jueves, 14 de junio de 2007

“Choque de Reyes” de George R.R. Martin (“Canción de Hielo y Fuego 2”)


Releyendo la entrada que publiqué por aquí sobre “Juego de Tronos”, el anterior volumen de “Canción de Hielo y Fuego”, sólo puedo confirmar que la mayoría de las cosas que escribí en su momento al respecto son aplicables a “Choque de Reyes”.
En “Choque de Reyes”, Martin no se aparta del guión prestablecido y sigue la pauta marcada en su anterior novela que tan buenos resultados le dio, sabedor que ha dado con una fórmula para hacer literatura de fantasía “adulta” con la que conectar con un amplio espectro de público que encuentra en sus novelas cargadas de hechos, referencias y acción un divertimento excelente.
En esta la segunda novela del ciclo, Martin se muestra como un autor con las ideas muy claras y un proyecto definido, en la que ningún personaje por importancia aparente que pueda tener en la trama, resulta imprescindible. Esta es la grandeza sin duda de una obra en la que el reparto coral de personajes hace que estos sean desarrollados por igual por el autor lo que le permite mantener abiertos varios arcos en los que cada uno de ellos es el protagonista, al tiempo que la trama principal avanza enriquecida dejando hechos paralelos en el tiempo apenas esbozados a la imaginación del lector. Al profundizar de este modo en los personajes y sus motivaciones el maniqueísmo lastrante del género se rompe logrando una saludable y “adulta” (ya salió otra vez la palabrita) ambigüedad moral en las reacciones y actitudes de los personajes que los hace cercanos al lector que sufre y padece prisionero en la diabólica trama dispuesta por Martin, incapaz al mismo tiempo de dejar de devorar las páginas para saber más de las penalidades que el destino depara a su personaje (o personajes) favorito. De este modo, en esta segunda novela personajes secundarios en la primera, como Theon Greyjoy, o novedosos, como Davos Seaworth, se unen al elenco de “Juego de Tronos” para convertirse en los narradores de los hechos desde los bandos Greyjoy y Baratheon., añadiendo más referencias, lugares y personajes a la ya complicada trama política en la que se encuentra imbuido el Reino de Poniente mientras que la magia regresa paulatinamente al mundo desde el Norte y el Este.
Probablemente, el quid de la cuestión será comprobar hasta que punto es capaz Martin de seguir con su huida hacia delante en el desarrollo de esta enorme bola de nieve que está creando y saber si podrá desenvolver la enorme madeja que está liando. Hasta ahora, el autor ha dado notables muestras de su capacidad y parece tenerlo todo bien atado sin embargo el parón en la publicación tanto en Estados Unidos como en España (¿Para cuándo Gigamesh publicará el cuarto tomo? Llevan más de un año traduciéndolo) me hace temer que Martin esté en un atolladero y quizás no sea capaz de seguir añadiendo madera a la locomotora de la serie. Habrá que seguirlo atentos.