jueves, 30 de abril de 2009

Los concursos en la Blogosfera, soluciones ingeniosas para tiempos de crisis.

No sé si se han dado ustedes cuenta pero últimamente proliferan en la Blogosfera los concursos en los que tal o cual editorial –generalmente editoriales de las denominadas pequeñas- sortean algunos ejemplares de una obra de reciente publicación.

Está comprobado que en los períodos de recesión en los que el consumo decrece uno de los sectores que paradójicamente más crecen es el de los juegos de azar ya que la gente tiende buscar en la fortuna una fórmula fácil e ilusionante para sus problemas económicos. En mucha menor medida esto es aplicable a las pequeñas editoriales que han encontrado en estos sorteos en páginas amigas un medio de promocionar y dar a conocer unos cómics que quizás de otro modo no tuvieran tanto tirón entre los aficionados, quizás en estos momentos, remisos a pasar por caja pero que, tras conocer la obra con la excusa de participar en el sorteo, se pasen por la librería a hacerse con un ejemplar si no han sido agraciados.

A mí este tipo de sorteos me parece una gran idea en la que todos los participantes salen ganando. Las editoriales promocionan sus productos, las webs consiguen más visitas y prestigio, y los lectores pueden optar por conseguir un tebeo gratuitamente.

Una solución ingeniosa e imaginativa a imitar.

Si quieren participar ahora mismo hay dos sorteos en vigor. En Zona Negativa, tras contestar unas preguntas, se entra en el sorteo del“Zot” de Scott McCloud, recopilado en dos ejemplares por Astiberri y la editorial Viaje de Bizancio sortea tres lotes de todas las obras editadas hasta la fecha por la editorial sevillana. Si quieren participar, o saber más al respecto, prueben aquí o aquí. Yo ya he probado suerte que nunca se sabe.

miércoles, 29 de abril de 2009

“Los zombis que se comieron el mundo” de Guy Davis y Jerry Frissen.


Es bueno descubrir que hay vida –perdón, por el juego de palabras- en el género zombi más allá de “Los muertos vivientes” de Robert Kirkman, entre todo el material de dudosa calidad sobre el género con el que nos están inundando las editoriales como demuestran Guy Davis y Jerry Frisen en “Los zombis que se comieron el mundo”, una obra compuesta por cuatro álbumes y que Norma publicó hace unos meses en un único tomo de tapa blanda bastante caro, que recoge el primer ciclo completo que es lo publicado hasta el momento por Los Humanoides.

Los zombis que se comieron el mundo”ya parte de una premisa más original que lo que es habitual en las historias de zombis que suelen tener su origen en algún tipo de desastre –atómico ó viral, según los miedos imperantes en la época- provocado por la negligencia de los militares o los políticos. Sin embargo, esta obra se sitúa en un futuro cercano, 2064, en el que los muertos están regresando de sus tumbas por una razón incierta y las autoridades han dictado normas para que sus familiares vivos se hagan cargo de los no vivos en una cohabitación pacífica, lo que provoca situaciones rocambolescas a todos los niveles. Con este apocalíptico panorama el estrafalario trío de freaks formado por Eddy Merckx, un berraco con más fuerza que cerebro, Karl Neard, un trekkie acomplejado por sus granos, y la hermana de armas tomar de este último, ha visto la solución a sus problemas económicos montando una empresa ilegal para librar a sus clientes de los recién llegados que les incomoden.

Nos encontramos ante una obra llena de grandes ideas a las que el guionista belga Jerry Frisen trata de dar un giro humorístico poco explotado dentro del género. Frissen describe con mucho vitriolo y mala leche buena parte de las problemáticas que podrían surgir en una ciudad civilizada si unos muertos vivientes volvieran de la tumba, que, como literalmente señala el título, se comerían una sociedad en la que no quedaría indemne ninguna institución desde la Iglesia en que los Papas muertos luchan por el poder o un Jesucristo putrefacto que sermonea a las multitudes, a la clase política en la que algún lobby pretende devolver al poder a un –más- corrompido George Bush, o la sociedad donde los artistas montan exposiciones de zombis o los ricos se dedican a coleccionarlos. Frissen en sus cómics exponen que los zombis no son peores que unos vivos bastante egoístas capaces de cualquier cosa por librarse de los fastidiosos muertos. En ese futuro apocalíptico no se salvan ni sus atípicos protagonistas, unos inadaptados excesivos con todo tipo de defectos que tienden a salir indemnes de sus constantes meteduras de pata y son los objetos de los gags más chuscos de Frissen, quién se ceba especialmente en los belgas. Todas estas tramas, que podrían dar mucho juego en el característico y atormentado tono dramático de las historias de terror zombi, son planteadas con mucha acidez por Jerry Frissen, en una premisa atractiva pero que en las distancias cortas falla, en mi opinión, debido al abuso que hace el guionista de un humor chusco y tontorrón, que tiene en series como “Los innombrables” de Yann y Conrad, de la que les hablé por aquí, pero que en esta ocasión a mí, personalmente, me resulta cansino y emborrona el excelente planteamiento inicial de la serie

Lo más destacable de la obra, aparte del notable trabajo gráfico de Davis, es como a través de los cuatro álbumes va hilvanando un tejido de enrevesadas historias cruzadas que tienen su nexo en común al trío protagonista que permite al guionista dotar de coherencia su visión de Los Ángeles crepusculares en los que se desarrolla la acción al tiempo que hace evolucionar las vidas de los protagonistas buscando nuevas situaciones humorísticas.

En el apartado gráfico brilla con luz propia un Guy Davis que se mueve con soltura en cualquier estilo, desde el más realista de obras como “Sandman Mistery Theatre” o “The Marquis” y “AIDP” al más caricaturesco y excesivo donde demuestra dominar como pocos en la actualidad los secretos de la línea clara y sigue la senda de autores como Chaland, Conrad o Franquin, dotando de credibilidad las descacharrantes barrabasadas perpetradas por Frissen.

En definitiva, “Los zombis que se comieron al mundo” es un cómic muy interesante y ambicioso, lleno de buenas ideas, algunas fallidas, pero muy por encima de la ñoñeria habitual en este subgénero. Una lástima que Norma se descolgase con un precio quizás demasiado elevado para un tomo editado en tapa blanda que disuadirá a potenciales compradores, pero maestros tiene la Iglesia.

La página oficial del cómic, aquí.

El blog de Jerry Frissen aquí y la página de Guy Davis, aquí.
Otras obras zombi en El lector impaciente:

Nuevos spots de “Terminator Salvation”.



Ayer parecieron dos nuevos anuncios de “Terminator Salvation”, cuya promoción enfila la recta final hacia su estreno el 21 de Mayo. Por lo que se ha visto hasta ahora en los distintos adelantos la cosa tiene mucho mejor pinta que lo que le vaticinaba al principio y esta, junto a lo nuevo de “Star Trek”, nos van a deparar un mes de Mayo de lo más palomitero. Espero las dos películas con muchas esperanzas. A ver si no se ven desfraudadas.

martes, 28 de abril de 2009

Estamos que lo tiramos: el nº 15 de “Sonaste Maneco”, gratis.

Ya se puede descargar de la remozada página –muy chula, que les ha quedado- de la Bañadera del Cómic, el último número de “Sonaste Maneco” la revista sobre cómic que realiza este colectivo. En este número especial aparte de un interesante recorrido por el estado del cómic hispanoamericano, se puede destacar de sus contenidos el recuerdo de Carlos Trillo y Humberto Ramos a Carlos Meglia, una profunda entrevista a Ángel de la Calle, el autor de “Modotti”, y un recorrido más que interesante por las desconocidas historias piratas realizadas en Argentina sobre “Superman”. Por tan poco, pocos dan más. A por ella.

Para descargarla, aquí.

lunes, 27 de abril de 2009

“Long John Silver: Lady Vivien Hastings” de Xavier Dorison y Mathieu Lauffray.

Mucho valor han tenido Xavier Dorison y Mathieu Lauffray, para atreverse a seguir en una nueva serie de cómic, las aventuras de uno de los personajes más emblemáticos de la literatura universal, Long John Silver, uno de los secundarios más importantes de la novela de aventuras y el personaje que sin duda ha fijado en el imaginario colectivo el icono de lo que es un pirata. Valor porque, quién más quién menos haya o no leído “La isla del tesoro” de R.L. Stevenson (si no la han leído, ya están tardando, mozalbetes, que los mayores de treinta estoy seguro que la hemos leído casi todos), conoce el personaje por las incontables adaptaciones cinematográficas y si cometen el más mínimo desliz los críticos ortodoxos más recalcitrantes les pondrán con mucho gusto en sus manos la mota negra.

En 1785 , lord Hastings descubre en lo más recóndito de la selva amazónica, la ciudad perdida de Guayanacapac mientras que, en Inglaterra, su casquivana y bella esposa, Lady Vivien Hastings, quién creyendo a su marido fallecido, está a punto de casarse en segundas nupcias con el bobalicón Lord Prisham, en un matrimonio de conveniencia que le permitirá encubrir su embarazo y recuperar su fortuna perdida. Sin embargo, los planes de Vivien se tuercen cuando el hermano de lord Hastings, mediante un poder firmado por este, la priva de lo que queda de su patrimonio para fletar un barco con el que unirse a su hermano. La intrigante mylady decide entonces enrolarse en el barco para hacerse con el tesoro de Guayanacapac junto al doctor Livesey y a cierto cocinero cojo y su banda de patibularios colegas con los que ha llegado a un siniestro arreglo para hacerse con el barco y el tesoro.

Xavier Dorison, un guionista experimentado escribiendo todo tipo de cómic de aventuras, pone en este album los cimientos para construir una trepidante historia de piratas que sirve, como ya indica en el inicio de la obra, de homenaje a la obra de R.L. Stevenson. Dorison toma de la obra original de Stevenson un mismo punto de partida, el mapa de un tesoro que si en el caso de la novela se encontraba en la isla perdida de Flint, en este álbum se encuentra en el mítico El Dorado que Dorison sitúa en la perdida ciudad inca de Guayanacapac, incorporando un elenco de novedosos personajes de dudosa reputación y motivaciones que contrastan con el ingenuo Jim Hawkins, que protagonizó y narró la obra original, aunque, en esta ocasión, toma como narrador de la historia al doctor Livesey que también apareciera en “La isla del tesoro” y que sirve de nexo de unión entre los elementos reutilizados de la obra de Stevenson y los de cosecha propia. Con mucha habilidad, Dorison va dosificando la presentación de esos personajes que van a protagonizar su aventura, dejando hasta bien entrada la mitad del álbum el que más tirón e interés suscita, su revisión del mítico John El Largo, mostrándose al tiempo renovador y respetuoso con el personaje original en una historia situada varios años después de los hechos narrados en la novela por Stevenson. El Long John de Dorison, soberbiamente retratado por Lauffray, ha prescindido de su inseparable loro y de su esposa de color, pero se muestra tan astuto y hábil como el de la novela pero mucho más taimado y letal, como queda claro en el lance con el pirata Samir.

A lo largo de sesenta páginas, Dorison construye un más que correcto y entretenido álbum de inicio para una serie de aventuras, lleno de personajes interesantes y bien construidos que alterna con espectaculares secuencias de acción muy bien construidas. Sin embargo, como ya es habitual en otras obras de este autor, vuelve a mostrar ciertas omisiones en la secuencia lógica de la narración y la transición entre episodios, debido quizás a la libertad que el guionista da a su trabajo con los soberbios dibujantes con los que colabora, o a lo limitado del formato de 60 páginas que obligan al escritor a escatimar al máximo en la construcción de la historia dejando situaciones sin cerrar.

Como decía en el anterior párrafo, Dorison es uno de los actuales guionistas de la BD que mejor ojo tiene a la hora de seleccionar a sus dibujantes, colaborando actualmente en sus series abiertas con gentes de la talla de Breccia hijo, Rossi, o este Mathieu Lauffray, con quien ya colaboró en “Prophet”, y que aquí realiza una labor espectacular, enganchando al lector desde la primera página a una historia un tanto convencional y, de momento, predecible, pero que se agranda gracias a su labor. Lauffrey ofrece un dibujo espectacular, con una excelente planificación de página con unas espectaculares splash page y un uso del color muy logrado, en el que ha contado con la colaboración de Thim Montaigne, para lograr una magnífica ambientación para caracterizar los espacios húmedos y siniestros en los que se desarrolla la acción.

En definitiva, “Long John Slver” es un álbum de aventuras de corte clásico muy bien planteado y de lectura agradable que no defraudará a los aficionados al género y que, a pesar de su predecibilidad, deja con ganas de leer más y averiguar qué sorpresas se sacará Dorison de la manga, por lo que, es de desear que Norma no retrase demasiado la publicación de la segunda entrega, “Neptuno”.

La edición de Norma es muy lujosa y no se la puede poner ningún defecto aunque claramente un álbum de 60 páginas por 16 euros actualmente no esté al alcance de muchos bolsillos, aunque, en esta ocasión, en mi opinión, merezca la pena el esfuerzo. Ustedes deciden.

Otras obras de Xavier Dorison en El lector impaciente:

- “Los centinelas 1: Las cosechas de acero”, junto a Enrique Breccia.

Primer trailer de “H2: Halloween 2” de Rob Zombie.



Ya tenemos el primer trailer de la segunda parte del “remake” que Rob Zombie está realizando de una de las franquicias más longevas nacidas del “gore”ochentero. Ya saben, las aventurillas de ese espantajo loco de atar de Michael Myers obsesionado -¿y quién no?-con la fantástica Jamie Lee Curtis, con la que el gran John Carpenter nos asustó ya hace tantos años.

De la anterior entrega realizada por Rob Zombie, lo que más me gustó fue su interés por no quedarse únicamente en el fotocopiado fácil del trabajo de Carpenter e intentar aportar en todo momento una (re)visión novedosa a una franquicia que parecía agotada y de la que la mayoría de sus seguidores esperan lo justo, es decir, una buena dosis de gritos y casquería. De esta segunda entrega, que se estrenará en agosto, continúa la historia donde terminó la primera, me quedo con su cuidada estética a la espera de las persecuciones, asesinatos y horrores asegurados.

Ya veremos.

viernes, 24 de abril de 2009

“El viaje del elefante” de Jose Saramago.

Tras la reseca de recomendaciones comiqueras de ayer, no me resisto a reseñarles la última obra de José Saramago, el Nobel hispanoportugués (aunque si optan ustedes por comprar algo de Ballard o Marsé, también acertarán) que a pesar de su precaria salud y su avanzada edad sigue estando en plena forma literaria con “El viaje del elefante”, una obra si quieren menor dentro de su trayectoria en la que coquetea desde su personal y característico estilo con la novela histórica para tratar de nuevo sus grandes temas, las paradojas de la naturaleza humana puestos en relación en esta ocasión con el poder.

Partiendo de una línea en el libro de la Historia – el regalo de un elefante indio que realizó el rey de Portugal, Juan III a su cuñado el archiduque de Austria en el siglo XVI-, Saramago da rienda suelta a su capacidad para la fabulación poniendo en contraposición a los distintos personajes involucrados en el traslado del elefante por media Europa (desde el rey de Portugal y el Archiduque de Austria a los soldados que pasando por el humilde cornaca indio Nuhro (o Fritz, según el capricho del monarca de turno) encargado del animal y que sirve de voz a Saramago para sus reflexiones), y sus ambiciones y motivaciones humanas frente a la tranquila nobleza del paquidermo Salomón/Solimán al que otorga las cualidades que echa a faltar en nuestra especie. A través del viaje, Saramago incorpora divertidas anécdotas cebadas de sutil crítica a la Iglesia en varias ocasiones dispuesta a convertir cualquier reacción del animal en señal divina o infernal según interese al párroco de turno, y al poder político, que busca utilizar al animal como símbolo de su posición y su preminencia frente a los más débiles.

La novela es entretenida y ágil y Saramago tiene el mérito de hacer parecer sencillo lo que en realidad es bastante complicado, escribir obras que lleguen a todo tipo de público y muevan a la reflexión al tiempo que entretienen. Sin abusar tanto como en otras ocasiones de las disgresiones y las enumeraciones pero sin renunciar tampoco a ellas ya que forman parte de su estilo, Saramago hilvana su relato saliendo y entrando como quiere de la historia principal sin perder nunca la cara a una historia que quizás tenga su principal defecto -¿o quizás cualidad?- en su asumido carácter de obra menor y sin excesivas pretensiones.

En definitiva, una lectura agradable de un autor imprescindible que puede servir para los que desconozcan su obra pero tengan curiosidad den un primer paso antes de atreverse con obras mayores. Si quieren regalar un libro, prueben con este. Seguro que quedan bien.
Otras obras de José Saramago en El lector impaciente:

Oigan payos y calós, que Rantifuso y Htiler de pequeño leía mucho son gratis...

Internet en su infinitas posibilidades ha dado una nueva dimensión a los populares fanzines de hace años. Si antes se hacían a partir de cuatro fotocopias mal hechas con los amiguetes y se pedía la voluntad, hoy en día son productos bien acabados y maquetación a veces mejor que la profesional gracias a las nuevas herramientas informáticas que, además, cuentan con colaboradores interesantes que se han conocido muchas veces a través de Internet y se ofrecen gratuitamente a quien quiera bajárselas.

Esta semana pueden descargarse gratuitamente dos que no tienen desperdicio:
-"Rantifuso nº 3", para descargar aquí.
-“Hitler de pequeño leía mucho”, para descargar desde aquí.
(Vía: Entrecomics).

jueves, 23 de abril de 2009

Juan Marsé, Premio Cervantes 2008.

Me cae bien Juan Marsé. Me cae bien, en lo personal, más allá de la calidad de su obra que es de las mejores de la última década del siglo pasado y más allá de sus exabruptos públicos que algunos tildan de chulería, pero que a mí me parecen sinceridad y autoridad del que debe ser escuchado por dominar como pocos su oficio sin preocuparse por zarandajas de otras índoles.

Me parece, por tanto, un premio merecido pero me cae aún mejor echándole un ojo a como es capaz con sinceridad llevar a los cómics hasta los “sancta santorum” de la alta cultura y reconocer su mérito en su formación como pueden leer, aquí.

Un mérito que hay que reconocer por venir del que viene.
Si quieren leer el discurso completo, pueden hacerlo aquí.
Chapeau y felicidades, maestro

En el día del libro, regala tebeos.




Un nuevo día amanece y es un día especial ya que a partir de la estupenda idea que tuvieron los hacendosos catalanes de regalar en el día de San Jorge (o San Jordi) un libro y una rosa por toda España las tiendas sacan los libros a la calle y la gente aprovecha el descuento que se suele hacer para comprarse o regalar un librito.

Este año, la cosa supongo que andará un poco más achuchada por la crisis y eso, pero yo creo por lo que veo en el transporte público mi barómetro particular para este tipo de cosas que la gente lee y lo hace con ganas, haciendo uso de las bibliotecas públicas o de los prestamos entre amigos.

Como en la Blogosfera, existe la costumbre de recomendar – a mí no me hagan mucho caso, que soy muy mal recomendador- el regalo de cómics en este día, hay les dejo unas cuantas posibilidades al alcance de cualquier bolsillo y de cualquier lector. Ustedes decidan.

(Ah, y si nadie les regala un libro, un cómic o una rosa, regálenselo ustedes mismos que, de vez en cuando, hay que darse un caprichito).

-“Capitán América” de Ed Brubaker y Steve Epting: La grapa del capi no ha perdido su interés tras una cuarentena de números.

- Superlopez” de Jan. RBA está reeditando a buen precio una colección de los clásicos Bruguera. El último tomo dedicado a Superlopez es canela finan para los paladares de todas las edades. Y es que Super Jan es un clásico que no pasa de moda.

- “Lo mejor de The Spirit” de Will Eisner. Norma ofrece una excelente selección de historias de ese monstruo de la historieta que fue Will Eisner y su gran obra, “The Spirit”. Si a un precio razonable, le quieren demostrar a alguien el por qué la película d de Miller no hace justicia al maestro, compren este cómic.

. “Los pasajeros del viento” de François Bourgeon. Si tienen dinerillo fresco aprovechen para hacerse con esta obra que lleva años sin editarse en España. Las aventuras de Isa son un referente del cómic europeo y la editorial 12bis lo recupera para todos nosotros.

-“El príncipe de la noche” de Swolfs. Si no les llega para “Los pasajeros del viento” otra buena opción algo más ajustada de precio es este integral en el que Swolfs nos ofrece una aventura de vampiros de corte clásico con un dibujo, por lo que he ojeado, espectacular, cortesía de Glénat. La reproducción mejora respecto a otros integrales anteriores.

- “Clandestine” de Alan Davis, Panini acaba de reeditar Panini las aventuras del Clan Destine, una peculiar familia de superhéroes, que en los noventa supusieron una bocanada de aire fresco en el enrarecido género superheroico. Un dibujo espectacular en una historia que recupera la magia e inocencia de los superhéroes de antaño.

- “Las Calles de Arena” de Paco Roca. El nuevo título del autor de la aclamada “Arrugas”, publicado por Astiberri, es un acontecimiento que no deberían dejar pasar. Yo, desde luego, le tengo muchas ganas.

Ahí queda eso para que elijan y no se devanen demasiado los sesos con tebeitos que pueden encontrar fácilmente. Pero, si no les convencestos títulos pinchen en las etiqueta de Cómic de su derecha y podrán leer sobre muchos otros. Ustedes mismos

miércoles, 22 de abril de 2009

“Los Muertos Vivientes 8: Creados para Sufrir” de Robert Kirkman y Charlie Adlard.


El título del último tomo publicado por Planeta de “Los Muertos Vivientes”, “Creados para sufrir”, aparte de ser una máxima que afirmaría el propio Kierkergaard, define perfectamente a los personajes creados por el Dios Kirkman para habitar un mundo sin esperanza en el que las tumbas se abrieron y los zombis pasaron a dominar la Tierra, personajes creados por Kirkman para sufrir en aras a una historia que no decae y de los que el lector no debe encariñarse demasiado porque en el momento más inesperado el caprichoso y finalista Kirkman los borrará del mapa, sin previo aviso.

Este tomo, que recoge los números 43 a 48 de la numeración original norteamericana, resuelve el cliffhanger que Kirkman dejó planteado en la anterior entrega y hay supone un nuevo punto de inflexión en la colección al morir varios de los personajes protagonistas y verse obligados los supervivientes a abandonar la penitenciaria que ha sido su hogar durante buena parte de la serie en lo que supone para el guionista volver a poner la historia prácticamente a cero y poder enfrentar a los personajes a nuevas situaciones en aras a una supervivencia cada vez más difícil. Asistimos al enfrentamiento final entre los grupos de Woodbury y de la penitenciaria que Kirkman ha ido preparando desde hace tiempo, narrando los hechos desde la perspectiva de unos y otros. Los habitantes de Woodbury, manipulados por el loco gobernador Philips, fuertemente armados sitian la penitenciaria mientras los distintos miembros de la comunidad reaccionan de distinto modo ante la amenaza. El enfrentamiento final que vendrá precedido de ejecuciones sumarias, muertes y violencia por ambos bandos, acabará con la toma de la prisión por los verdaderos y omnipresentes protagonistas de esta historia, los ominosos y putrefactos muertos vivientes que le dan título.

Cualquier otro con menos talento, se hubiera limitado a realizar una burda historia de acción en la que los dos bandos acabasen a tiros, pero Robert Kirkman es un guionista sutil que no sólo se contenta con mantenerse siempre por delante de sus lectores, sorprendiendo número a número hasta a los más ávidos lectores, sino que muestra un humanismo sutil planteando las paradojas propias que llevan a cualquier grupo al enfrentamiento fraticida, la manipulación y el miedo, recreando una atmósfera densa en la que los elementos psicológicos a la hora de mostrar las reacciones de los personajes están perfectamente recreados, convirtiéndose este arco y, por extensión, toda la colección en un magnífico laboratorio en el que Kirkman disecciona los distintos comportamientos posibles ante una muerte segura e inevitable, convirtiendo a sus personajes en los cobayas perfectos con los que identificarnos y disfrutar padeciendo de sus penalidades durante el rato de lectura del tebeo. Y, menos mal, oigan..

En el aparado gráfico, poco que aportar respecto a lo comentado en anteriores entregas. Quizás, Charlie Adlard, un dibujante que en sus peores momentos me recuerda demasiado a Steve Dillon, firma su mejor aportación a la serie hasta el momento enmascarando cada vez mejor sus limitaciones y ensalzando sin estridencias sus mejores cualidades que se centran en la buena dosificación del ritmo y la coherencia de la narración y la construcción de magníficos cliffhangers (si le echan un vistazo a la última viñeta del tebeo no dudarán en comprarlo y dejarán encargada la próxima entrega) con los que sintetiza todo lo leído hasta el momento.

Kirkman cierra brillantemente un ciclo en “Los Muertos Vivientes”, tras haber explorado hasta el agotamiento todas las posibilidades que planteaba el confinamiento de un grupo reducido en a un ambiente hostil durante casi cuarenta números, y, tras soltar lastre, pone a los personajes que le interesan de nuevo en la carretera hacia un destino desconocido en una serie que , tras casi cincuenta números, no acusa el desgaste y puede ser disfrutada por todo tipo de públicos. Así que ya saben si todavía no les han atrapado los zombis de Kirkman y Adlard, déjense morder que no se arrepentirán

La edición de Planeta similar a la de anteriores entregas tiene para mí como único defecto el omitir las portadas originales. Un pequeño detalle que emborrona una edición bastante ajustada de precio, para estos tiempos que corren.
Otras entregas de "Los Muertos Vivientes" en El lector impaciente:

martes, 21 de abril de 2009

“Batman: Justicia Ciega” de Sam Hamm, Denys Cowan y Dick Giordano.




Aprovechando que Planeta está en pleno proceso de recuperación de las sagas “clásicas” del Hombre Murciélago que ya publicara hace años Zinco (estas recuperaciones están muy bien pero habiendo tanto material interesante sin publicar optar por este no me parece la mejor opción. ¿Ya nos hemos olvidado de esos “Archivos de Batman” donde iban a publicar a Marshall Rogers? Brrr…), desempolvo de mi colección los números de Batman: Justicia Ciega para releer esta historia del Hombre Murciélago, que en su momento sirvió para conmemorar el cincuentenario de la creación del Detective y los 600 números de la veterana cabecera, “Detective Comics”.

Cuando Batman, se enfrenta a un nuevo villano dotado de tecnología sónica llamado Quebrantahuesos no podía imaginarse que se encuentra ante una enorme conspiración que puede poner en jaque todo aquello por lo que llevaba años luchando ya que el misterioso y aparentemente inmortal villano no es más que la punta del iceberg de un plan que puede acabar con la riqueza y el buen nombre de Bruce Wayne. Una situación que se complica todavía más cuando Wayne se ve inmerso en una crisis amorosa y en Gotham se encuentra uno de sus antiguos mentores, capaz de deducir gracias a su prodigiosa mente quién se esconde debajo de la máscara del Murciélago y hacerlo público. ¿Quieren saber más? Tendrán que hacerse con el cómic.
Tengo que reconocer que he disfrutado como un niño de la lectura de este tebeo. Probablemente, porque soy un lector viejuno y añoro un modo de escribir cómics de superhéroes que convertía las sagas de tres o cuatro números en todo un acontecimiento en la trayectoria del personaje y detesto los actuales en los que una historia anodina se estira durante años hasta perder todo sentido. Sam Hamm, guionista de cine, se adelantó varios años al fenómeno JMS y el posterior desembarco masivo de guionistas televisivos, escribiendo esta historia aprovechando una huelga de guionistas cinematográficos y el crédito conseguido ante Denny O’Neill, el por entonces editor del personaje, al guionizar la primera película sobre el personaje de Tim Burton.

Hamm aporta una visión de Batman en la que le da un mayor protagonismo a Bruce Wayne del que era habitual en la época, alejándose en parte de la revisión justiciera que había puesto de moda unos años antes Miller en “Batman: Año Uno”, al tiempo que construye una trama compleja con altos componentes de intriga y ciencia ficción, ligera y entretenida de leer en la que, quizás, se nota en exceso la falta de familiaridade Hamm con el medio que hacen en algunos momentos el desarrollo de la historia resulte un tanto confuso (ignoro si se acabó la huelga de guionistas antes de tiempo pero la historia hubiera quedado mejor con un episodio más) debido a la cantidad de elementos con que Hamm enriquece la historia pero que suple con el entusiasmo con que va concatenando situaciones sin dar respiro al lector que tiene asegurado un buen rato de entretenimiento.

En el aspecto gráfico, nos encontramos con un Denys Cowan que se ve beneficiado por el entintando de Dick Giordano y Frank McLauglin logrando como resultado una versión de Batman a medio camino del canon impuesto por Neal Adams y su propio trabajo en “The Question” que, aunque a mí personalmente no me acaba de convencer resulta eficaz en lo narrativo aunque, en ocasiones, se le note superado por el ritmo de locomotora que impone el novel Hamm a la historia.

No sé como será la nueva edición de Planeta pero “Justicia Ciega” gustará, a pesar de sus defecto o precisamente por ellos,s a todos aquellos, que busquen en un cómic pasar únicamente un buen rato. Con “Justicia Ciega” lo tienen asegurado.

J.G. Ballard (1930-2009)


Se nos murió el domingo otro de los grandes nombres de la ficción del pasado siglo, J. G. Ballard, quién supo reflejar como pocos las tensiones del hombre contemporáneo en novelas llenas de tensión en las que se asomó como nadie al borde del abismo de nuestras sociedades, antes de que muchos percibieran sus peligros.

Antes de recibir el aplauso del público mayoritario gracias a “El imperio del sol”, basada en parte en sus recuerdos de infancia, ya nos había dejado unas cuantas novelas indispensables para entender y retener lo que fue la segunda mitad del siglo XX. Novelas como “El mundo sumergido” o “La sequía”, en la que anunciaba con varias décadas de antelación los peligros del cambio climático que Al Gore y los telediarios nos recuerdan hoy diariamente, o novelas como “Rascacielos”, “Crash” y “La isla de cemento” en las que retrató como nadie las soledades que se ocultan tras la máscara de las convenciones. Mi favorita, quizás más allá del mal rollo que produce la mencionada “Crash” (aunque siempre menor que el que amplió ese Curro Romero que es David Cronemberg, es “Compañías de sueño ilimitada” en la que el escritor disecciona las figuras mesiánicas como nadie.

De su obra posterior, en la que Ballard coqueteó con tramas más cercanas al thriller, conozco poco más allá de la interesante “Noches de cocaína”, novela interesante pero en la que empecé a notar cierto cansancio en un autor del que siempre espere lo máximo.

El mejor homenaje a un autor es leerle. Así que en cuanto encuentre un hueco en mi lista de lecturas pendientes, me pondré con algunos de las últimas novelas o la biografía de un hombre peculiar que no sólo se dedicó a escribir y a ver la vida desde fuera, sino que también la vivió intensamente.

D.E.P.

lunes, 20 de abril de 2009

La dignidad del artista.

No sé si están ustedes enterados de que Quino, el genial caricaturista argentino creador de “Mafalda”, se retira temporalmente. Si no lo sabían pueden leer sus motivos aquí.

Me parece admirable que dados los tiempos que corren en el que muchos pseudoartistas, que justificándose en muchas ocasiones en el homenaje, las influencias y demás zarandajas, nos inundan con una sobreabundancia de obras clónicas que quizás en muchos casos lindan cuando no caen en el plagio por las que, además, exigen notoriedad y reconocimiento, un artista de la calidad y trayectoria del creador argentino tenga la humildad y honradez para no aferrarse a un trabajo seguramente bien retribuido por considerar que no está a la altura en ese momento.

Un gesto que para muchos será romántico y pasado de moda en estos tiempos en que todos preferimos el pájaro en mano y la mayoría mira para otro lado antes de asumir una responsabilidad. Pero, que quieren que les diga, a mí me obliga a quitarme el sombrero ante el señor Quino y su honradez profesional y desearle que pronto vuelva a encontrar la inspiración para disfrute de todos nosotros.

Nobleza obliga.

Acto de presentación de Carlos Giménez al Príncipe de Asturias

Me pasa la Plataforma “Pro-premio príncipe de Asturias para Carlos Giménez” la siguiente nota de prensa de interés general (general para todos los que amamos el Cómic y la obra de Giménez):

“El próximo viernes 24 de Abril, tendrá lugar la presentación oficial de la candidatura de Carlos Giménez al premio Príncipe de Asturias de las Artes, propuesta por Carlos Pacheco y Rafa Marín y presentada oficialmente por la Semana Negra de Gijón.Esta candidatura viene avalada por la Universidad de Cádiz, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, la Semana Negra de Gijón, los salones internacionales del cómic de Barcelona, Madrid, Granada y Avilés, así como destacadas figuras del arte y la cultura de diversos países.La proyección de Carlos Giménez en el mundo de la historieta es universal. Su aportación al desarrollo y la evolución artístico-social del medio está fuera de toda duda. Se trata de uno de los mejores autores de la historia mundial del cómic de todos los tiempos y su trabajo a lo largo de toda su carrera en obras tan significativas como Paracuellos 36-39, Barrio o Los Profesionales, ha marcado a toda una generación con su magnífica narrativa, por lo que no es de sorprender que toda la industria del tebeo se haya volcado en dar su apoyo de este genial artista.
El acto tendrá lugar el día 24, a las 11:30h en el Pabellón de Las Naves del Español, en el Matadero de Madrid, que ha sido cedido por el Ayuntamiento como muestra de interés por la candidatura de este autor nacido en el barrio de Embajadores.”

Me alegra ver que la candidatura sigue su andadura y Carlos recibe el reconocimiento que se merece y me alegra aun más comprobar que Madrid y el barrio de Embajadores donde se sitúan muchas de sus obras se suman de alguna manera a un proyecto que nació en Crisei y fue creciendo en la Blogosfera.
Me encantaría poder ir al acto del que desconozco si es público o privado pero me temo que por motivos laborales no podré acudir. Si fuese público no estaría de más que el que pudiera se acercase que seguro que hay medios por ahí y haciendo bulto y curioseando también se ayuda.

¡A por ellos!

sábado, 18 de abril de 2009

Pierre Christin sobre “Las falanges del Orden Negro”

Ergocómics: Una de mis historias preferidas es "Las Falanges del Orden Negro". En ella pintas una Europa en donde unos ancianos pelean una lucha añosa en un mundo que no los comprende. ¿Qué te llevó a escribir una historia tan poderosa como esa?
Christin: La primera razón por la que escribí este libro fue que estaba en España y llegué a un pequeño poblado muy pobre, donde nació Goya, que escribió "Los horrores de la Guerra". Por esos años en Italia, España y Francia hay mucho terrorismo que pretende ser un valor de izquierda. Para mí el terrorismo es un valor fascista. Y con Bilal intentamos reflejar el horror de la guerra contemporánea, donde los actores que piensan tener razón, no saben qué valores están defiendo. Son viejos hombres de brigadas internacionales que admiro mucho y que se van a otro combate donde van a morir todos, menos uno.

(Extracto de una indispensable entrevista realizada por Carlos Reyes y Leonardo Sánchez a Pierre Christin, publicada en Ercocomics, y que pueden leer completa aquí).

viernes, 17 de abril de 2009

“Ex Machina: Ex Catedra” de Brian K. Vaughan y Tony Harris.


Ya lo he comentado muchas veces por aquí, Brian K. Vaughan me parece uno de los guionistas más interesantes del actual panorama mainstream, un autor siempre preocupado por hacer de sus cómics algo más que meros productos que repitan esquemas trillados e incorporar a sus argumentos problemáticas contemporáneas que lleven a sus lectores a la reflexión de una manera fresca e inteligente. Esa preocupación se ha hecho particularmente notoria en su serie “Ex Machina”, una colección que amplía los límites del género superheroico, en la que nos narra las aventuras y desventuras de Hundred Mitchell, un superhéroe retirado que se ha convertido en Alcalde de Nueva York, tras los atentados del 11 S. En cada arco argumental, Vaughan enfrenta a Hundred a alguna temática candente generalmente de contenido político al tiempo que incorpora flashbacks de distintos períodos anteriores de la vida del protagonista en los que asistimos a las tribulaciones de Hundred en su errática carrera superheroica.

En el último tomo publicado por Norma, “Ex Cátedra”, Vaughan rompe en parte la tónica hasta ahora de la serie localizada completamente en la ciudad de Nueva York para trasladar la historia al Vaticano al tener que viajar Hundred allí para tener una audiencia con Juan Pablo II. Esa visita es aprovechada por sus enemigos para intentar controlarlo a través de su poder e intentar obligarle a matar al Papa. ¿Logrará el alcalde de Nueva York evitar tan siniestros planes? Tendrán que leerse el tebeo para saberlo.

Ex Cátedra” es, de lo publicado hasta el momento el peor arco argumental de toda la serie. Una historia que partiendo de un planteamiento que podría haber dado más juego resulta poco elaborada y resuelta de cualquier manera, dejando abiertas demasiados interrogantes tanto en la historia principal que tiene lugar en el presente del lector como en los “flashbacks” que Vaughan incorpora y que en esta ocasión no aportan nada ni a la trama principal ni al conjunto de la serie salvo el mero relleno de páginas ya que ni siquiera suponen una historia en paralelo, como en anteriores ocasiones. A pesar de todos sus defectos, la historia resulta más interesante que lo que se suele publicar dentro del género, gracias a la habilidad de Vaughan para el diálogo ingenioso entre personajes que plantean diferentes puntos de vista.

Además del arco principal, que engloba los números 30 a 33 de la serie norteamericana el tomo recopilatorio incluye también el número 34 de la serie, una historia autonclusiva centrada en la Comisaría Angottí, uno de los principales secundarios del equipo de Hundred que permite explorar como ha ido evolucionando su relación con el protagonista aparte de profundizar en el personaje, en una historia de transición.

El dibujo de Tony Harris, como vengo comentado respecto al resto de la serie, resulta hiperrealista y modelado, con un abuso en exceso de los enfoques cinematográficos, que a mí no me entusiasma demasiado.

En fin, “Ex Cátedra” supone un bajón considerable respecto al nivel medio de la serie me genera ciertas dudas sobre su futuro. Probablemente le de una nueva oportunidad con el siguiente arco argumental y si la cosa no remonta quedará en los estantes de la librería de momento. Respecto a la edición de Norma, es correcta aunque sigan con la dichosa manía de publicar artículos en la pasta interior del tebeo, prácticamente ilegibles. Esta vez las víctimas han sido Marc Galante y su divertida comparación entre Hundred y Obama. Vivir para leer…

Más sobre “Ex Machina” en El lector impaciente:
- “Realidad contra ficción
- “En pie de guerra”.
- “Malos Humos”.
- “Apagón”.
Otras Obras de Brian K. Vaughan en El lector impaciente:

- “Los leones de Badad”.
- “Y, el último hombre”.

Trailer de “Harry Potter y El Misterio del Príncipe”.



A mí la verdad es que Harry Potter ni fu ni fa (sólo he visto las tres primeras películas y no he leído ninguno de los libros) pero como entiendo que sus seguidores son legión pues supongo que algo tendrá. Ahí les dejo el trailer de la nueva película (creo que es la quinta o la sextapero realmente he perdido la cuenta) con las peripecias del ya talludito Harry y sus amigos. En esta ocasión, dirige David Yates, y la película se estrenará en verano. Los efectos especiales, eso sí, parecen muy chulos.

¿Cuántas quedan para acabar?

jueves, 16 de abril de 2009

Nuevo trailer de “The Hart Locker!” y nuevas imágenes de “Inglorious Bastards” de Tarantino.



No sé ustedes pero, tras ver el trailer de "The Hart Locker!", me parece que esta película puede birlarle a los “Inglorious Bastards” de Tarantino (a propósito de esta también hay nuevas imágenes en las que se ven al amigo Tarantino –un espectáculo en sí mismo- trabajando, más abajo lo tienen) me parece que puede convertirse en el título bélico de la temporada. Y es que esta historia, dirigida por Kathryn Bigelow, sobre un equipo de desactivación de bombas en la Guerra de Irak tiene una ambientación soberbia. No en vano, el guionista de la historia pasó varios meses conviviendo con los soldados en Irak para documentarse.

La película se estrena a finales de Junio en Yanquilandia así que por aquí imagino que tardaremos algo más en verla, aunque supongo que acabará llegando. Si es así, procuraré no perdermela


miércoles, 15 de abril de 2009

“Las Falanges del Orden Negro” de Enkil Bilal y Pierre Christin.


Llevo unas semanas haciendo referencia en distintos sitios a “Las falanges del Orden Negro” y, como una cosa lleva a la otra, creo que se hace necesaria una entradilla sobre esta excelente obra de dos maestros del cómic europeo como son Enkil Bilal y Pierre Christin.

Las falanges del Orden Negro” se inicia de un modo escalofriante. Un convoy armado llega a un aislado pueblo de Teruel (sí, Teruel también existe incluso en el Cómic) en medio de una terrible tormenta de nieve. Allí, aprovechando el aislamiento, unos milicianos fascistas entrados en años masacran a la indefensa población por el único delito de haber elegido a un alcalde socialista en las primeras elecciones libres. Una vez realizada la masacre, sus autores huyen dejando el pueblo abandonado habitado sólo por muertos. La noticia llega a través de una agencia de prensa a un oscuro periodicucho británico donde trabaja Pritchard un periodista sesentón antiguo combatiente en las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil Española. Al leer la noticia del atentado y su autoría por las autoproclamadas Falanges del Orden Negro se da cuenta que se trata de los antiguos enemigos a los que se enfrentó durante la Guerra Civil por lo que decide volver a reunir de nuevo a sus antiguos compañeros de la XV Brigada para intentar detener la cadena de atentados que el grupo terrorista anuncia. Pritchard y sus achacosos compañeros de este modo abandonan sus cómodas vidas para pasar a la clandestinidad e inician una persecución de los terroristas que les llevará por media Europa, desde Barcelona a Holanda, en la que acabarán recurriendo a los mismos métodos que sus enemigos en un intento desesperado de terminar el trabajo que dejaron pendiente cuarenta años atrás.

Las falanges del orden negro” no es una obra maestra atemporal. Al contrario, es un tebeo al que hay que acercarse entendiendo el marco histórico en el que se publicó por primera vez, un momento convulso en el que en varios países europeos se estaban produciendo profundas transformaciones políticas y existían células terroristas extremistas de distinto signo que pugnaban por influir en ese proceso transformador. En ese sentido, Christin –uno de los más lúcidos y comprometidos guionistas que ha dado el cómic francés- junto al joven por aquel entonces Bilal, pergeñó en esta obra una parábola que funciona a diferentes niveles, como el viaje de unos achacosos veteranos, que asumen su cruzada idealista como una última oportunidad de dotar de sustancialidad sus vidas vacías rememorando su vida de acción de antaño y escapar del abismo de la vejez al tiempo que un alegato contra los peligros de los extremismos y las soluciones armadas en la defensa ultranza de unas ideologías que llevadas al extremo sólo provocan desencanto.

La presencia de las Falanges del Orden Negro que dan nombre al álbum y sus actos tras el brutal y magnífico inicio queda supeditada a un segundo plano y va ser una presencia fantasmal y constante que inspira la actuación de los personajes protagonistas, un reflejo tergiversado en el que el lector percibe las similitudes entre las motivaciones de los dos bandos que se resisten a adaptarse a unos nuevos tiempos en los que sus comportamientos y su modo romántico y sanguinario de dirimir los conflictos se ha visto superado por los tiempos. Esa idea que es el tema central del álbum adquiere toda su magnitud en un final en el que los dos bandos acaban aniquilándose mutuamente incapaces de adaptarse a un nuevo mundo y en el alegato final de Pritchard, el único superviviente.

La historia a pesar de su ambientación realista y estar perfectamente contextualizada se mueve en un plano de irrealidad perfectamente logrado por un Enkil Bilal que, en el momento en que dibuja esta historia ya es un autor maduro, que ha alcanzado un alto grado de compenetración con Christin tras haber realizado ya varios trabajos juntos. Bilal dota a la historia de un estudiado distanciamiento y un ritmo incómodo para el lector, utilizando muchas veces planos medios para narrar la historia que evitan que el lector simpatice o se identifique con los protagonistas, personajes decrépitos y pesimistas de mirada perdida que no se toman demasiado en serio ni a sí mismo ni a su causa abusando del humor negro y el absurdo en contraposición con un estilo hiperrealista y detallista en la que el dibujante francés demuestra su enorme talento para dibujar todo tipo de situaciones – no hay medio de transporte que no aparezca en este tebeo- y ambientes de un modo riguroso. Esa premeditada incomodidad que se busca inducir en el lector al leer esta obra, se refuerza por el uso de Bilal de su característica paleta de tonos apagados que ayudan a reforzar el tono crepuscular de la historia

Frente al ambicioso y logrado planteamiento de los autores, se nota, en ocasiones, hacia la mitad de la obra que la acción transcurre un tanto forzada y la trama resulta estirada debido a su original publicación seriada lo que afecta al ritmo de la obra. Esto se deba también a que el álbum es el cuarto de la serie Leyendas de Hoy y que obligaba a los autores a incorporar a un personaje que sirviese de nexo entre las distintas historias.

En definitiva, “Las falanges del orden negro” es un ambicioso cómic de lectura obligada que hay que leer teniendo en cuenta el contexto en que se fraguó para entenderlo en toda su dimensión. Yo que ustedes, no me lo perdería.
Aquí tienen un currado artículo sobre este cómic.

Otras obras de Pierre Christin en El lector impaciente:

Trailer de “Valhalla Rising”



A pesar de su baja calidad, este trailer de “Valhalla Rising” me ha llamado la atención por su cuidada ambientación y el desparpajo que muestran los daneses a la hora de hacer un cine comercial sin renunciar a sus orígenes. Total, si en Hollywood hacen cosas como “El Guerrero Nº 13” o “Patthfinder” y les va bien, ¿por qué no van a poder hacerlo ellos que son descendientes de los vikingos originales? “Valhalla Rising” es pues una “de vikingos” realizada por vikingos y está dirigida por Nicolas Winding Refn, director desconocido para mí. La película se centra en contarnos la historia de One-Eyed, un guerrero que se encuentra prisionero de una tribu rival, que en su huida llega hasta América, donde tendrá que enfrentarse a nuevos peligros y enemigos, llegando a convertirse en un dios para los nativos.

Esperemos que encuentren distribuidor en Estados Unidos y la veamos, Odin mediante, en las Españas en algún festival de esos que pueblan la piel de toro. La película apunta maneras.

martes, 14 de abril de 2009

“Hellblazer” de Warren Ellis y otros.

Planeta me parece que con buen criterio acaba de recopilar en un único tomo la etapa de Warren Ellis en “Hellblazer”, la colección más longeva del sello Vertigo, en la que se narran las peripecias de John Constantine, el personaje creado por Alan Moore como secundario para La Cosa del Pantano y que gracias a su buena acogida entre el público pronto alcanzó serie propia. Constantine, por si alguien todavía no lo conoce, es una especie de buscavidas de lo esotérico, un tipo que enganchado a una raída gabardina, a un cigarro y a un carácter voluble en función del guionista de turno que va del cinismo y la ironía a la chabacanería más barriobajera - trasiega por los arrabales de la magia en un Londres bastante cercano al nuestro.

En este tomo que reúne los números 134 al 143 de la edición original norteamericana se recogen la etapa de Warren Ellis al frente de la colección, una etapa breve en comparación a la de otros autores que cubrieron etapas más largas de la colección como Jamie Delano, Brian Azzarello, Garth Ennis o Mike Carey, y que dejó abiertos todos los interrogantes del mundo sobre lo que podría haber dado de sí Ellis en la colección si no hubiera salido de la misma precipitadamente.

La participación de Ellis en “Hellblazer” se inicia con un un arco argumental de seis número que fue su toma de contacto con el personaje, titulado "Haunted", -“Atormentado” lo han traducido en el tomo aunque a Constantine es cualquier cosa menos un personaje atormentado-. En esta historia, Constantine pretende vengarse de otro nigromante que como consecuencia de un ritual mágico asesinó y torturó a una antigua novia (las aparición y desaparición de las ex de Constantine son una constante en la colección). Para dar con el asesino, el protagonista inicia una investigación por el Londres ocultista hasta dar con el personaje y acabar a las bravas con él tras una serie de peripecias. “Haunted” es un arco argumental en el que se nota a un Ellis titubeante que explora los límites del personaje con una versión a medio camino de las ofrecidas por sus predecesores Jamie Delano y Garth Ennis, sin decidirse claramente por ninguna de ellas. La historia entretiene pero se resuelve sin demasiados alardes y no hay nada en ella especialmente destacable ya que el estilo de John Higgins que es más colorista que dibujante no me parece adecuado a un personaje de estas características, aparte que se nota su falta de dominio de la narración en demasiadas ocasiones, haciendo incluso en ocasiones incomodo seguir la historia debido a la confusión entre personajes (Constantine y su enemigo parecen hermanos gemelos salvo porque el color del pelo).

Cuando Ellis tenía ya escrita la historia para el número 141, que se iba a titular “Shoot” que se centraba en los crímenes cometidos en un instituto por un loco, DC consideró poco acertado publicarla preocupada por la cercanía en el tiempo de la masacre de Columbine por lo que “invito” al autor a cambiar su historia, cosa que no sentó demasiado bien a un autor como Ellis, que se ha distinguido siempre por no admitir injerencias en su trabajo, lo que motivó su abandono de la serie a los pocos números. Estos números que pueden considerarse “de relleno” son quizás los más interesantes del tomo al estar dibujadas cada una de las historias por un dibujante distinto con lo que resulta curioso compara las distintas visiones que tienen del mismo personaje. De entre ellas, destacaría tres historias y tres visiones: “The Crib” (La Cuna), “Locked” (Encerrado) y “Telling Tales” (Cuentacuentos) en la que Tim Bradstreet, Frank Teran y Marcelo Frusin saben crear la atmósfera siniestra y opresiva que el personaje precisa (no en vano Bradstreet se había convertido desde el inicio de la etapa Ellis en el portadista oficial de la serie y Frusin se hizo con los lápices durante una larga etapa a partir del número 151). En las dos primeras historias, Ellis cuenta un par de historias de terror contemporáneo bastante bien llevadas y la última es una gamberrada que hace gracia. El resto de las historias me parecen encargos de mero relleno y las versiones del español Javier Pulido (con lo que me gustó en “Blanco Humano”, esta historia ha sido decepcionante) y de James Rosemberg que me han dejado completamente heladito.

En definitiva, sin ser lo mejor de “Hellblazer”, este tomo es una buena oportunidad para aquellos que no conocen la serie para hacerse una idea de los contenidos de la misma y decidir si les merece la pena seguirla o no. El tomo está bastante bien editado y aparte de incluir las portadas originales de los distintos números incorpora una interesante introducción a la etapa de Ellis en la serie firmada por José Torralba y unos apuntes biográficos de los autores.

En el futuro, conforme vaya rescatando de distintas cajas etapas de la serie, ya les iré contando más cosillas sobre la evolución del personaje y los autores que han pasado por la misma, que “Hellblazer” es una serie que da para mucho, aunque, para mí, esté sobrevalorada.

Otras obras de Warren Ellis en El lector impaciente:

-“Planetary”.
-"Planetary: Mundos Cruzados".