domingo, 27 de enero de 2008

“La Esppaña de Rajoy” y “La Eszpaña de Zapartero”, ese no es el camino




Como un capitulo más de la precampaña electoral que vivimos, han aparecido publicadas la semana pasada estas dos “joyitas” de la editorial catalana Grup 62, firmadas por plumas tan insignes como César Vidal y Enric Sopena, respectivamente.
Adelanto que no las he leído y ni pienso leerlas, porque no soporto a los autores ni sus "opiniones" en sus ámbitos habituales (televisión, radio, prensa) así que dudo mucho que pudiera asumir esta incursión alevosa en el mundo del cómic, ámbito que prefiero mantener inmaculado de su presencia perniciosa, por lo que si quieren leer un comentario sobre las obras pueden hacerlo aquí.

Sin embargo la publicación de dos obras de este tipo me provoca varias reflexiones: primero, que es saludable para el Cómic que se publiquen obras de este tipo para su incorporación como medio transmisor de ideas y generador de debate a la par que cualquier otro, (algo que cualquier aficionado y visitante habitual a la blogosfera tiene bastante asumido. Y, como muestra, un botón) pero la mayor parte de la sociedad no; segundo: que cualquier obra requiere de unos autores que conozcan el medio en que se desenvuelven para que aunque sus contenidos puedan gustar más o menos tenga un mínimo de calidad, y no, como es el caso, de “vedettes” mediáticas ni mercenarias más preocupadas en que su nombre figure bien grande en portada (¿el dibujante no cuenta o es que prefiere no figurar al lado de estos dos? ; tercero, que las ventas que puedan tener estas obras, que imagino serán importantes, no van a ayudar a atraer nuevos lectores ni a mejorar la imagen del Cómic por la mayoría de la sociedad que lo desconoce, porque, intuyo, que estos cómics están dirigidos a un público no interesado precisamente por el Cómic sino por las opiniones y valoraciones que puedan hacer estos iluminados y por la presencia de los dos principales candidatos como protagonistas, con lo que su interés terminará en el momento en que finalice la lectura de la obra.

En definitiva, que si queremos reivindicar el Cómic frente al resto de la Sociedad, obras oportunistas como estas no creo que sean el camino, independientemente de la proyección mediática que puedan tener.