jueves, 9 de abril de 2009

“Gran Torino” de Clint Eastwood.

Muchas ganas tenía de ver la última película de Clint Eastwood con la que, según dice, mi admirado Clint se retira de la interpretación. Como la pequeña crece a pasos agigantados me permití –y me permitieron- una escapadita al cine más cercano para reencontrarme con el sabio Eastwood. El resultado, quizás una de las películas más ambiciosas de Eastwood, pero también una de las más irregulares, aun así, la escapada mereció la pena.

Walt es un jubilado, antiguo veterano de Corea, que ve desde el hall de su bien cuidada casita como su tranquilo y ordenado mundo de americano de clase media se va desmoronando a su alrededor. Su mujer acaba de morir, sus hijos sólo le quieren por el interés, su barrio ha ido cambiando y ha pasado de ser un tranquilo suburbio a territorio de bandas, y, para más inri, el pater de su comunidad se muestra ansioso porque confiese sus pecados. Malos tiempos para el duro, racista y amargado Walt que parecen empeorar cuando su vecino “chinorri”, presionado por la banda local, le intenta robar la única ilusión que le queda en la vida, su Gran Torino del 73. Sin embargo, será precisamente la amistad que Walt establece con sus jóvenes vecinos, su familia y la comunidad oriental la que le lleve a encontrar nuevas ilusiones por las que vivir.

En esta película, Clint Eastwood vuelve a vestirse con el disfraz de los personajes que le dieron fama en el pasado - implacables justicieros como Harry Callaghan o “El sargento de Hierro”-, un disfraz, que a pesar de los años le sigue quedando como un guante y del que no quiere ni debe renunciar, revistiéndolo en esta ocasión de la experiencia y la humanidad que la edad podría haber proporcionado a esos personajes, para erigirse, en cierta medida, en conciencia de la sociedad norteamericana y denunciar algunos de sus males– el choque cultural, las bandas, la desintegración de los valores familiares- en una fábula irregular con la que apela a las soluciones sencillas y tradicionales –la amistad, las satisfacciones del trabajo bien hecho, la solidaridad vecinal… - para afrontar problemas en exceso complejos. Y es que Clint es de la vieja escuela…

A partir de un primer tercio de película excelente en el que Eastwood mantiene el tipo gracias a su indudable carisma en pantalla y el constante guiño autoreferencial dirigido a sus seguidores (que son/somos legión), la película se desvirtúa conforme la amargura y acidez del viejo Walt se va transformando gracias al contacto con sus jóvenes vecinos asiáticos, perdiendo la cinta ritmo conforme el Eastwood director va prescindiendo del tono oscuro y dramático que la historia tenía por otro más luminoso y cómico que se antoja en exceso deshilvanado y anecdótico, probablemente a debido a lo poco trabajado del guión en este aspecto que abusa de situaciones manidas -¿soy el único que ha visto cierta transposición en la relación Walt-Thao con la que establecían Dany-Miyagi en “Karate Kid”?- y la ausencia de un plantel de actores que sepan dar la réplica adecuadamente a Eastwood. Sólo al final, la historia vuelve a recuperar algo de su pulso inicial, aunque la película ya se encuentre lastrada por ese segundo acto que se antoja demasiado largo e insustancial.

En fin, “Gran Torino” no se encuentra entre lo mejor de la producción del octogenario Eastwood, quién deja pasar la oportunidad de ofrecer una última gran obra maestra, pero hay que aplaudir su ambición y voluntad por querer seguir haciendo un cine que proponga preguntas y ofrezca respuestas y, al mismo tiempo, entretenga a, una edad a la que muy pocos miembros de su generación siguen en activo. Y que sea por muchos años, sr. Eastwood.

6 comentarios:

Akbarr dijo...

A mi sí que me gustó mucho la peli y me pareció el mejor Eastwood. 79 años tiene ya y sigue en plena forma, me parece increible el aguante de este hombre, demostrando que a esa edad se puede seguir trabajando así de bien.

Eso sí, el doblaje de los orientales en general me pareció bastante malo, a veces parecía que estaban de coña.

Lord_Pengallan dijo...

"-¿soy el único que ha visto cierta transposición en la relación Walt-Thao con la que establecían Dany-Miyagi en “Karate Kid”?-"
Pues no, y con esto concluyo que no te has leíste mi post sobre GT :) No sé si es intencionado o no, pero ahí hay otra cosa que hace esta peli, a pesar de que no es muy allá formalmente, sea una de las mejores pelis de los últimos años. Es un gran retrato de los momentos actuales.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Yo sí vi a uno de los mejores Eastwoods de los últimos años, pero es que hay tanta maravilla en la que moverse que es difícil escoger...

Entiendo tu explicación sobre el bajón de ritmo y el cambio de tono, pero yo lo vi fundamental para explicar el desenlace. Para mí, sin esos momentos más light el final no tendría la misma fuerza emocional.

Sí comparto que, él al margen, falta categoría en el reparto, pero es un mal que le pasa de vez en cuando a Clint. A veces borda repartos como Million Dollar Baby o Mystic River y a veces pone a cualquiera como en Banderas de nuestros padres.

Yo la vi en versión original, así que me ahorré el doblaje de los asiáticos. Y, por supuesto, disfruté con un enano con los gruñidos de Clint. Y yo también vi paralelismo con Karate Kid, creo que es inevitable en gente que ronde o supere la treintena, porque el señor Miyagi es nuestro prototipo cinematográfico de asiático...

PAblo dijo...

Akbarr,

Completamente de acuerdo con lo del doblaje. Y sí, está en plena forma. Ya quisieramos llegar muchos a su edad con esa lucidez y energía.

Lord Pengallan,

Efectivamente, no habia leído tu entrada sobre GT. Ni la tuya ni la de nadie ya que intento no leer demasiado -a veces resulta imposible- sobre peliculas de estreno que no he visto para no ir en exceso influido. Esta semana ha sido complicado porque casi todos los blogueros que sigo os habéis adelantado... ;-D

Lo de la pregunta retorica sobre Karate Kid, evidentemente era una exageración puesto que imaginaba que no iba a ser el único al que no le iba a pasar el detalle desapercibido y me parece que el parecido de la relación está conscientemente buscado por Eastwood.

Juan,

Yo he visto a un Eastwood con un planteamiento muy ambicioso, una historia con muchos niveles y con muchas ganas de contar cosas. Sin embargo, la película se pierde completamente en el segundo acto porque aunque es cierto que es importante en la historia Eastwood lo exagera y lo alarga en exceso.
Creo que "Gran Torino" es una buena película pero no es la mejor película de Eastwood aunque tenía todos los elementos para haberse convertido en su obra más depurada (no quiero hablar de testamento artístico de un director que sigue vivo y en forma.

Impacientes Saludos.

Akbarr dijo...

Hombre, es que si hiciéramos una encuesta sobre la mejor película del amigo Clint creo que cada uno diríamos una distinta, tiene una carrera con mucho donde elegir (por cantidad y calidad).

Anónimo dijo...

Ya la he visto dos veces y ganas no me faltan para ir una tercera. Me parece que "The Changeling" (guionizada por el infumable Straczinsky) es más ambiciosa que "Gran Torino". Y ese segundo acto me parece importante como bien dice Juan Rodríguez Millán, por una cuestion de implicación con el personaje, además porque también es una pelicula de formación, y porque Eastwood se pasea por varios tonos como pocos directores lo hacen.
Creo que el objetivo del reparto es que sea tan conocido para el espectador, como el resto del público que comparte la sala con uno, porque lo que importa es Eastwood, como símbolo, como autoparodia. En fin que es un peliculón!!
Saludos tocayo!