasado, y que demuestra que hay cabida para obras de calidad más allá de los circuitos habituales de la industria. La edición de Salamandra está editada con muy buen papel y resulta correcta.

sábado, 4 de julio de 2009

Presentación de "Sueter" en Valencia

Estebán Hernández y la editorial Planeta me pasan con poca diferencia sendas notas de prensa para anunciar la presentación oficial -mira, como los futbolistas- de la nueva obra de Estebán , "Suéter", el próximo 10 de Julio en la librería Futurama de Valencia. El acto será a partir de las 19:30 y aparte de un piscolabis que siempre viene bien el autor firmará ejemplares de la obra.
Yo, por desgracia, no voy a poder ir porque a mí Valencia me pilla un poco a trasmano pero "Suéter" es una obra que seguro leeré porque le tengo ganas. Pueden ver un adelanto de nueve páginas de la obra aquí. Ya les contaré.

viernes, 3 de julio de 2009

Trailer de “Deadgirl”



En mi afán de traerles trailers curiosos de películas que probablemente nunca veamos en las salas comerciales de nuestro país, le ha tocado el turno a este de “Deadgirl” una película de horror teen que consiguió buenas criticas en el festival de Toronto del año pasado pero que, al parecer, no encontró distribuidor (al menos hasta ahora ya que parece que se va a estrenar en algunas salas de EEUU a partir del 24 de Julio). La película, dirigida al alimón por Marcel Sarmiento y Gadi Harel es un poco tópica, pero está rodada por lo que se ve con más elegancia y gusto que este tipo de productos. Un par de chicos poco populares deciden ir a autocomparecerse entre latas de cerveza a un antiguo manicomio abandonado donde encuentran a una chica zombi a la que pretenden mantener encerrada para convertirla en su juguetito sexual. Si es que hay mucho desesperado ahí fuera…

jueves, 2 de julio de 2009

Charles Burns y las drogas

P: La droga está muy presente en esta historia que nos relata (refiriéndose a "Black Hole").
BURNS: Quería reflejar la vida normal de unas adolescentes en EEUU, lo que implica el uso de drogas. Es parte del paisaje cotidiano en nuestro mundo, no hago una lectura moral, es sólo que existe en el mundo del que quería hablar. Es una situación que empuja la historia hacia terrenos un poco más inquietantes. Es una transformación mental también. Esta gente se encuentra incómoda con su existencia, así que recurren a la búsqueda de una nueva identidad. Si tomas LSD se amplían tus percepcciones... También es algo que une a esta gente.
(Extracto de una entrevista de Daniel Tomás, publicada en el año 2004 en "La opinión de Málaga" y que pueden leer completa, aquí).

Karl Malden (1912 – 2009)

Ayer me enteré con sorpresa de la muerte de la nariz más famosa del cine y de la televisión. Con sorpresa, porque pensaba que Malden debía llevar años fallecido pero el viejo Malden, que encarnaba como nadie las virtudes del americano medio de antes, ha resistido silenciosamente y casi ha llegado a centenario. Hijo de emigrantes, Malden siempre ha sido un actor reconocible en todas las películas y series en las que participó por la enorme cachiporra, consecuencia ade la práctica al baloncesto en su juventud, que lucia en medio de una cara -no exenta de atractivo- a la que apenas parecían afectar el paso de las décadas. En el cine logró pocos papeles de protagonista, mermado por su apariencia, física aunque se convirtió en uno de los más importantes secundarios de los años cincuenta, participando en grandes películas como “El pistolero”, “La ley del silencio” o “Un tranvía llamado Deseo”, interpretación que le valió el Oscar a mejor actor de reparto. Posteriormente, siguió participando en grandes películas como “La ley del silencio”, “El hombre de Alcatraz” y “Patton”, aunque cada vez le resultaba más difícil conseguir buenos papeles.

A pesar de su larga trayectoria cinematográfica, el papel que le hizo enormemente popular fue el de Mike Stone en la serie “Las calles de San Francisco” donde interpretaba a un astuto y veterano policía que le daba unas cuentas lecciones –en más de un sentido- a su pipiolo y guaperas compañero, un jovencito Michael Douglas. Yo creo que todos los niños de la época nos hicimos fans de Mike Stone, un tipo feo pero inteligente y dotado de ironía y cerebro bajo su eterno sombrero, antes que de Douglas que ya por entonces iba de sobrado, mérito este de un astuto Malden que supo comerse al jovencito y resolver a su favor una serie que a priori explotaba la rivalidad generacional entre ambos compañeros. “Las calles de San Francisco” fue una gran serie de los setenta y marca un hito dentro de las series policíacas, una serie que, además, ha resistido bastante bien el paso del tiempo, estableciendo un modelo imitado hasta la saciedad posteriormente.

Malden fue un actor inteligente que supo hacer de sus limitaciones físicas una virtud y mejoró todas las obras en las que participó. Un secundario de los que ya no quedan.

D.E.P.

miércoles, 1 de julio de 2009

“Alix” de Jacques Martin.

Hoy recuperamos del olvido al que nuestros editores han defenestrado al cómic clásico europeo una obra referente en más de un sentido del género histórico que tan bien han sabido explotar al otro lado de los Pirineos. Una serie que a pesar de empezar a publicarse hace más de sesenta años (1948) en las páginas de “Tintin” se mantiene vigente (acaba de aparecer el 28º álbum este mismo año) convirtiéndoe en un referente de la línea clara a su autor, el francés Jacques Martin, uno de los prolíficos autores de esta escuela. Como ya se habrán imaginado, me refiero a “Alix”.

“Alix” es una de romanos en la que el protagonista, el mismo que da título a la serie, es un joven príncipe galo (a modo de curiosidad hijo del jefe galo Astorix, cuyo nombre parodiaron Uderzo y Goscinny para crear a ya sabéis quién) que es adoptado por la familia Graco en los convulsos tiempos del primer triunvirato. Acompañado por su amigo, el joven egipcio Enak, Alix recorrerá el mundo antiguo desde Troya hasta la civilización azteca viviendo todo tipo de aventuras y desbaratando las numerosas intrigas políticas en las que se ve inmerso.

Jacques Martin, uno de los autores más prolíficos de la escuela franco belga clásica que había empezado su carrera dibujando escenarios y vehículos en “Tintin” (y más desconocidos en España), encontró el espaldarazo definitivo en esta serie en la que ha plasmado todo su amor por el mundo antiguo con un rigor y una documentación sorprendentes para la época sin olvidar por ello el tono aventurero que la historia y el protagonista requieren. Los primeros álbumes de la serie tuvieron una extensión de 64 páginas hasta pasar a los 48 actuales y en ellos se percibe la evolución de Martin desde los prmeros álbumes en los que es notoria la influencia de otro grande de la línea clara como es Jacobs hasta dar con un estilo propio en el que prima aparte de la narración la reproducción al detalle de objetos y edificios.

Martin se ocupó de la serie como autor completo hasta bien entrados los años noventa pero como consecuencia de los achaques de la edad y su exigente ritmo de trabajo con el paso de los años fue delegando en colaboradores como los dibujantes el suizo Rafael Morales, Marc Henniquiau, Cedric Hervan, Christophe Simon o Ferry, y los guionistas François Maingoval y Patrick Weber aunque se ha ocupado hasta estos últimos álbumes de supervisar los argumentos de las historias aunque ninguno de estos ha alcanzado el sentido de la composición y el detallismo que Martin logró en sus álbumes en solitario.

Mientras que en Europa "Alix" es un clásico con una secuela casi tan lóngeva como la serie principal, "Les voyages de Alix", con guiones de Martin y dibujo de distintos autores, en España, es una serie prácticamente desconocida ya que sólo se publicaron los primeros álbumes a finales de los años sesenta por la editorial Oikos Tau, más algunos álbumes sueltos sin periodicidad ni orden de "Alix" y "Los viajes de Alix" por parte de Norma y Glénat. Se trata de un auténtico clásico semidesconocido que no estaría de más fuese recuperado en bonitos integrales por alguna avispada editorial.

Les dejo una completa y exhaustiva entrada sobre la serie y el autor, aquí. Además el amigo Emilio dedicó una entrada a la obra de Martin en La Biblioteca de Thule que no deberían perderse. Pero, lo más alucinante de todo es que el núcleo taliban de aficionados españoles a esta obra le ha dedicado una página web muy chula que pueden consultar aquí y si dominan el idioma francés no dejen de pasarse por este sitio.


Trailer de “The informant” de Steven Soderbergh



Cuando vean este trailer “The informant” lo primero que les va a llamar la atención son las pintas que se gasta el amigo Matt Damon, que está prácticamente irreconocible pero, aparte, es que “The informant” tiene hechuras de ser una película interesante. Dirigida por un tipo con tantas tablas como Steven Soderbergh la cosa promete Se trata de una comedia negra e irónica con el cine de agentes secretos y confidentes basada en un libro del mismo titulo del periodista Kurt Eichenwald. Se estrena en Octubre en EEUU. Ya veremos en que queda la cosa.

No más Oesterhelds, libertad para McDonald

Me llega por mail la noticia del secuestro en la convulsa Honduras del caricaturista Allan McDonald junto a su hija de diecisiete meses -¿Qué posicionamiento puede tener una niña de diecisiete meses?.-. Al parecer, McDonald se habría posicionado a favor del referéndum del presidente Zelaya y en contra de los golpistas con lo que se puso en el punto de mira de estos últimos.

Vaya por delante, que no soy un experto de la política interior hondureña pero que, por lo que he podido informarme, tan sospechosos me parecen los golpistas como ese Zelaya que ejerce un peligroso populismo trasnochado. Sin embargo, hay una diferencia vital entre unos y otros. A Zelaya, por mal que me caiga y sospechoso me parezca, le han elegido en unas elecciones libres y democráticas, es un presidente legítimo y, en estos tiempos que corren, sería sonrojante para la sociedad internacional que los golpistas devolvieran a Honduras a la política del golpe de mano, los desaparecidos y los discursos pomposos y vacíos que durante décadas se impuso y lastró buena parte de Latinoamérica.

McDonald se opuso a eso con las armas del artista, el lápiz y la pluma, y sus verdades incómodas pronto han sido silenciadas con la milimétrica eficacia con la que este tipo de golpistas silencian a los disidentes. Cuando he leído el mail no he podido dejar de recordar la figura de otro hombre de la historieta, el genial H.G. Oesterheld, desaparecido junto a sus hijas y asesinado por los golpistas argentinos a finales de los setenta. Su cuerpo todavía no ha aparecido.

Si el golpe tiene éxito y la comunidad internacional mira para otro lado, si Zelaya no vuelve a ocupar su puesto y pierde un referéndum supervisado por los organismos internacionales, si no hay unas nuevas elecciones democráticas y si McDonald se convierte en otro Oesterheld, quedará claro una vez más para vergüenza de todos que a pesar de las buenas palabras en Latinoamérica no pasa el tiempo presa de sus fantasmas y sus oligarquías.

Llámenme ingenuo. Tengo esperanzas. No a otro Oesterheld. Libertad para McDonald.

Página web de Allan McDonald, aquí.

(ACTUALIZACIÓN: Parece que McDonald y su hija han sido liberados gracias a la presión internacional. Menos mal).