martes, 31 de marzo de 2009

“Ciudad 14: Primera serie” de Romuald Reutimann y Pierre Gabus.





He estado leyendo estos días “Ciudad 14” el recopilatorio que Planeta ha sacado hace poco de la serie de doce números con la que la editorial Paquet quiso revitalizar la venta en kiosco en Francia con una obra de periodicidad mensual y un precio económico de 1 euro. Al parecer, la cosa parece que ha cuajado, pues ya se ha anunciado una segunda tanda de episodios y, en España, debería hacerlo también ya que “Ciudad 14 es un batiburrillo fresco, divertido y, sobre todo, muy entretenido. Les cuento.
La historia comienza cuando Michel un emigrante ilegal de oscuro y tormentoso pasado llega a la caótica metrópolis Ciudad 14. En esta ciudad, encontrará trabajo junto al avispado reportero Mac Keagh, dispuesto siempre a correr cualquier riesgo para contar la verdad de la noticia, con quién irá descubriendo las peculiaridades y entresijos de su nueva Ciudad al tiempo que conoce a sus variopintos ciudadanos e investiga los peligrosos casos en que se ve envuelto junto a Mac Keagh y que le pondrán en el punto de mira de los poderes fácticos de la ciudad. En Ciudad 14, es posible que Michel descubra el amor y deje atrás los demonios de su pasado, pero también que muera joven.

Hojeado apresuradamente puede pensarse que “Ciudad 14” es un “funny animals” al uso - como “Usagi Yogimbo”, “Blacksad” o “Maus”, por poner tres ejemplos de los más conocidos-, una historia en la que todos sus personajes son animales personalizados o personas animalizadas (esto nunca lo he tenido muy claro). Sin embargo, una lectura más atenta, les demostrará que “Ciudad 14”, a diferencia de los ejemplos, rompe a las primeras de cambio sin ningún tipo de complejos la única regla no escrita de los animals haciendo que convivan en aparente armonía personajes con fisonomía humana con otros que sí son animales, al tiempo que los autores incorporan en una historia que crece aparentemente sin control elementos de todos los géneros que puedan imaginar –desde el thriller periodístico al superheroico pasando por la ciencia ficción o el histórico-aprovechando sus autores a la perfección su carácter de serie abierta y tomando como puntos de referencia elementos tan dispares como el atentado que desencadenó la I Guerra Mundial, los flujos migratorios que llegaban desde Europa a Estados Unidos a través de la isla de Ellis, o cinematográficos, como “Alien Nation”, quedándome, sin embargo, la duda sobre si estamos ante una constante huida hacia delante un tanto alocada y delirante en la que los autores van improvisando sobre la marcha o si existe un esquema planificado de antemano por parte del guionista Pierre Gabus y el dibujante Romuald Reutimann.. Es precisamente esa naturalidad con la que los autores mezclan elementos inconexos, con la única limitación de su imaginación, la que le da frescura a la obra, merced sobre todo a una narración gráfica en blanco y negro, ligera y sin pretensiones pero cuidada y detallista con la que el dibujante Remuald Reutimann consigue que la historia fluya a buen ritmo al tiempo que caracteriza los diferentes ambientes por los que los personajes se mueven, algo fundamental ya que la Ciudad 14 es un elemento indispensable más de la historia, manteniendo enganchado al lector a la espera del nuevo truco con que el equipo creativo renovará su interés.

Quizás, como ya he comentado, se le pueda achacar a esta obra cierta endeblez estructural que pueden llevar a confusión en algún momento dadas las constantes tramas cruzadas que maneja y el estar pensada para su publicación seriada. Sin embargo, los autores resuelven con oficio ese bache que se nota hacia la primera mitad de la obra y una vez que el lector acepta las reglas de su juego (fundamentalmente, que no hay ninguna más allá de hacer pasar un buen rato) la lectura resulta muy entretenida y adictiva, siendo el principal defecto de este libro que deja a los protagonistas en un interesante cliffhanger sin resolver.


La edición de Planeta es más que correcta, con una traducción más cuidada que lo que viene siendo habitual últimamente en los cómics europeos, aunque no se hayan reproducido las portadas originales a color, ofertándose, en conjunto, una obra entretenida y de calidad a buen precio.

En definitiva, con “Ciudad 14” me he quedado con ganas de más para resolver la duda que me ocasiona la serie así que espero ver próximamente nuevas aventuras del entrañable Michel y el simpático Mac Keagh que resuelvan las tramas abiertas.

Blog oficial de la obra en francés, aquí.

1 comentario:

Little Nemo's Kat dijo...

Se lo digo en mi blog, pero se lo repito aquí (gracias por remitirme a su reseña). La verdad es que estamos de acuerdo en lo esencial, incluida esa "endeblez estructural que puede llevar a confusión en algún momento dadas las constantes tramas cruzadas que maneja".

Pese a todo, como bien dice usted, el cómic funciona muy bien y su amalgama genérica trabaja a favor de un dinamismo que lo convierte, además, en una lectura la mar de entretenida.