viernes, 30 de mayo de 2008

“52” de Varios Autores: Conclusiones Finales.


Hace más o menos un año, escribí ya sobre lo “novedoso” del formato elegido por DC para desarrollar su nueva macrosaga tras “Crisis Infinita”, “52”. Dejaba pendiente el análisis de la historia más allá de la enorme operación de marketing desarrollada en torno a este cómic. Bien, ese momento ha llegado.

52” más allá de su periodicidad semanal y su distribución, que al parecer quitaba el sueño a muchos y se ha resuelto bastante bien por Planeta, ha sido una serie enormemente irregular en cuanto a sus contenidos debido fundamentalmente a dos cuestiones: primera, se trata de una historia estirada para ceñirse a la duración limitada de la colección a un año con unas historias que no daban para tanto; segunda, el carácter colectivo de la obra obligó a un extraño método de trabajo individual y colectivo que hacia que cada guionista desarrollase arcos argumentales separados, desarrollando cada uno su propia historia con sus personajes manteniendo continua comunicación con el resto, y teniendo cada autor un número menor de páginas a lo al que están acostumbrados en lo que sería un cómic-book normal, con lo que los efectos y “cliffhangers” quedan raros y se convierten en un enorme prólogo para la historia que realmente se quería contar –la reconversión del universo DC en un multiverso de 52 Tierras Paralelas sorprendiendo que necesiten un último número de mayor extensión para contarla-dependiendo cada arco del interés proporcional al interés (y talento) puesto por el autor encargado.

La parte más divertida ha sido la desarrollada por Morrison con la Isla de los Genios Locos, y las más intensa las llevadas por Mark Waid con toda la historia de Black Adam y la trama de los superhumanos de Luthor como puntos fuertes, mientras que Geoff Johns hace un trabajo aseado pero insulso en la trama espaciotemporal relativa a Booster Gold y la espacial con Adam Strange, Starfire y Lobo, Greg Rucka firma el peor arco argumental de la serie –insufrible- dedicado a la nueva Question. En el aspecto gráfico, no me ha parecido especialmente reseñable a pesar de los bocetos de Keith Giffen y lo único que merece la pena son las excelentes portadas de J.G. Jones y Alex Sinclair que en ocasiones se convertían en la única razón para continuar con la colección

El resultado final y la mejor imagen que define a “52” es la de una botella de gaseosa abierta: conforme más tiempo se mantiene sin tapón, más gas pierde y peor sabe, convirtiéndose finalmente su compra en una rutina semanal más (mensual en mi caso) que no ha sabido mantener las expectativas número a número. Su trascendencia en el Universo DC estará limitada hasta que el editor de turno decida volver a recrear un único Universo en unos añitos en un ciclo que dejará poco margen a la creatividad pero asegurará unos beneficios económicos suculentos a la empresa.

(Parece que a DC le ha convencido el sistema “52” y han repetido la fórmula en la nueva serie “Cuenta Atrás”, que servirá de prólogo al gran evento 2009 “Crisis Final”. Yo desde ya les digo que he entrado en mi propia crisis y me bajo del carro. Ustedes verán).

Feria del Libro de Madrid: un año más, .cita obligada.

Hoy se inaugura la Feria del Libro de Madrid que se prolongará hasta el próximo 15 de Junio. Una tradición obligada con los Libros, el Retiro y los autores que, si las largas colas lo permiten, suelen mostrarse bastante amables y accesibles con los que les dan de comer, o sea, los lectores.
Disfruto enormemente de estos encuentros con autores, libros y cómics a los que intento asistir desde niño, paseando tranquilamente (preferiblemente por las mañanas y entresemana) hojeando libros y siempre picando finalmente con alguna compra.
Para que nada falte, la lluvia hace un año más acto de presencia los primeros días, seguro que en la clausura nos achicharramos.

A ver que cae este año…

Horarios, firmas y demás aquí.

jueves, 29 de mayo de 2008

“Indiana Jones IV y el Reino de la Calavera de Cristal” de Steven Spielberg.


Ayer por fin fui a ver la última –de momento- película de la saga de Indiana Jones con la secreta esperanza, visto el trailer, de que no me iba a defraudar. A la salida, tenía una sonrisa de oreja a oreja y un entusiasmo por una película como hacia años que no me pasaba.

Steven Spielberg no se ha comido la cabeza, no le ha dado la vuelta al calcetín, intentando sorprender o hacer una película pretenciosa y original. Esta película no lo es para nada, sino que aprovechando los aciertos de las entregas anteriores y siguiendo al dedillo una fórmula de probado éxito Spielberg, Lucas y Ford realizan una película de las de antes, llena de acción, cuya única finalidad es hacer pasar un buen rato al espectador en medio de saltos, tiros, persecuciones, escenarios exóticos, acertijos, esqueletos, traiciones, malos malísimos y un bueno (Jones) que se lleva a la chica.

En esta nueva entrega, nos encontramos con un envejecido Indiana en medio de la Guerra Fría que tras un fiasco en una base militar norteamericana y el robo por parte de los soviéticos de una reliquia, se encuentra traicionado por su amigo Mac (Ray Winstone), sin trabajo y vigilado por los servicios secretos rusos y americanos. Con este negro porvenir, Jones se unirá a Mutt, un joven rocker rebelde motorizado, en la búsqueda del profesor Oaxley (John Hurt) y la madre de Mutt, que no es otra que la sin par Marion Ravenwood. Para lograrlo seguirán los pasos de Oxley en su obsesiva búsqueda de la Calavera de Cristal de Akator, un misterioso objeto dotado según la leyenda de misteriosos poderes, y que persiguen también los rusos liderados por la bella y mortífera espadachina Irina Spalko.

Tras ese planteamiento, la diversión está servida de la mano de un brillante Spielberg que sabe dotar a la película en todo momento del ritmo necesario para mantener al espectador absorto durante las dos horas que dura la película y apenas se noten algunas inconsistencias de guión y precipitaciones ahogadas por la nostalgia y los constantes guiños que depara a los incondicionales de la serie y el personaje así como a los mitos y demonios de una década, los cincuenta, que nos dejó la paranoia de la Guerra Fría y la “Caza de Brujas” y el imaginario de los platillos volantes o el Área 51 junto al rock and roll, los tupés y las “harleys”. Toda esta amalgama, se incorpora a una trama clásica de las películas de Indy, que no necesita de rigor histórico porque no estamos ante un documental sino ante una película de entretenimiento, en la que se refunden situaciones ya vistas en las anteriores entregas y se atan algunos cabos sueltos que estaban pendientes desde la primera entrega de una manera coherente y satisfactoria.
Los guiños de la película no se reducen sólo a la ambientación sino también se encuentran en la caracterización de algunos personajes como la malvada Irina Spalko que recuerda a las exóticas malvadas que tan bien diseñara el genial Milton Caniff en "Terry y los piratas", el profesor Oxley con más de una similitud al profesor Tornasol de “El templo del sol” de Herge, o el joven Mutt que desde su primera secuencia homenaje a “El Salvaje” de Marlon Brando se nutre sin escrúpulos del Danny (John Travolta) de “Grease” y el Jimmy (James Dean) de “Rebelde sin causa”.

Todo este artificio, no podría sustentarse sin la argamasa del gran trabajo de todo el reparto encabezado por un Harrison Ford en el personaje para el que nació. Ford construye a un Indiana envejecido y por el que han pasado los años pero no por ello menos duro de pelar y brillante que en entregas anteriores. Ford disfruta reencontrándose con Indy y eso es algo que se aprecia en la película no dando muestras de cansancio y una encomiable energía en un hombre de 65 años. Pero, repito, de la excelente labor de todo el reparto yo destacaría a un Shia Labeouf, que sabe sacar provecho en un personaje – el sidekick- en principio antipático pero en el que sabe lucirse y dar el contrapunto adecuado al omnipresente Indiana en más de una ocasión. Quizás y por poner un pero, da la sensación que Cate Blanchett se lo pasa demasiado bien en su papel de malvada, disfrutando cada escena como una enana y encontrando un excelente contrapunto en la vis comica de una recuperada para la causa Karen Allen. Y, por supuesto, sin olvidar la banda sonora de John Williams, tan magistralmente eficaz como siempre.

En definitiva, una excelente película para todos los públicos y el “pulp” cinematográfico por excelencia, que nos hace lamentarnos de los años perdidos y deja con ganas de más. Esperemos que Spielberg, Ford (¿y Shia?) no nos hagan esperar otros 20 años.

Hasta pronto, Indiana…

Más “Wanted”




Interesante trailer de “Wanted” que mantiene la expectación sin mostrar demasiado de la trama que ya les adelanté aquí. En mi opinión, por lo que llevamos visto hasta ahora en las abundantes imágenes que pueblan Internet, podemos encontrarnos ante uno de los mayores bodrios de la temporada o una de las películas más entretenidas del veranito.

Habrá que estar atento…

miércoles, 28 de mayo de 2008

El Miedo o unas reflexiones sobre la adaptación al cine de “Watchmen”




No quise comentar nada cuando se filtraron las fotos de los personajes principales. Tampoco cuando salieron las fotos de arriba porque hasta Junio del año que viene vamos a tener “Watchmen” hasta la sopa. Sin embargo, tras ver la imagen de los “minutemen” de abajo no aguanto más.

Me da mucho miedo la versión que Zack Snyder está preparando de "Watchmen".

¿Por qué?

Me da miedo, mucho miedo, el amigo Snyder en un proyecto de la envergadura de “Watchmen”. Un director con mucho que demostrar y con una tendencia muy peligrosa a confundir la épica con la artificiosidad y aprovechar cualquier excusa para el horror absurdo.

Me da miedo, mucho miedo, el proyecto de venta cruzada que quieren probar los productores con la película y el DVD superexclusivo que aparecerá cinco días después con las historias de “El navío negro” y “Bajo la máscara” con la única intención de sangrarnos a los pobres frikis y ofrecer al público en general una versión incompleta y sesgada de una obra maestra del cómic.
Me dan miedo, mucho miedo los diseños de los personajes y la ambientación. Gibbons y Moore le dieron a la serie un tono más sombrío de lo que se percibe en las imágenes y la falta de esa atmósfera en lo poco que hemos visto hasta ahora me preocupa.

Me da miedo, mucho miedo que todas las adaptaciones cinematográficas que se han realizado hasta la fecha de las obras de Moore han sido -en el mejor de los casos- discretas y que en “Watchmen” se esté cayendo en el mismo error de sus predecesoras: no tener en cuenta la opinión de Moore.
Este proyecto merece el beneficio de la duda, por supuesto, pero despierta demasiadas incógnitas y, ojalá me equivoque, pero me da la sensación que no se le está dando la importancia que la obra merece.

Me voy a releer el cómic a ver si me tranquilizo.

Página oficial de la película aquí.

martes, 27 de mayo de 2008

Sydney Pollack (1934-2008)




Nos hemos despertado esta mañana con la noticia de la muerte de uno de los últimos hombres orquesta de Hollywood, Sydney Pollack. Pollack, desde sus inicios en el teatro y la televisión supo destacar en todos los ámbitos cinematográficos en los que intervino como actor, productor y, sobre todo, director.

Pollack fue uno de los mejores directores de la década de los setenta y ochenta y su carrera alcanzó el cénit con el Oscar al Mejor Director logrado por “Memorias de África”, una de las películas más bellas de los ochenta aunque yo personalmente siempre le recordaré por “Las aventuras de Jeremiah Johnson”, una de mis películas favoritas, o “Danzad, danzad malditos”.

Pollack era un director de los de antes. Preocupado más por contar buenas historias y se caracterizó por saber rodearse de grandes actores como Robert Redford, Dustin Hoffman, Meryl Streep o Paul Newman sin caer en el artificio de los tiempos actuales y, aunque su producción fue descendiendo con los años, si hay una palabra que la resume es “calidad”.

D.E.P.

Danzad, danzad, malditos” (They shoot horses, don’t they?, 1969)



"Las aventuras de Jeremiah Johnson" (Jeremiah Jonson, 1972)



Memorias de África” (Out of Africa, 1985)


lunes, 26 de mayo de 2008

“Batman Arkham 2: Dos Caras” de Varios Autores.

Es tal mi retraso en mis lecturas tebeiles que han pasado meses desde que escribí algo de la anterior entrega de la colección de Planeta dedicada a los enemigos de Batman. Si el primer tomo dedicado al Joker ya daba un poco las pautas de la serie, el segundo protagonizado por “Dos Caras” no hace más que confirmarlas. Los tomos incluyen la primera aparición del personaje, algunas historias que han envejecido bien –pero que en ningún caso incluye ninguna de las más demandadas por los aficionados y que la editorial parece guardar como oro en paño para alguna edición “absolute”- y para finalizar un par de historias entretenidas del Batman posterior al “Año Uno” de Mazzuchelli y Miller.

Este tomo dedicado a “Dos Caras” me ha gustado especialmente porque realiza un recorrido bastante completo a uno de los villanos más interesantes del Hombre Murciélago. Cómo bien señala Dennis O´ Neil en el prólogo, Dos Caras es un villano mucho más accesible para el lector que el Joker, el villano por antonomasia de Batman y que, al encarnar la locura absoluta resulta muy difícil de entender en sus motivaciones aunque esta sea su gracia por el lector cuerdo mientras que, en cambio, el bueno y desgraciado Harvey Dent (o Kent), con su doble personalidad y locura paranoide resulta mucho más accesible para el aficionado que no puede dejar de sentir simpatia por un tipo tan torturado. Esto se aprecia claramente en las dos primeras historias del volumen que recogen las dos primeras apariciones del personaje (Detective Comics 66 y 68) por Bob Kane y Bill Finger llenas de imaginación y gracia a pesar de los años transcurridos; “La locura del observador” (“Batman Annual 14” con portada de Neal Adams que es la que se recoge en el volumen), por Andrew Helfer y Chris Sprouse en la que se renovó el origen del personaje para actualizarlo a un lector más exigente y moderno en una visión “poscrisis” del villano; “Crimen y Castigo” por de Matteis y Mc Daniels, en la que se dan nuevas claves sobre el origen del personaje o los números de Detective Comics 747 (Greg Rucka y William Rosado) y 755 (Rucka-Martinbrough), que, siendo los más flojos y actuales, exploran la especial relación entre Dos Caras y otros secundarios de Batman, como el comisario Gordon o la sargento Montoya. Todas estas historias resultando muy interesantes y entretenidas a nivel guión están lastradas a nivel gráfico por los distintos dibujantes ninguno especialmente destacable salvo Bruce Timm, quien en la historia que cierra el volumen, “Tal para cuál” realiza una estupenda aproximación al personaje aunque ya pudimos disfrutar de esta historia en la excelente recopilación “Batman: Black&White”.

En definitiva, “Batman Arkham: Dos Caras” confirma las impresiones sobre esta serie de recopilaciones dirigida principalmente a los completistas del personaje y a aquéllos que quieran contar con una revisión rápida de la evolución que los supervillanos del Hombre Murciélago a lo largo de los años.

jueves, 22 de mayo de 2008

“Xenozoic Tales” de Mark Schultz


El otro día visitando el chanante blog de Jotace (visita obligada que este marciano derrocha ingenio a diario) leí un post en el que incluía los, a su juicio, elementos indispensables que tienen que tener un cómic para convertirse en un concepto de éxito. Al leer su lista de cosas molonas, el primer título que me vino a la mente no fue otro que “Xenozoic Tales” de Mark Schultz, un cómic donde el autor reúne con toda naturalidad exuberante pin-ups, tipos duros de los antes con dinosaurios, mámuts, mutantes, monstruos y coches de época.

Las primeras historias de “Xenozoic Tales” se empezaron a publicar en España hace ya unos añitos, en los tiempos de la Editorial Toutain en la mítica revista “Zona 84”, y, tras un lapso de varios años, Cómics Forum (Planeta) editó en 2000-1 la totalidad de las historias realizadas por Schultz en una cuidada colección para la época de 15 cómic-books que, más adelante, reunió en un tomo único.

Xenozoic Tales” está ambientada en el siglo XXVI, en una futura Era Xenozoica, donde tras un cataclismo que ha terminado con la mayor parte de la población humana, convirtiendo los nuevos territorios en una zona de marismas y grandes selvas poblada por todo tipo de criaturas prehistóricas, desde dinosaurios a mámuts y dientes de sable. Los pocos supervivientes que se refugiaron en refugios subterráneos intentan sobrevivir, al salir en la superficie, agrupándose en tribus en torno a las antiguas ciudades, desarrollando y arreglando parte de la tecnología de tiempos pasados, principalmente armas de fuego y coches de época (cadillacs, principalmente). En este contexto, la historia gira en torno a la relación entre Jack Terenc, una especie de chaman perteneciente al antiguo linaje de la Ciudad del Mar (Nueva York) dispuesto a hacer cualquier cosa para mantener el acuerdo -Machinatio Vitae- entre los hombres y la Naturaleza de no alterar el medio natural y evitar otro cataclismo, y Hannah Dundee, la embajadora de Wasoon (antigua Washington) mucho más inteligente y dispuesta a aprender todo lo posible de los antiguos para mejorar sus duras condiciones de vida.

Partiendo de estas premisas, Schultz va evolucionando número a número y, sin abandonar en ningún momento el carácter “pulp” y aventurero de las historias, va desarrollando distintas tramas de intrigas y misterio cada vez más complejas entorno al origen del cataclismo que destruyó la civilización, las conspiraciones políticas que giran en torno a los protagonistas o los planes de los misteriosos grith respecto a la humanidad. Pero si la historia en sí ya resulta entretenida enriquecida con referencias literarias que van desde Lovecraft a Rice Burroughs pasando por Conan Doyle o Robert E. Howard (sin olvidar los mismos cómics de la E.C. de terror y ciencia-ficción) es por su aspecto gráfico por el que debe ser recordada y destacada. Si las historias cortas de los primeros números guardan una estructura narrativa similar a la de los grandes maestros de la E.C, como Frank Franzetta o Al Williamsom en los últimos números resulta cada vez más evidente la enorme influencia de grandes autores anteriores como Alex Raymond (en los últimos números más que evidente) o Hal Foster (no en vano desde hace años Schultz continúa su labor en las tiras de “El Príncipe Valiente”), convirtiéndose este en mi opinión en su gran referente tanto por su minuciosidad por los detalles que convierten cada viñeta en una pequeña ilustración como por sus estudiadas composiciones de página para narrar de una manera fluida la historia que quiere contar en cada momento, prescindiendo, conforme avanza la historia, de engorrosos cuadros de texto y sin que en ningún momento las viñetas parezcan recargadas. Su obsesión por emular la atmósfera de los cómics E.C le llevó a entintar el mismo sus historias con una escala de grises semejante a la utilizada en los cómics de la época y una cuidadísima técnica de pincel seco que va mejorando, si cabe, según avanza la serie

Schultz, a lo largo de esta serie, demostró un perfeccionismo rayano en la obsesión, que le llevaba a tardar prácticamente un año en terminar cada uno de sus cómics lo que ha provocado que la serie lleve parada desde hace años y no haya de momento continuación a las aventuras de Hannah y Jack, aunque el autor ha declarado en más de una ocasión su interés por finalizar la historia. Esperemos que alguna vez lo haga.

Entrevista reciente a Mark Schultz (en inglés) aquí y aquí.

Completísimo análisis de la obra en la Tebeosfera aquí.


Trailer de “Vicky, Cristina, Barcelona”



Esas son las primeras imágenes de la nueva película de Woody Allen ambientada en la ciudad de Barcelona. Lo cierto es que no se han comido mucho la cabeza con el título pero, en principio, la cosa por lo que se aprecia en las imágenes irá de comedia romántica con algo más de sexo de lo habitual en las películas del de Nueva York.

En el reparto, figuran bellezas como Scarlett Johansson, última musa de Woody, y los mediáticos Javier Bardem y Penélope Cruz. Por lo que se sabe, la historia gira en torno al triángulo amoroso formado por Bardem, que interpreta a un pintor, y dos turistas americanas de visita en Barcelona (la mencionada Scarlett y Rebecca Hall). La relación entre los tres se complica con la presencia de la antigua novia de Bardem interpretada por Penélope Cruz.

La película se ha estrenado en Cannes y al parecer no ha gustado a todo el mundo, pero sigo desde hace demasiado a Woody para no darle el beneficio de la duda así que a partir del 19 de Septiembre me pasaré por algún cine para nuestra obligada cita anual. Eso sí, la canción que han elegido para la Banda Sonora más fea no podía ser.

miércoles, 21 de mayo de 2008

“Canción de Hielo y Fuego IV: Festín de Cuervos” de George R.R. Martin

Por fin, terminé la nueva y esperadísima entrega de “Canción de Hielo y Fuego” la, para muchos, mejor serie de fantasía heroica de los últimos tiempos y, aunque la novela se deja leer y está por encima de la media de las obras que ofrece este subgénero, se deja notar el desgaste de la saga o del autor (todavía no lo tengo muy claro).

Martin señala en su blog que la confección de la cuarta novela le resultó tan complicada que se vio obligado a dividirla en dos libros el segundo de los cuáles debe estar a punto de aparecer en los Estados Unidos el próximo mes bajo el título de “A Dance Of Dragons” y del que “Festín de Cuervos” sería la primera entrega. La estructura característica de la obra dividida en capítulos en los que se va narrando la evolución de distintos personajes que en conjunto van desarrollando el tema principal de la obra, la Guerra de los Cinco Reyes, permite al autor este tipo de soluciones. Sin embargo, está estructura tiene sus desventajas y Martin en este libro se encuentra con una de ellas. Es tal la complejidad, diversidad y número de los personajes creados por Martin, cada uno con su propia historia y tramas accesorias, que sus novelas se estiran y estiran siendo imposible incorporar a todos los personajes en un único libro y mantener el interés de la trama principal. Esto obliga a Martin en cada entrega a hilar muy fino a la hora de seleccionar los personajes que va a incorporar en cada libro y en esta última novela la elección probablemente no ha sido la más adecuada, sobre todo porque el otro punto fuerte que ha caracterizado la serie, las constantes sorpresas y giros que Martin incorpora en la historia en esta novela brillan por su ausencia convirtiéndola en la más aburrida de la serie. Y eso que, en principio, los elegidos son algunos de los más carismáticos: la atractiva y malvada Cersei Lannister, su tullido hermano Jaime, la rebelde Arya Stark (o sus distintas identidades) o la caballeresca Brienne de Tarth, que llevaron el peso de la serie en anteriores entregas, e introduce algunos nuevos para abrir nuevas tramas y localizaciones en los Reinos de Occidente. Sin embargo, la ausencia de los personajes más carismáticos y complejos como Tyrion Lannister, Jon Nieve o Daenerys Targaryen lastra la historia, así como la falta de verdaderos cliffhangers que mantengan el nivel de adicción e interés del lector.

Y, es que Martin más que una novela-río, como consideran muchos, ha creado un nuevo concepto la novela-charca, en la que los personajes se desarrolla, en ondas conforme a las piedras que va tirando el autor a la charca de la obra en forma de giros argumentales y sorpresas, manteniendo el interés mientras echa nuevas piedras que remuevan las aguas pero que, en cuanto deja de hacerlo, la historia resulta predecible y aburrida. No le ayuda precisamente al estilo directo y poco elaborado de Martin la constante repetición en la presentación de personajes secundarios para situar al lector y nombrar a todos y cada uno de los personajes que aparecen en la historia, acabando uno con la sensación de estar atrapado en un bucle del que no puede salir.

En definitiva, una novela bastante anodina que probablemente haga las delicias de los fanáticos que llevan años esperándola pero que ofrece mucho menos de lo que promete. Y es que es muy difícil mantener el nivel durante tantos libros y durante tantas hojas.

Quizás en la próxima entrega, si Martin se decide a cerrar alguna trama secundaria y va prescindiendo de personajes pueda recuperar la intensidad perdida y esta novela quede como un borrón en la serie pero, de momento, para mí es la que señala la cuesta abajo. Sería muy buena noticia que Martin, en la próxima entrega, me demuestre lo contrario para poder seguir disfrutando de su talento.

Más sobre “Canción de Hielo y Fuego” en El lector impaciente aquí, aquí y aquí.

James Stewart, in memoriam


Con todo el jaleo ocasionado con la compra del nuevo televisor, no pude hacerme eco del aniversario del día de ayer, en el que el bueno de James Stewart (1908-1997) cumplió cien años.

Stewart fue el actor más versátil que ha dado Estados Unidos, capaz de interpretar con solvencia cualquier papel, desde el sofisticado galán hasta el ciudadano medio, adaptando a sus capacidades con naturalidad la imagen del héroe por antonomasia de la época, el cowboy. Ninguno de los grandes géneros del cine norteamericano le fue ajeno y en todos dejó huella. Trabajó con los más grandes directores de la época, destacando su continuada colaboración con gente tan legendaria como Frank Capra, Anthony Mann, Alfred Hitchcock o John Ford.

Stewart era capaz de interpretar héroes con los pies de barro como nadie, siempre dotando a los personajes de una humanidad poco apreciada hasta entonces, interpretando personajes cercanos al espectador y con los que le resultaba fácil identicarse. Puso cara al norteamericano medio, íntegro y honrado, dispuesto a salir adelante tras la “Gran Depresión”. Repasando el listado de sus casi cien películas es difícil encontrar una mala y hay un buen puñado que pueden ser consideradas auténticas “obras maestras”.

Ganó numerosos premios y gozó de reconocimiento en vida. Once años después de su muerte sigue siendo recordado. En sus películas vivirá para siempre.

Probablemente, junto a Katherine Herpburn, los dos más grandes talentos de la época dorada de Hollywood.

Con ustedes James Stewart:

Caballero sin espada” (Mr. Smith goes to Washington), 1939 de Frank Capra.




La Ventana Indiscreta” (Rear Window), 1954 de Alfred Hitchcock.



El hombre que mató a Liberty Balance” (The man who shot Liberty Balance), 1962 de John Ford

Tele Nueva



(Ahora sólo falta que en algún canal echén algo que merezca la pena...)

martes, 20 de mayo de 2008

“Wanted” Se busca... A ver que nos encontramos...

El próximo 27 de Junio tenemos el estreno mundial de la última adaptación al cine de un cómic. En esta ocasión, la obra elegida para muchos la mejor obra del niño malo del mainstream norteamericano Mark Millar, en esta ocasión con J.G. Jones en el aspecto gráfico. La película me da la sensación que adapta muy libremente la historia de Millar, pero cuenta con el aliciente de contar entre sus intérpretes a la curvilínea Angelina Jolie, el siempre eficaz Morgan Freeman y el juvenil James McAvoy en una historia que, por las imágenes mostradas, prima la espectacularidad y la violencia. La película estará dirigida por el ruso Timur Bekmambentov (no sé si lo habré escrito bien) en su desembarco holliwoodiense tras su éxito en Rusia con “Los Guardianes de la Noche” y su secuela, "Los guardianes del Día".

Ya veremos que sale de todo esto. Yo, de momento, les dejo un par de trailers para que les echen un ojo y juzguen ustedes.





Para visitar la página oficial de la película pinchar aquí.

lunes, 19 de mayo de 2008

“Apocalipsis Friki” de Peter Bagge


Tras el 11 de Septiembre de 2001, la sociedad norteamericana y la occidental, en general, quedó traumatizada y se desencadenaron una serie de acontecimientos históricos que a día de hoy no sabemos muy bien donde nos van a llevar. Un acontecimiento tan impactante como el atentado a las Torres Gemelas generalmente da lugar a montones de obras en distintos ámbitos que de una manera más o menos directa suelen tenerlo como referencia y buscan, en mayor o menor medida, encontrarle una respuesta o sentido más allá de su irracionalidad. En el cómic, esto se ha notado en la cantidad de obras que en Estados Unidos han aparecido tratando el tema con mayor o menor fortuna. Desde los panfletos que llaman a la unidad y la fortaleza estilo "Amazing Spiderman 36 (vol. 2)" de Joe Michael Straczynski y John Romita a inteligentes ucronías como “Ex Machina” de Brian K. Vaughan. Sin embargo, una de las aportaciones más interesantes se ha producido de donde menos cabía esperar: en la mente del ácido y corrosivo Peter Bagge y su hasta por el momento última obra “Apocalipsis Friki”, una serie limitada en seis números que La Cúpula nos ofrece en una cuidada edición en la que se echan a faltar las historias cortas sobre los padres de la nación con las que Bagge complementó los cómic-books originales para Dark Horse. Partiendo de un hipotético ataque nuclear de Corea del Norte a Seattle, Bagge nos ofrece ya desde el ambigüo título de la obra -nerd es una palabra polisémica en inglés cuyo significado oscila desde empollón informático (que hace referencia a Perry, el personaje principal) hasta directamente idiota- su particular, realista y cruda visión de la adaptación del americano medio - el friki, por antonomasia- a la nueva situación que plantea, a través de las experiencias de dos amigos, el timorato Perry, un programador de Microsoft, y el decidido y pragmático Gordo, de profesión sus trapicheos, quienes se salvan de la hecatombe al hallarse de acampada en una cabaña de las montañas, al tiempo que le da un inteligente y hábil repaso al género apocalíptico respetando todos sus cánones, sí, pero riéndose de ellos un poquito, también. La historia se centra en la adaptación de los dos amigos a la nueva situación que se produce tras la desaparición de la ciudad, las normas y reglas sociales. En este sentido, la visión de Bagge, de la situación, barnizada con toques de vitriólico humor no puede ser más ácida y descarnada. El autor construye un escenario en el que impera la “ley del más fuerte” en el que el egoísmo, la desconfianza y la falta de solidaridad se imponen incluso entre los grupos de supervivientes más organizados, incapaces de colaborar entre sí en lo que no deja de ser una traslación a pequeña escala y exagerada de los conflictos internacionales y el clima de desconfianza generalizado tras los sucesos del 11 de Septiembre, en el que los personajes, al igual que algunos países, disparan primero y preguntan después en un "salvese quién pueda" de incierto desenlace.

A partir de estas premisas, Bagge construye un trabajo mucho más autocontenido a nivel formal que en “Odio” o “Sudando Tinta” y el dibujo no se encuentra tan constreñido a buscar el “gag” visual inmediato –algo que Bagge domina como pocos y que en este cómic vuelve a dejar buena muestra de ello - como en centrarse más en el desarrollo de la historia, bien apoyado en una estructura en seis capítulos, para dosificar tanto los momentos dramáticos como los cómicos y lograr, de este modo, quizás, un efecto más duradero en el inconsciente del lector. Aunque la obra se sitúa en Seattle, el autor se aleja de los ambientes urbanos predominantes en el resto de sus obras para situarse en las montañas de los alrededores de la ciudad, y en escenarios por lo general más abiertos que en obras anteriores donde sus personajes tienden a vagabundear de un lado para otro sin rumbo fijo (algo que en una situación como la planteada sería bastante verosímil) que le obliga a optar por viñetas más amplías y a cuidar los fondos más de lo que nos tiene acostumbrados.




A diferencia de “Odio” en que en un contexto realista, Bagge sitúa a unos personajes tan exagerados, estrambóticos y deformados que resultan increíbles, en “Apocalipsis Friki” da una vuelta de tuerca más a ese planteamiento, desarrollando unos personajes perfectamente creíbles y coherentes en sus reacciones a lo largo de la serie, enfrentados a una situación increíble. Este cambio afecta al hiperbólico humor del de Seattle que sin dejar en ningún momento, de ser descarnado, negrísimo y exagerado en “Apocalipsis Friki” se muestra mucho más sutil que en obras anteriores.


La violencia está constantemente presente en la historia y su tratamiento es un elemento muy importante en la evolución de los personajes dentro de la misma (a Perry le da miedo cazar y ya ven como termina), resolviéndose esas situaciones de tensión dramática con un excelente uso de las onomatopeyas, recurso del que Bagge es todo un maestro. Violencia exagerada y explícita hasta puntos que rozan el esperpento pero que el propio Bagge limita con enorme maestría en alguno de las situaciones más truculentas del tebeo, dosificando la tensión con mucha habilidad. Por otro lado, los personajes hablan y hablan sin cesar en unos diálogos muy verosímiles que el autor inserta perfectamente en la página para que no afecten a la narración ni recarguen la viñeta al tiempo que alivian las transiciones de una situación dramática a otra en una narración que se resuelve con mucha agilidad, gracias al dinamismo con que Bagge dota a todo su trabajo, prescindiendo acertadamente de innecesarios cuadros de texto.

La historia se resuelve a traves de un final abierto que deja entreabierta la posibilidad de nuevas aventuras de Perry junto a su nueva pareja, Midge pero que quizás Bagge resuelve de una manera apresurada, limitado probablemente por tratarse de una miniserie.

En definitva, “Apocalipsis Friki” es un excelente tebeo no sólo por la mordaz crítica que esconde bajo su inocente presencia de tebeo de género sino por ser una buena oportunidad de conocer a uno de los mejores autores de cómic actuales en plenitud de facultades a una relación calidad-precio bastante aceptable. Yo no lo dejaría pasar. Otras obras de Peter Bagge en El lector impaciente aquí. Otras reseñas sobre “Apocalipsis Friki” en la blogosfera aquí y aquí.

John Phillip Law (1937-2008)



Por la excelente Crisei de Rafael Marín me entero de la muerte el pasado día 13 de John Philip Law , un actor que si bien nunca llegó a situarse a la altura de las grandes estrellas holliwoodienses si que ocupará un lugar para el recuerdo en mi corazoncito al haber protagonizado “El Viaje Dorado de Sinbad”, una de esas películas que ves cuando eres pequeño y se te queda grabada para toda la vida.

Aparte, John Phillip también participó en películas como “Diabolik” o “Barbarella” antes de ser poco a poco olvidado salvo por unos pocos irreductibles que siempre le envidiaremos las escenas protagonizadas junto a Caroline Munro, Jane Fonda o Marisa Mell.

“El viaje dorado de Sinbad” (1974)

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“Danger: Diabolik” (1968)





“Barbarella” (1968)






D.E.P.

(Una frivolidad...¿A qué no hay huevos a programar en ninguna televisión un ciclo dedicado a este hombre?)

No me digan que no tienen ganas…







No sé ustedes pero yo desde hace unos días duermo mal. Y no es sólo porque me haya acatarrado con tanto cambio de tiempo sino porque cada vez falta menos para volver a oír esa musiquilla que lleva un mes resonando en mi cabeza y ver a Indiana blandir el látigo contra los malos en el mejor “pulp” llevado al cine por ese mago del séptimo arte llamado Steven Spielberg.

Y, sin haberse estrenado todavía la cuarta, el astuto amigo Lucas ya empieza a allanar el terreno para una hipotética quinta parte al estilo de “La Última Cruzada” en la que Shia Labeouf sea el protagonista principal y Harrison Ford haría un papel similar al de Sean Connery en lo que supondría el pase de testigo de uno a otro. No sé, no sé…


De momento, aquí les dejo un enlace a la web oficial de la película (bastante chula) y una reseña subjetiva (y sin spoilers) de uno que dice que la ha visto.

sábado, 17 de mayo de 2008

Nuevo trailer de Hulk o la continuidad llega al cine


Los aficionados a los cómics de superhéroes están familiarizados con el concepto de continuidad. Para los que no lo sean la continuidad es un mecanismo inventado por el amigo Stan Lee en los años sesenta con el que conseguía varias cosas. Por un lado, se dotaba de mayor profundidad a los personajes, dotándoles de un hilo temporal en los que situar sus historias (cronológicamente se supone que un año marvel son nueve años físicos) y, por otro, se podían desarrollar historias más complejas que se desarrollaran a lo largo de varios números al tiempo que se “obligaba” al lector a mantenerse al día de la colección sin poder saltarse ningún número para estar al tanto de las peripecias de sus héroes favoritos.

Si estos avances, ya suponían una importante evolución respecto a las aventuras de superhéroes de las décadas anteriores que generalmente se desarrollaban en un único episodio que limitaba la estructura de la historia, lo que terminó de convertir a las series marvel en un auténtico “universo” fue el hecho que los personajes interactuaran entre sí más allá de la concepción cerrada de colección que se tenía hasta entonces y salieran regularmente compartiendo aventuras en títulos de los que no eran protagonistas sino “estrellas invitadas”. Aunque anteriormente se habían dado encuentros de superhéroes, por lo general, no fueron frecuentes ni se les explotó con astucia hasta que la irrupción de Stan Lee profundizó en esta posibilidad situando a todos los nuevos personajes de la marvel conviviendo en el mismo momento y prácticamente en los mismos lugares (en Nueva York había la mayor concentración de héroes por metro cuadrado que se recuerde) con lo que los consiguientes encuentros e intercambio de personajes secundarios se volvió frecuente y cohesionó enormemente el mundo de los superhéroes al tiempo que obligaba al lector a seguir más series para estar al tanto.

Han hecho falta muchas películas para que estos recursos narrativos y técnicas de marketing (si se paran a pensarlo entre la aparición de un personaje de una serie a otra y la venta cruzada no hay demasiada diferencia) se haya empezado a trasladar a la gran pantalla para alegría de los aficionados.

Según leo en la estupenda Uroloki, existe un proyecto de macrosaga fílmica que culminaría con una película sobre “Los Vengadores” (¿Ó más bien “The Ultimates”?) para la que todavía no existe fecha concreta, cuya primera etapa se habría cubierto con la primera parte de “Iron Man” que estamos disfrutando actualmente, y a la que seguirían la segunda parte de “Hulk” (de la que tienen un nuevo trailer ahí arriba), la segunda parte de “Iron Man” y el primer “Thor” de Matthew Vaughn en 2010, y “The First Avenger: Captain America” en 2011.

Sin embargo, lo más interesante y que entronca con la explicación anterior sobre la continuidad es analizar como se van a ir enlazando todos estos personajes en un mismo universo a partir de pequeños – o grandes – detalles que van apareciendo en las películas. Si con la aparición de Nick Furia/ Samuel L. Jackson tras los créditos de “Iron Man” -¿Cómo? ¿Qué te lo perdiste? Tendrás que volver a ver la película- ya se da una buena pista, los hábiles y sagaces friquis han continuado tirando del hilo descubriendo guiños y detalles que auguran que se está preparando algo grande. Por un lado hay quien piensa que Tony Stark entre los múltiples cachivaches en los que trabaja en su laboratorio tiene medio escondido el escudo del Capi y por otro hay quienes aseguran que en la nueva entrega de Hulk se dará por fin con la fórmula del supersoldado (¿quízas la probeta que aparece en el trailer?).


Son pequeños detalles, pero detalles que al igual que hicieran Lee, Kirby o Ditko hace cuarenta años en los cómics aseguran la expectación y mantienen intacta la atención e interés del público película a película al tiempo que prometen una versión fílmica del universo marvel más cercana al cómic (mas si cabe si como se rumorea los protagonistas de “Los Vengadores” serán los protagonistas de las películas anteriores lo que puede conllevar si se confirma que estemos ante la película más cara de la historia).

Esperemos que en los próximos años se vayan confirmando estas suposiciones pero, mientras, podemos ir abriendo boca con el último trailer del nuevo “Hulk” que les dejo ahí arriba.

viernes, 16 de mayo de 2008

¡Qué viene la momia...3! (La Maldición del Emperador Dragón)

No sé a ustedes pero a mí las dos anteriores entregas me gustaron. Tenían un regusto pulp y una falta de pretensiones que les sentaba muy bien a pesar de la repetición de situaciones y una estructura casi idéntica. Películas “para todos los públicos” que a todos gustan.

En esta tercera entrega, el inefable héroe Brendan Fraser y su familia se trasladan a China y en la tumba del mítico Emperador Dragón harán lo que suelen hacer y por lo que la gente paga la entrada: despertar a una momia maldita y su ejército de guerreros de terracota.

Una buena dosis de cine palomitero del que pueden ver un adelanto ahí abajo, que
anuncia una película que repite la fórmula de las dos entregas anteriores aunque se haya sustituido en la dirección a Stephen Sommers por un Rob Cohen, que ya tienen experiencia rodando películas de acción de estética “videoclip”como “XXX” o “A todo gas”. Entre los intérpretes, repite Brendan Fraser y se incorpora a Jet Li como momia o Emperador Dragón. También forman parte del reparto Maria Bello, Luke Ford, Michelle Yeoh y John Hannah.




Y si están entusiasmados y saben inglés pueden leer el blog del director aquí donde se podrán mantenerse informados sobre la película.

Will Elder (1921-2008)



Ha muerto Bill Elder. Para muchos este nombre no les dirá nada ya que su trabajo hasta hace pocos años era prácticamente desconocido para el gran público en España y sólo unos pocos aficionados y estudiosos del Cómic eran conscientes de su papel en el cómic norteamericano.


Tras su participación en la II Guerra Mundial, Elder se unió a su antiguo compañero en la High School of Music and Art de Manhattan, Harvey Kurtzman para engrosar las filas de la mítica editorial E.C Cómics de Bill Gaines, donde realizó sobre todo historias de ciencia ficción o bélicas, como entintador habitual de John Severin, en títulos como “Weird Tales”, Two-Fisted Tales” o “Frontline Combat". Tras la crisis que supuso para la editorial el “Comic Code”, que obligó al cierre de la mayoría de las series de la editorial, Elder junto a Kurtzman, Wally Wood, Severin y Jack Davis formó parte de la plantilla original de la revista “MAD”, título señero que supone el nexo entre los legendarios autores de E.C Cómics y el movimiento underground de los sesenta encabezado por el genial Robert Crumb o Gilbert Shelton, donde Elder explotó toda su creatividad y habilidad para el desarrollo de la caricatura y el dibujo humorístico. Tras su etapa en “MAD”, y desvinculado de E.C., Elder siguió trabajando en revistas de humor -con Kurtzman habitualmente a los guiones- como Help!, Trump o Humbug.

Junto a Kurtzman, igualmente, crearía a alguno de sus personajes más carismáticos como Goodman Beaver, un cándido moderno, y su trasunto para la revista “PlayBoy”, la explosiva Little Annie Fannie.

Si no conocen a este gran artista les aconsejo que busquen los cómics de E.C. publicados por Planeta en sus colecciones “MAD Clasicos”, “Clásicos Bélicos” o “Clásicos de Ciencia Ficción” en unas ediciones claramente mejorables y que no hacen justicia a este excelente dibujante pero que, de momento, son las únicas que disponemos en España.

D.E.P.

Si quieren leer una entrevista en inglés a Elder pinchen aquí.




jueves, 15 de mayo de 2008

“RG 2: Bangkok- Belleville” de Pierre Dragon y Frederik Peeters


Ayer terminé de leer el segundo volumen de la nueva serie de Frederik Peeters, "RG". Uno de esos cómics que vuelves a releer inmediatamente de lo bueno que es. Si ya la primera parte me había parecido un tebeo por encima de la media, esta segunda entrega eleva incluso el nivel y confirma que nos encontramos no sólo ante uno de los narradores gráficos más personales del cómic europeo sino además ante uno de los mejores del momento sin necesidad de más adjetivos.
Partiendo de una concepción de polar con una historia de policías que no ofrece ninguna novedad respecto a otras muchas, narrando las experiencias de Pierre Dragon en la Policía Secreta Francesa dentro de una unidad dedicada a perseguir las redes de inmigración ilegal y prostitución, Peeters, a partir de los argumentos y vivencias que aporta Dragon, lleva la historia a su terreno y sin abandonar la estructura de género negro en la que se engloba la obra, introduce sus pequeñas/grandes reflexiones existencialistas acerca de la amistad, el amor y la vida, tan características en su producción.

Dragon y Peeters no tienen demasiado interés en ofrecer un retrato heroico –y falso- de la vida policial centrado en las hazañas en pos del crimen o las grandes persecuciones de unos policías exagerados sino que su historia se engloba más bien en la tradición del polar francés más realista y crudo de un Leo Malet – o su gran adaptador al cómic, Jacques Tardi, en cuya obra se nota que ha influido a Peeters aunque sin llegar en ningún momento a la imitación-, una historia centrada en los aspectos más humanos y antipáticos de la vida policial: las esperas, las eternas vigilancias, las dificultades para ajustar la vida familiar con el trabajo, las zancadillas por destacar y la conciencia de la poca utilidad de su trabajo -“mi misión en la vida es vaciar el Sena con una cucharilla” lo define Dragon en un momento de lucidez-, pero sin dejar por ello de lado la labor policial centrada en la desarticulación de una red tailandesa dedicada a introducir en París inmigrantes ilegales a los que obligaban a trabajar en talleres ilegales en un régimen de semiesclavitud y a prostituirse. Un problema actual y cotidiano tratado con enorme verosimilitud y credibilidad gracias a las experiencias del auténtico Pierre Dragon en la policía francesa y la sensibilidad de Peeters a la hora de profundizar en la naturaleza humana.


Esta inmersión en el género negro que es “RG” nos ha permitido vislumbrar al mejor Peeters en una historia muy ambiciosa argumental y formalmente que el suizo resuelve brillantemente. Gráficamente, Peeters desarrolla toda la historia en un gran flashback encadenado a partir de pequeños elementos ambientales aparentemente secundarios a la historia pero que contextualizan perfectamente la situación y la cargan de simbolismos. Peeters en este álbum se obsesiona por el detalle y el realismo llegando por momentos a parecer un dibujante hiperrealista para lograr una ambientación perfecta de la historia en las diferentes localizaciones en las que tiene lugar la trama, una trama completamente urbana y claustrofóbica que se desarrolla siempre en ambientes cerrados por los que no es de extrañar que los únicos breves momentos en que Dragon se encuentra “relajado” sea en espacios abiertos -relajación sólo aparente… fíjense como Peeters rompe esa tranquilidad con sutileza introduciendo viñetas descriptivas que van adelantando al lector (la rama seca, el vuelo de los pájaros…) lo que se avecina- como el paseo por el parque junto a la juez Laborde. Un tratamiento realista de la historia que Peeters se encarga de romper incorporando a la historia un sueño de Dragon que sólo encuentra su explicación hacia el final pero que sirve de punto de inflexión en la narración.


El gusto obsesivo por el detallismo a la hora de caracterizar a los personajes sin dejar por ello que la narración avance se muestra en la composición de página de Peeters jugando con la perspectiva en la que va contando la historia que generalmente se desarrolla en un plano intermedio y viñetas alargadas pero que, dependiendo del interés del autor en destacar algún elemento, se estrechan o amplían como el objetivo de una cámara para centrar la atención del lector en algún detalle al tiempo que, para introducir alguna nueva secuencia, el autor se va acercando a donde se sitúa la acción desde vistas panorámicas o aéreas, rompiendo directamente el discurso narrativo pasando de un lugar a otro pero manteniendo el tipo de viñeta para que la transición no resulte brusca al lector . Por momentos, Peeters parece olvidarse de la historia que quiere contar introduciendo viñetas descriptivas, centradas en algún elemento del paisaje, que sólo indirectamente se hilvanan a la narración principal y aportan información al lector de tal modo que el suizo consigue que la obra gane en profundidad psicológica sin perder por ello su carácter de investigación policial.


En definitiva, nos encontramos ante un excelente tebeo llamado a ser uno de los mejores aparecidos a lo largo del año en nuestro país, tanto por lo inmediato de la historia que nos cuenta como por la profundidad y variedad de recursos técnicos que sus autores despliegan para contarnos de un modo novedoso y original una historia familiar para todos. En la última semana, han surgido rumores sobre posibles desavenencias entre Peeters y Dragon que pondrían en peligro la tercera entrega de “RG”. Esperemos que esos rumores se queden en nada y podamos seguir disfrutando de las peripecias del policía francés contadas a través del sensible ojo de ese sutil narrador que es Frederik Peeters.

La edición de Astiberri excelente.

Las 10 primeras páginas de la obra (en francés) aquí.

Más “RG” en El lector impaciente aquí.
Otras obras de Frederik Peeters en El lector impaciente aquí.




martes, 13 de mayo de 2008

Mi Sigrid ideal…



Bueno, como ya estarán enterados, tenemos actriz para interpretar a Sigrid en la próxima película de “Capitán Trueno”, una Elsa Pataky que, a falta de confirmar sus talentos interpretativos, con su sola presencia ya asegurará una buena promoción y taquillaje. A propósito parece que la Pataky se está especializando en participar en adaptaciones de cómics pues en su carrera ya ha participado en títulos como "Iznogud" o "Asterix y Obelix en los Juegos Olímpicos". Toda una admiradora de Goscinny...


Puestos a divagar, creo que mi actriz ideal para interpretar a Sigrid sería la sensual y fatal Verónica Lake, una belleza que se ajusta mucho mejor al tipo de mujer del Norte que se supone es la reina de Thule.

Y, siguiendo, con el juego y puestos a pedir, la que creo se adecuaba más al personaje de las actrices actuales es la oscarizada Charlize Theron.



Y vosotros puestos a jugar a productor ¿a quién elegiríais?

Trailers de “Las Guerras Clon”

El próximo 15 de agosto se anuncia el estreno en los Estados Unidos de la nueva película animada de la factoría Lucas sobre la jugosa franquicia de “La Guerra de las Galaxias”, las “Guerras Clon” y que en España no se estrenará hasta el 29 del mismo mes. Por lo visto, en los trailers el resultado es espectacular.

Si quieren apreciar mejor la calidad de las animaciones pinchen aquí.



lunes, 12 de mayo de 2008

Sinatra, his way




In memoriam...

Miedo

A mí estas cosas me dan mucho miedo, ya lo saben ustedes. La película, digo…
Más información aquí y aquí.

“Iron Man” de Jon Favreau.


Les debía desde hace unos días una entrada sobre la adaptación cinematográfica de “Iron Man” pero es que, desde el miércoles que vi la pelicula, entre trabajos, eventos sociales variados y un caso de astenia primaveral diagnosticado como ataque de apatía aguda consecuencia de estos tormentosos días poca inspiración he encontrado para escribir. Pero, como tras ver “Speed Racer” he llegado con las pilas cargadas aprovecho para saldar la deuda y dejarles mis impresiones.

Les supongo ya a casi todos al tanto que la industria norteamericana ha encontrado en el cómic en general -y en los superhéroes, en particular- la solución a la carestía de ideas que le asolaba (¿quizás es que el cine americano también está asténico? Puede ser, puede ser…). Sin embargo, en las películas que el nuevo género nos ha ofrecido en en los últimos años en muy poquitos casos han sabido dar con el punto para llevar de una manera exitosa al celuloide la magia de la narrativa gráfica. Esto se ha debido a muchas causas entre las que se han repetido habitualmente la simplificación excesiva de las tramas y los personajes, eliminando su carácter épico y heroico –que sean “cómics de superhéroes” es por algo- en beneficio de una pirotecnia de efectos especiales en muchas ocasiones excesiva y vacía, y una elección de actores a menudo dudosa (¿Quién no recuerda el flequillito de Nicolas Cage en “El Motorista Fantasma” o a la portentosa Jessica Alba como Sue Richards en “Los 4 Fantásticos” por poner sólo un par de ejemplos?). Sin embargo, ha tenido que llegarle la oportunidad al superhéroe más conservador y carca del panteón marvel para que al menos uno de estos fallos sea resuelto plenamente, ya que la acertadísima elección de Robert Downey Jr. ("Zodiac") y el adecuado tratamiento que este realiza del personaje lo que eleva esta cinta un punto por encima de la mayoría de las películas de superhéroes.

Iron Man no es un personaje que haya despertado nunca demasiadas simpatías. Ya desde “Tales of Suspense” 39 de 1963 el amigo Tony se dedicó a zurrarle la badana al enemigo por aquel entonces del imperio yanqui en forma de malvados charlies vietnamitas y peligrosos agentes comunistas en unas historias poco brillantes tanto a nivel guión ya que aunque el nombre de Stan Lee figuraba, como siempre, bien grande el argumento era de un ramplón Larry Lieber, como a nivel gráfico dibujadas por el voluntarioso Don Heck (a pesar que el diseño de la armadura y las portadas fue de Kirby tuvo que llegar el maravilloso y misterioso Steve Ditko para dar con la tecla del diseño definitivo rojo y amarillo) cuyo esquema anodino se mantuvo durante años (aunque la popularidad del personaje crecía como consecuencia de su importancia dentro del grupo estrella de la Casa de las Ideas, Los Vengadores) hasta que la llegada de David Micheline a la colección de "El hombre de hierro" le dio más mordiente a la serie haciendo que Stark perdiera el control de la compañía y su problema de alcoholismo se incentivara aunque no por ello el personaje ganara en simpatía.

Tomando aquellos elementos que le interesan del cómic y actualizándolo en una versión más cercana a la que nos ofreció Mark Millar en “The Ultimates” que la de Lee y Lieber en el clásico “Tales of Suspense” 39 de 1963, Jon Favreau realiza un más que correcto repaso a la historia del personaje apoyado en el excelente trabajo de un Robert Downey Jr. que se divierte en su recreación de un socarrón, excesivo y golfete Tony Stark, alejado, en cuanto a carácter, del protagonista de los cómics pero mucho más accesible a todos los públicos.

Stark es un millonario y genial inventor que se dedica a comerciar con armas sin el menor pudor hasta el momento en que es secuestrado en Afganistán por terroristas internacionales (los tiempos cambian y a los charlies hay que cambiarles por un enemigo más cercano al imperio y, ¿quién mejor que unos terroristas vestidos de árabes?). Stark en el secuestro, resulta herido por la metralla y su corazón queda dañado. Los terroristas pretenden que el debilitado Stark construya para ellos armas mortíferas como las que disfrutan los norteamericanos pero este, engañando astutamente a sus captores, construye un aparato con el que mantenerse con vida y un primer prototipo de armadura con el que escapa de sus captores y, a su regreso al país de la tarta de manzana y las barras y estrellas congela la producción de armas de su compañía para centrarse en secreto en mejorar su armadura. Sin embargo, el socio de Stark, Obadiah Stane no está de acuerdo con esta decisión y conspira en secreto para hacerse con el control de la compañía y continuar con sus lucrativos negocios. Ayudado por su secretaría Pepper Potts y su amigo, el coronel James Rodhes, el alter ego superheroico de Tony, Iron Man, se enfrentará a Obadiah.

Iron Man” sobresale respecto al resto de las películas de superhéroes gracias a un guión compensando y al trabajo de un director, Jon Favreau, que deja trabajar a los excelentes actores con los que cuenta y entiende que los efectos especiales –esenciales en una película de superhéroes- están al servicio de la historia que quiere contar y no al revés. Favreau asumiendo que un producto de entretenimiento tiene ante todo que divertir sabe dotar de un ritmo trepidante al guión para mantener al espectador interesado en todo momento por aquello que está ocurriendo en pantalla. Robert Downey Jr se ve bien secundado por un grupo de actores que se toman sus papeles con la profesionalidad requerida y encuentra su contrapunto en los villanos de la historia, un correcto en sus limitaciones Faran Tahir como Raza, durante la primera parte de la película, y un imponente Jeff Bridges que, como Obadijah Slane, por momentos, le roba protagonismo a Robert Downey Jr, lo cuál en una película pensada para su lucimiento es mucho decir. Probablemente los actores encargados de encarnar a los aliados de Stark, Gwyneth Paltrow y Terrence Howard sean los que realicen unas interpretaciones más flojas y su físico menos adecuado a los personajes que interpretan, aunque teniendo en cuenta lo limitado de los personajes resuelven el compromiso con oficio y la cabeza en otras cosas.

En definitiva, “Iron Man” es una película muy entretenida que, a falta de la épica necesaria y todavía no encontrada en ninguna película de superhéroes, la sustituye por una buena dosis de humor inteligente y un ritmo trepidante que deja una sonrisa al espectador. A la espera de la segunda parte quedo.