jueves, 24 de abril de 2008

“Un día de cólera” de Arturo Pérez Reverte



El levantamiento del pueblo de Madrid en 1808 contra el ejército francés y los posteriores fusilamientos del día 3, ha sido tratado por multitud de artistas. Desde las universales pinturas de Goya hasta los “Episodios Nacionales” de Galdós se han producido en torno a esos hechos todo tipo de obras de interés. Aprovechando toda esa documentación y que este año se cumple el doscientos aniversario, Arturo Pérez Reverte ha aportado su granito de arena con su última obra, “Un día de cólera”, una novela que, como ya hiciera en “Cabo Trafalgar”, mezcla realidad y ficción para lograr una obra didáctica, entretenida y vibrante.
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Apoyado en una amplia documentación, en “Un día de cóleraA.P.R. realiza una narración cronológica de los hechos del dos de mayo desde las primera horas de la mañana del día dos hasta la madrugada del tres, utilizando una técnica cercana al reportaje periodístico al estilo de las obras de Dominique Lapierre, Larry Collins o Ryszard Capucinski que a más de uno pueden llevar a confusión y pensar que estamos ante una crónica rigurosamente histórica. Craso error, pues Pérez Reverte no tiene reparos para ir incorporando a la narración, elementos de ficción a la hora de esbozar a los personajes históricos más relevantes que se vieron envueltos en los hechos y a partir de de los mismos deducir sus reacciones, pensamientos y comportamientos para realizar una completa radiografía de la compleja sociedad española de principios del diecinueve.

Pérez Reverte a través de un lenguaje periodístico, directo y conciso, arrastra al lector lejos de la falsa épica de la guerra y describe los hechos con crudeza y realismo, ensalzando la figura de Luis Daoiz al que convierte en el típico héroe revertiano consciente de su destino, fatalista y desencantado pero que, al tiempo, lo afronta solidario con sus compañeros y dispuesto a morir matando. Sin embargo, el verdadero protagonista de la obra y el objeto de homenaje del autor es el pueblo llano de Madrid que se echó a la calle contra los franceses al que el autor retrata a través de la descripción de las pequeñas luchas callejeras protagonizadas por ciudadanos de humilde cuna olvidados por los libros de Historia y que Pérez Reverte rescata del olvido, dejando constancia de nombres, edades y profesiones, víctimas posteriores de la represión francesa.


Las cuatrocientas hojas del libro se devoran con rapidez, seducido el lector por el relato que el autor hace de un episodio histórico apasionante.

Una estupenda narración que hará las delicias de los seguidores del murciano.


Otras obras de Pérez Reverte en El lector impaciente aquí.