lunes, 6 de agosto de 2007

“Houdini, el rey de las esposas”, de Jason Lutes y Nick Bertozzi




El resumen de “Houdini: el rey de las esposas” resulta muy sencillo: Jason Lutes y Nick Bertozzi nos muestran una actuación cotidiana del mayor escapista de todos los tiempos, su salto esposado desde el puente Cambridge en Boston ante una multitud y el truco que empleó – ó se supone que empleó – para escaparse. Así de simple.
Sí, simple en apariencia, porque con la excusa de esta cotidiana historia en la nada cotidiana vida de Harry Houdini, Lutes y Bertozzi hacen una demostración práctica de las posibilidades del cómic para hacer un retrato completo tanto de la persona como del personaje y, por extensión, de una sociedad y una época necesariamente más ingenua que la actual. Jason Lutes (“Berlín”, “Juego de manos”) hace en este álbum gala de su pericia como guionista a través de una radiografía milimétrica del personaje en el que muestra tanto la admiración como el recelo que Houdini despertaba en la sociedad de su tiempo, incapaz de comprender las capacidades de ese pequeño hombre para escaparse de los retos más arriesgados y espectaculares pasando, sin solución de continuidad, a acercarnos al Houdini persona enamorado de su esposa Bess y un aunténtico adicto al trabajo. La historia se ambienta en un momento muy concreto de la vida de Houdini en el que su popularidad está en todo su apogeo y todavía no había comenzado su campaña contra el espiritismo. El cómic está soberbiamente ambientado y se nota la preocupación de Lutes y Bertozzi en documentarse para que el retrato del Boston de principios del siglo pasado resulte lo más fiel posible, por otro lado, una nota característica fundamental en la obra de Lutes es su preocupación por la rigurosidad histórica. Respecto a Nick Bertozzi, un autor hasta ahora desconocido en España del que parece que Astiberri publicará próximamente una novela gráfica (“El Salón”) hay que comentar que su estilo realista se adapta bien a la historia, resultando quizás un poco estático pero haciendo un buen uso del bitono a la manera que ya utilizasen otros autores independientes como Seth.
Por último, destacar la excelente edición de Astiberri, realmente cuidada y con un artículo muy interesante que ayudará al desconocedor de la figura de Houdini a conocerla un poco mejor antes de introducirse en el meollo de la historia y un análisis de viñetas que servirá para profundizar un poco más en la historia y el contexto histórico. No se asusten, la historia es muy entretenida y realmente los artículos son accesorios pudiendo disfrutarse la historia sin necesidad de leerlos.