martes, 24 de abril de 2007

“The Ultimates” ó cómics molones para lectores malotes.



The Ultimates” es un cómic que despierta en mí sensaciones contradictorias. Como seguidor fiel de la versión clásica de los personajes durante muchos años, la primera impresión que me produjo la lectura del cómic de Millar y Hitch fue de rechazo. Esos personajes macarras, fascistas, tontorrones, maltratadores e intrigantes no se correspondían con la imagen que deberían dar los héroes más poderosos de la Tierra para nada porque, para empezar, no se trataba ni siquiera de héroes sino más bien de agentes al servicio del Gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, haciendo un ejercicio de objetividad e intentando dejar de lado mi bagaje sentimental (que cursi me está quedando) debo reconocer que “The Ultimates” es un cómic de superhéroes muy entretenido. Con sus defectos, pero altamente entretenido. Probablemente, Mark Millar, un guionista que ya había demostrado con creces su desenvoltura en desarrollar series de superhéroes macarras como demostró en “Authority”, era el único capacitado para dar este nuevo giro a los Vengadores sin que los seguidores más talluditos y fieles no diesen la espalda a la colección y atrayendo al mismo tiempo a nuevos lectores que, en definitiva, era lo que le interesaba a los editores marvel y para lo que nació la línea Ultimate. La versión Millar de los personajes no se para en desarrollar el carácter heroico o su personalidad humana, simplemente se ha decantado por tomar de sus ricas biografías los elementos más oscuros y sórdidos para convertirlos en una versión chulesca de los mismos, haciendo que recaiga todo el peso de la trama en la acción y obviando los momentos de pausa que toda colección necesita para desarrollar a los personajes. Esto provoca que “The Ultimates” sea un cómic trepidante, narrado a matacaballo, y cuya lectura dure un suspiro, ya que tras las tortas de rigor y las bromas malotas de Millar poco más queda. Los autores al mismo tiempo toman referentes cinematográficos cercanos al lector para desarrollar la historia y el diseño de los personajes, no vaya a ser que la originalidad empache, de manera que el remozado Nick Furia se parece a Samuel L. Jackson ó Janet Van Dyne, “La avispa”, parece la Trinity de la saga “Matrix”, por poner solo un par de ejemplos. En el apartado gráfico, Millar se encuentra bien secundado por Brian Hitch, un dibujante de estilo hiperrealista y lentitud exasperante que provoca continuos retrasos en las entregas y que también se encargó de “Authority” en una etapa anterior a la de Millar y que realiza un trabajo soberbio en el desarrollo de las escenas de acción aunque parezca en algunos momentos más preocupado en dibujar un “storyboard” para una futura película (más pronto que tarde tendremos película de “The Ultimates”, ya lo verán) que en la historia que está contando.
En definitiva, a mí “The Ultimates” me recuerda al “Aquí hay Tomate”, historias truculentas para después de comer, entretenidas y fácilmente olvidables. Si eso es lo único que esperan de un cómic, en “The Ultimates” lo encontrarán con creces.