martes, 15 de enero de 2008

“La Conjura de los Necios” de John Kennedy Toole



Hoy toca comentar uno de esos libros que logran agradar por igual tanto a la crítica más sesuda e intelectual como al público menos exigente que sólo busca con la lectura evadirse un rato. Estoy hablando, claro, de “La Conjura de los Necios", la primera y única obra de John Kennedy Toole (luego fue publicada la obra juvenil “La Biblia de Neón” aprovechando el tirón de la primera), un escritor que no vio publicada su obra en vidal lo que le llevó a la depresión y el suicidio y que debió ser (casi) tan inadaptado como su trasunto protagonista el único y genuino Ignatius J. Reilly.
A lo largo de las páginas de esta original novela con un estilo mordaz, irónico y bufo el autor nos va narrando la vida y milagros de su trasunto el gran Ignatius, a quién se podría considerar el friqui inadaptado por antonomasia que vive aislado junto a su estrafalaria madre en un suburbio de Orleáns soñando con la vuelta a los valores medievales y su reconocimiento como escritor cuando logre publicar la gran obra que prepara en sus cuadernos escolares Gran Jefe y prepara campañas de agitación social con los que sorprender y emular a su “amiga” Myrna Minkoff. Cuando Ignatius debe salir al mundo a buscar trabajo, tarea innoble donde las haya para una persona de su talento, con la que hacer frente a la deuda contraída por su madre tras un accidente de coche iniciará una trayectoria profesional surrealista y rocambolesca que le llevará a desempeñar los más diversos oficios desde vendedor de salchichas ambulantes hasta administrativo en Levy Pants. Y todo ello, sin descuidar nunca el cuidado de su querida válvula…
“La Conjura de los Necios” que fue premiada con el Premio Pulitzer nos muestra una visión ácida y descarnada de la sociedad norteamericana de mediados de los sesenta a través de los ojos de un individuo marginal e inadaptado que no deja de ser un producto más del mismo sistema al que de una manera ingenua y “romántica” pretende oponerse. Resulta imposible no sentir simpatía por un tipo tan despreciable como se nos pinta al egocéntrico y egoísta Ignatius, verdadero motor de la novela, quién a través de sus paseos por Nueva Orleáns y sus peripecias profesionales entabla conocimiento con toda una serie de personajes tan deformados y cómicos como él mismo. Probablemente, es ese punto de reconocimiento en el lector el que hace la novela tan absorbente porque los problemas de Ignatius no dejan de ser los problemas habituales a los que, hoy en día, debe enfrentarse cualquiera. Kennedy Toole desde su formación clásica actualiza géneros medievales como la sátira o la picaresca siendo más fácil encontrar en esta novela inclasificable y personal referencias a autores clásicos como Swift o Cervantes. En definitiva, una novela cargada de humor, sátira y mala leche que nadie debe dejar pasar porque a nadie dejará indiferente.
Ah, y no olviden esa gran verdad, "cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocerse porque todos los necios se alían contra él".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! ahora me encuentro leyendo este maravilloso libro de Kennedy Toole, y estoy impactada por lo brillante de la obra, además me pregunto por lo efimero de la vida, y las pocas garantias que se encuentran en el camino que circundamos.

PAblo dijo...

Me alegro que te guste lectora anónima. Ah, bienvenida, y en próximos comentarios ponme un nombre para tenerte más personalizada. ;-D

Es una lástima que Toole muriera tan joven y no nos dejase más obras.