viernes, 30 de marzo de 2007

“300”, la película (¿Qué hemos hecho para merecer esto?)


Como ya les adelanté aquí, el miércoles pasado fui a ver la película y estas son mis depre…digo, mis impresiones.
El hilo que separa la Épica del relato bufo es muy fino, y en el caso de la película de “300” se ha sobrepasado con creces. La película de Zack Snyder pretendía ser un relato fiel del cómic homónimo de Frank Miller, pero el mundo del cómic y el cine tienen lenguajes narrativos diferentes y lo que funciona en uno falla en el otro, quedando incluso ridículo.
Para empezar la historia que narra la película difiere bastante de la narrada en el cómic, el cuál intenta ceñirse más a lo que es la narración histórica de la batalla de las Termópilas haciendo hincapié en los elementos épicos y legendarios. En la película, quizás porque la trama no da para más, quizás por otros intereses, se han incorporado subtramas que no hacen otra cosa que diluir la esencia de la historia original y montar un aparato pirotécnico que tiene más de efectista que de efectivo.
Zack Snyder (“Amanecer de los muertos”) se baja del carro a la primeras de cambio, demostrando una alarmante escasez de ideas propias y recurriendo a otras películas de protagonista épico como “Gladiator” (¿esos paseos por los trigales?¿esa despedida de Leonidas?) , ó “El Señor de los Anillos” (¿Desde cuándo los Inmortales eran duendes?¿Y todos esos monstruitos?) para dotar de relleno al invento. Sin embargo, este hombre no tiene el talento de Riddley Scott , ni siquiera el de Peter Jackson, y naufraga clamorosamente en el intento.
De este modo, la incorporación de una subtrama nueva centrada en la esposa de Leonidas y la ciudad de Esparta hace que la película pierda ritmo y frescura. Todas las peripecias de la esposa de Leonidas con el traidor son un despropósito tras otro en una historia carente por completo de imaginación y manida hasta la saciedad en otros títulos de temática similar. Quizás su inclusión fuese necesaria para incorporar un personaje femenino en la historia o para dejar clara la opción sexual de Leonidas que en algún momento puede parecer ambigua. No lo sé…pero no hay por donde cogerlo.
No crean que todo es tan negativo… Los primeros tres cuartos de hora incluso se dejan ver y se aprecia un intento de contar algo emparentado con el original. Sin embargo, a partir del esperpéntico encuentro entre Leonidas y Jerjes (este personaje ó marca tendencia en todas las discotecas ibicencas este verano ó la marca entre las drag queens del Carnaval de Tenerife) los despropósitos son tan constantes que acabas saliendo pidiendo la hora y una copa para digerir lo visto. A partir de este momento empiezan a incorporar peleas con monstruitos varios – eso sí, cada uno más espectacular que el anterior- que en el original no aparecen por ninguna parte, pero que en los últimos años parece ser se han vuelto indispensables en cualquier película asociada a un cómic que se precie. La violencia, que en el cómic de Miller, es un elemento más de la narración aquí se vuelve un accesorio gratuito para demostrar lo machotes que eran los espartanos y lo nenazas que eran los persas.
El abuso de la cámara lenta es una constante en toda la película, de manera que esta se ralentiza y estira de una manera exasperante. ¿Qué necesidad hay de ralentizar a la esposa de Leónidas jugando con el agua? ¿Y el enfrentamiento con el lobo? Señor, señor…Parece que con este recurso junto con la voz en “off” del narrador intentan acercarse a la narrativa del cómic pero no lo logran en absoluto, quizás porque no se dan cuenta que la narrativa de Miller -su mayor talento- no es trasladable de un medio a otro por mucho impacto visual que se pretenda crear con la traslación fiel de viñetas del cómic a imagen ¿real? .Sí me parece resaltable por otro lado el esfuerzo por dotar a la película de una estética similar y un colorido semejante al del cómic. Felicitemos al director artístico, pero, ya se sabe, si lo mejor de la película es la fotografía o el director artístico la peli como que no…
En cuanto al trabajo de los actores destacaría a Gerard Butler, quien carga con todo el peso y protagonismo de la historia para al final acabar como un San Sebastián de la revista “Zero” (¿es necesario ser tan obvio?¿no sabemos ya todos que Leonidas muere?) y que recrea a un Leonidas bastante aceptable.
En definitiva, que si les gustan los mamporros y los videos espectaculares vayan a ver la película, pero si prefieren disfrutar de una historia bien narrada acérquense a una librería y háganse con el cómic.

jueves, 29 de marzo de 2007

“Fábulas: Tierras Natales” de Bill Willingham y Mark Buckingham



Acabo de terminarme el último arco argumental publicado por Planeta este mes de “Fábulas” la colección creada por Bill Willingham y dibujada habitualmente por Mark Buckingham y me apetece escribir sobre la serie en general y este arco, titulado “Tierras Natales”, en particular.
“Fábulas” es una serie englobada en el sello Vertigo en el que se nos narran las peripecias de una comunidad de personajes pertenecientes a los cuentos y el folklore popular europeo (sí, esos que estáis pensando, Blancanieves, el Lobo Feroz, Pinocho, etc.) que se han visto obligadas a huir de sus tierras de cuento natales y refugiarse en el mundo real para escapar de un terrible y misterioso Adversario que las quería esclavizar. Las Fábulas tienen como premisa principal intentar pasar inadvertidas en el mundo real para lo que han organizado su sociedad en dos comunidades: la primera situada en Nueva York, en la que se encuentran las fábulas de aspecto humano, y la segunda situada en una Granja y en la cuál viven las fábulas de aspecto inhumano (lógico, ¿no?). Partiendo de estas premisas, Willingham ha ido dotando a lo largo de la serie de una personalidad adulta a los personajes principales y ha ido construyendo una historia entretenida, en la que a lo largo de los distintos arcos argumentales ha flirteado con distintos géneros.
El último arco publicado en España, “Tierras Natales”, se centra en las andanzas de unos de los personajes secundarios, Azul, huido de Villa Fábula para adentrarse en el mundo de las Fábulas dominado por el Adversario para buscar a su amor, Caperucita Roja, a la que tuvo que abandonar en la huida, y, tras una serie de peripecias, descubrir la sorprendente identidad del Adversario.
En “Tierras Natales”, Willingham desvela con habilidad algunos de los misterios que envolvían la trama y al mismo tiempo es capaz de generar otros nuevos para mantener intacta la atención del lector. De este modo, el hecho de que en “Tierras Natales” no aparezcan algunos de los personajes más importantes de la historia hasta el momento, como Lobo o Blancanieves, no hace más que demostrar la madurez alcanzada por Willingham, que ya se intuía desde el inicio de la serie y que para mí alcanzó su punto culminante en “La marcha de los soldados de madera”, y su carácter de serie coral, en la que los personajes están al servicio de la trama principal y no al revés, apareciendo y despareciendo sin que por ello la historia decaiga.
Asimismo, cabe destacar el trabajo de Mark Buckingham a los lápices, un dibujante cuyo estilo detallista va como anillo al dedo a las características de la serie y si algún defecto cabe achacarle es quizás su excesiva lentitud que obliga a contar con otros dibujantes para hacer episodios de relleno. Buckingham, en este arco, disfruta dibujando diferentes personajes fantásticos, ambientes y situaciones, añadiendo, si cabe, mayores registros al ya de por sí, moderno diseño de página característico de la serie. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de los otros dos dibujantes que realizan los episodios de relleno. Tanto el trabajo de David Hahn como el de Lan Medina resulta más que discreto siendo incluso en el caso del primero una traba para el desarrollo del episodio, restando interés a una historia que partía de una premisa interesante.
Sin más os propongo que os adentréis en el universo de “Fábulas”, probablemente una de las series mas entretenidas publicadas en la actualidad.

Tomos publicados hasta la fecha

I. “Leyendas en el exilio” ( Del 1 al 5 USA)
II. “Rebelión en la granja” (Del 6 al 10 USA)
III. "El último castillo" (Del 11 al 13 USA y "Fables: El último Castillo")
IV. “Una historia de amor” (Del 11 al 18 USA. Relevo de Norma por Planeta)
V. “La carga de los soldados de madera” ("Fables: El último Castillo" , 19-21 y 23-27 USA)
VI. "Las crueles estaciones" (22, 28-33 USA)
VII. "Tierras natales" (34-41 USA)

miércoles, 28 de marzo de 2007

“Sleeper” de Ed Brubaker y Sean Phillips.




Ed Brubaker (”Gotham Central”,”Catwoman”) es el guionista de moda dentro del mundo mainstream norteamericano...Y con razón, ya que Brubaker, en sus series, ha sabido incorporar al género superheroico tan falto de ideas en los últimos años nuevas vetas que explotar. Sin embargo, Brubaker no es un guionista rompedor ni sus propuestas del todo originales. Simplemente es un buen narrador capaz de incorporar a los habituales clichés superheroicos nuevos elementos, que van de lo policíaco a las series de espías de toda la vida. Y este es el caso de la serie que hoy nos ocupa, “Sleeper”, una serie limitada de 12 números que ya fue publicada en grapa hace unos años por Planeta y que ahora ha recuperado en dos tomos Norma Editorial.
“Sleeper” es una serie de espías que se engloba en el universo Wildstorm. En ella, un agente de una organización internacional con la capacidad de no sentir dolor y capaz de transmitírselo a los demás, es utilizado por su jefe, John Lynch, para infiltrarse como agente doble en las filas de una organización criminal dirigida por el villano Tao. Los problemas surgen cuando Lynch, el único que conoce la verdadera misión de Carver, cae en coma y todos sus antiguos compañeros y amigos creen que realmente es un villano…
Brubaker en esta serie ha dejado de lado todo el lastre superheroico que acompaña a los personajes para desarrollar una historia de seres atrapados y perdedores. Un tenso thriller psicológico en el que asistimos en primera persona a la problemática de Carver, un peón en medio de una guerra entre organizaciones internacionales y cuya único objetivo consiste en sobrevivir un día más evitando ser descubierto. Así, a lo largo de los doce números que componen la serie, vemos como Carver trata de sobrevivir convirtiéndose poco a poco en uno de los villanos que trata de combatir, manteniendo una relación con Miss Misery. una psicópata de cuidado, y haciendo de un sociopata asesino como Genocide Jones su mejor amigo. Carver, un superviviente nato, va perdiendo paulatinamente la esperanza de recuperar alguna vez su vida pasada hasta el clímax final del último número.
Todos los personajes que Brubaker nos presenta en esta serie están dotados de una sana ambigüedad moral. El guionista estira al máximo las enseñanzas de John Houston en “La Jungla de Asfalto”, y vemos a través de los orígenes de los villanos como, una vez más, "el delito no es más que uno de los aspectos de la lucha por la vida". Como el protagonista no podemos dejar de sentir, si no comprensión, sí simpatía por unos personajes que nunca han tenido más opción en la vida que aquella que han tomado. Brubaker, hábilmente, narra la historia en primera persona para que la identificación del lector con Carver sea total y la trama es dosificada con acierto hasta llegar el último numero.
En cuanto al dibujo de Sean Phillips (“Wildcats” “Gotham Noir”) cumple con oficio recreando el ambiente negro y opresivo que la historia requiere.
Así que ya saben si les apetece leer un cómic de superhéroes adulto y en el que la intriga es el elemento predominante, denle una oportunidad a “Sleeper” y luego me cuentan.
(Norma ha anunciado la publicación de la segunda serie limitada de “Sleeper” en los dos próximos meses. Cuando la lea, les escribo algo…)

martes, 27 de marzo de 2007

El canon que viene

Ya saben ustedes que los gestores de la SGAE pretenden que el Gobierno establezca por Ley un canon digital sobre aquellos aparatos y soportes electrónicos que permiten la reproducción de películas, discos, etc. De este modo, el precio de objetos, de uso tan cotidiano en las familias españolas, como un dvd o un ordenador, sufriría un importante aumento que ha sido estimado por la Asociación de Música en Internet (AMI) en 303 euros al año.
A mí lo que realmente me fastidia de toda esta historia son dos cositas que me parecen graves: por un lado, que se prime el derecho de un ente privado para conseguir el máximo beneficio para sus miembros –que, en principio, me parece lícito- sobre el que tenemos todos los ciudadanos de acceso a la tecnología, con el beneplácito del Gobierno de turno; y, por otro, que se presuma el uso fraudulento de todos estos soportes por cualquiera que los utilice, con lo que nos pasamos el principio de presunción de inocencia, uno de los pilares de nuestro sistema legal, por donde ya se imaginan.
En fin, que parece que la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, donde se va a incorporar el canon de marras, entrará en vigor el próximo 29 de julio y aquí están recogiendo todavía firmas para ver si entre todos podemos evitarlo. Como verán en el enlace los que patrocinan la plataforma Todoscontraelcanon tampoco son unas hermanitas de la caridad pero si Daredevil se alió con Kingpin nosotros no vamos a ser menos, ¿no? .
Yo, a nivel personal, ya he firmado. Ustedes, infórmense, y actúen según su conciencia…

lunes, 26 de marzo de 2007

“El libro de las Ilusiones” ó el Enigma Auster



Hoy lunes, para empezar la semana con energía, vamos a hablar de uno de mis autores preferidos de los últimos años, Paul Auster, el Premio Príncipe de Asturias del año pasado y uno de los escritores contemporáneos con un universo más rico e interesante. Todas las novelas de Paul Auster tienen varios niveles de lectura y cada una de sus obras, pudiéndose leer perfectamente por separado, es como una pieza de un puzzle que el autor nos proponer para que nos adentremos en su temática y obsesiones. Auster en sus obras gusta de mezclar ficción y realidad hasta un punto en el que los límites entre una y otra se debilitan y el lector queda irremediablemente atrapado en su lectura.
Para empezar a jugar con Auster y acercarse a su obra creo que “El libro de las ilusiones” es una buena piedra de toque.
En “El libro de las ilusiones” se nos narra parte de la vida de David Zimmer, un profesor de literatura que sufre una de las peores tragedias que uno imaginarse pueda, la muerte de su mujer y sus hijos en un accidente aéreo. Zimmer, deprimido y al borde del suicidio, encuentra una razón para seguir viviendo en la escritura de un libro sobre la obra de Héctor Mann, un actor pionero del cine mudo desaparecido bruscamente en extrañas circunstancias sesenta años antes. La publicación del libro lleva a que Zimmer reciba una serie de cartas instándole a visitar a Mann y finalmente, la visita de una mujer, Alma, que a punta de revólver le invita a acompañarle. A partir de este punto, los hechos se precipitan…
“El libro de las ilusiones” es ante todo lo que su título indica. Un libro sobre la Ilusión, una investigación sobre como puede convertirse en la única razón para seguir viviendo ó llevarnos hasta la locura extrema. En él, cada uno de los atractivos personajes que nos presenta Auster cuenta con una ilusión diferente para dotar de sentido a su vida y enfrentar sus fantasmas personales: David, descubrir el enigma que rodea la figura de Héctor Mann; Alma, su libro sobre la vida de Héctor y la aparición del amor; Frieda, la mujer de Mann, la obsesión por el cumplimiento de su legado…A lo largo de la novela, Auster hace que el lector vaya descubriendo los misterios que rodean a Héctor Mann, al mismo tiempo que su protagonista, a través de sus películas y personajes interpuestos, de manera que para nosotros también se convierte en un personaje legendario que bordea la existencia real y uno de los más interesantes dentro de la narrativa de Auster.
Auster es un narrador excepcional que es capaz de contar varias historias al mismo tiempo sin dejar por ello que la trama avance. Así, conocemos todo el proceso de investigación de Zimmer, su caída a los infiernos, su redención y la increíble vida y obra de Mann. De este modo, Auster nos lleva prendidos del atractivo de sus personajes hasta su brusco desenlace dejándonos boquiabiertos y con la miel en los labios no por aquello que tan bien narra sino por todo aquello que deja de contar.
En “El libro de las ilusiones” también aparecen otras de las obsesiones de Auster como la Ambigüedad, la suplantación de Identidad y el Misterio, el gusto por la metalingüística y los juegos de palabras. Y, si todo ello fuera poco, planta las semillas para una nueva historia. Una de las películas nunca vistas de Mann se titula igual que la última novela de Auster, “Viajes en el Scriptorium” ¿Coincidencia? No lo sé, cuando la lea se lo cuento…

domingo, 25 de marzo de 2007

Una cosita...

Otro domingo de madrugones y amaneceres apresurados. Alguien quiere acabar conmigo...

Les dejo aquí el enlace de dos jóvenes dibujantes, gamberros y desenfadados ellos. Sí, les conozco desde que eran unos retoños babeantes y puedo atestiguar que siempre fueron así. Entren, siganlos y luego me cuentan...

viernes, 23 de marzo de 2007

“Elemental, querido Chaplin” de Rafael Marín



Rafael Marín (Cádiz, 1959) es uno de esos escritores que pueblan nuestro panorama literario desconocido para el gran público pero cuya obra, desarrollada durante años, aúna entretenimiento y calidad. Marín, profesor de instituto, traductor y ocasional guionista de cómics es desde la publicación de “Lágrimas de luz”, autor de referencia para la ignorada ciencia ficción española, siendo su labor continuada, desde su primera obra ”Nunca digas buenas noches a un extraño”, publicada en la década de los ochenta, ampliamente reconocida por los aficionados al género. En sus últimas novelas, Marín, sin abandonar la narrativa fantástica, ha buscado nuevos territorios de expresión. Así, podríamos destacar “La leyenda del Navegante”, novela que conjuga acertadamente elementos de fantasía con las novelas de piratas más clásicas, su última obra, “Juglar”, en la que entrecruza realidad y magia para trasladarnos a la España medieval del Mío Cid, y la novela que nos ocupa hoy, “Elemental, querido Chaplin”, un interesante pastiche sherlocksiano.
En “Elemental, querido Chaplin”, la fecunda imaginación de Marín hace coincidir a un joven Charles Chaplin con el rey de los detectives, el inefable Sherlock Holmes, en una serie de aventuras que les llevarán a enfrentarse al más famoso villano del “pulp” creado por Sax Rohmer, Fu Manchú, y viajar hasta Ginebra para desbaratar los planes de dominio del mundo de una peligrosa secta a través del rapto nada menos que de Albert Einstein. Es imposible contar más en las poco más de doscientas cincuenta páginas del libro, y contarlo con un pulso narrativo tan acertado como lo hace Marín en esta novela. La acción y el misterio envuelven al lector desde el prólogo hasta la última hoja, convirtiendo en una verdadera delicia su lectura tanto para el lector aficionado al género, que disfrutará descubriendo los continuos guiños y erudición del autor, como para aquél que sólo busque pasar un buen rato de entretenimiento. El autor, sin dejar de ser respetuoso con el rico universo del canon sherlocksiano es capaz de hacer su original aportación al mismo, mezclando la realidad con la fantasía, haciendo coincidir personajes reales, como Einstein, Chaplin, Oscar Wilde ó Aleister Crowley, con los personajes nacidos de la pluma de Arthur Conan Doyle. En esta novela, se nos muestra al azote del crimen, Sherlock Holmes, en todo su esplendor pero, al mismo tiempo, Marin lo humaniza y lo acerca al lector para, desde la visión de un joven y admirado Charles Chaplin, rendido a sus dotes detectivescas, mostrar también sus debilidades.
Sin más, les animo que busquen esta novela en su librería habitual, la disfruten y descubran las capacidades de Rafael Marín, un gran escritor poco reconocido.

jueves, 22 de marzo de 2007

“Promethea” de Alan Moore y J.H. Williams III



Cuando hace ya algunos años Planeta empezó la edición de las colecciones que Alan Moore (“Watchmen”, “V de Vendetta”, “From Hell”) preparó para su sello ABC Cómics (“La liga de los Caballeros Extraordinarios”, “Tom Strong”, “Promethea” y “Tomorrow Stories”) me decanté por motivos económicos por seguir únicamente la primera de ellas y picotear de la segunda, obviando “Promethea”. Ahora con la nueva edición que ha iniciado Norma Editorial de la serie puedo reparar ese descuido.
En este TPB se incluyen los seis primeros números de la colección en la que se presenta el origen de Promethea y su universo. La historia se encuadra en un Nueva York futurista que me recuerda vagamente al de “Blade Runner”, donde una joven Sophie Bangs se convierte en la última portadora de Promethea, una especie de semidiosa que a lo largo de la Historia ha tenido diversas portadoras mortales. Promethea representa a la Imaginación y su poder proviene de la misma. Sophie y Promethea deben enfrentarse a diversos entes, magos y demonios dispuestos a impedir que la unión entre ambas sea definitiva, y al mismo tiempo tratar de descubrir cuáles son los poderes y la misión de Promethea.
“Promethea” es un cómic muy entretenido que si bien en un principio recuerda a “Wonder Woman”, pronto la habilidad de Moore hará olvidar las semejanzas. Moore sitúa la historia a un terreno que conoce a la perfección, el de la magia, lo sobrenatural y las novelas "pulp", creando una compleja historia para explicar el origen y universo en el que vive habitualmente Promethea. Sin embargo, el toque de originalidad que hace para mí que “Promethea” sea un cómic resaltable respecto a otros de parecida temática es su sentido del humor. Moore en lugar de optar por el trillado camino de la Épica para construir el mito de Promethea ha elegido más bien el del humor, planteando situaciones y diálogos realmente graciosos y que hacen de éste un cómic diferente.
En el aspecto visual, J.H. Williams III ("Desolation Jones") cumple sobradamente desarrollando el aluvión de ideas que Moore plantea en cada número y demostrando su habilidad para pasar de diferentes ambientes y situaciones con facilidad. También es de destacar su moderno diseño de página que nos obliga a recrearnos en su dibujo y fijarnos detenidamente en todos los elementos.
"Promethea" ganó cuatro premios Eisner (ya saben, los "Oscar" de los Cómics) en el año 2000.
“Promethea” es una atípica historia de superhéroes y magia donde Moore da una muestra más de que incluso en sus trabajos menores su imaginación y capacidad de narrar está muy por encima de la mayoría de los escritores de cómics actuales. Si quieren pasar un rato divertido, búsquenlo…

miércoles, 21 de marzo de 2007

“300” de Frank Miller, El cómic


Como para el viernes se anuncia el estreno de la adaptación cinematográfica de “300”, escribo una reseña del mismo para que vayamos abriendo boca.
“300” es una novela gráfica publicada originalmente en 1998, guionizada y dibujada por Frank Miller, autor reconocido en el mundo del Cómic por obras como “Batman Dark Knight”, “Daredevil: Born Again” ó “Ronin”, y cada vez más popular entre el gran público por el éxito que tuvo la adaptación al cine de la serie de novelas gráficas de “Sin City”. Originalmente, la novela gráfica constaba de cinco capítulos que en España fueron publicados en un tomo apaisado por Norma Editorial en el año 2000.
En “300”, Miller nos narra la resistencia de 300 hóplitas espartanos que siguiendo a su rey, Leónidas, se enfrentaron a un ejército de un millón de persas (Heródoto dixit) que intentaban invadir Grecia en el paso de las Termópilas (480 adC). Los espartanos fueron traicionados por Efialtes, un renegado, pero prefirieron morir antes que retirarse con lo que lograron frenar la invasión y permitir que los atenienses y el resto de los pueblos griegos pudieran hacerle frente.
Miller, que desde niño se había sentido fascinado por la historia de las Termópilas, decidió adaptarla al cómic, haciendo una interpretación bastante fiel de los hechos basándose en los testimonios que dejaron Heródoto y otros historiadores griegos. La novela de Miller cuenta la historia desde el punto de vista del bando espartano al que idealiza quizás en exceso Su estilo de dibujo, agresivo y de trazos bruscos, se adapta perfectamente a la historia que cuenta y el color aportado por Lynn Varley ayuda a recrear la atmósfera opresiva y oscura en la que se desarrolla la acción. Miller demuestra una vez más su innato talento para la narración gráfica haciendo que ésta avance frenética y manteniendo en todo momento al lector absorto en los acontecimientos que se desarrollan ante sus ojos sin necesidad de excesivos cuadros de texto, utilizando para ello hábilmente todos los recursos gráficos posibles. Las perspectivas en escorzo y las magnificas “splash page” son abundantes, así como la inclusión dentro de grandes viñetas de otras más pequeñas para fijar la atención del lector en detalles concretos o aportar más información, ya tan habituales en las obras de Miller. Se aprecian en las páginas de Miller ecos de Koike y Kojima (“El Lobo Solitario y su Cahorro”, “Asa, el ejecutor”), de José Múñoz (“Alack Sinner”) o Alberto Breccia (“Mort Cinder”, “Los mitos de Cthulthu”) pero Miller es capaz de absorber todas sus influencias y llevarlas más allá creando algo nuevo y original.
Sin embargo, si he de destacar algo más de este excelente cómic, - uno de mis preferidos de Miller fuera del “mainstream”- es la espectacular página realizada desde el punto de vista del rey Leónidas en la que en cinco viñetas nos muestra su situación frente al ejército persa. En tres pequeñas viñetas vemos el movimiento de ojos de Leónidas mientras que en las dos más grandes que ocupan toda la hoja asistimos, enmarcados dentro de su yelmo, en un primer plano a lo que está presenciando. Magistral…
En “300”, como en casi todas las obras de Miller, hay violencia pero no se trata de una violencia gratuita sino de un elemento más de caracterización de la historia que cuenta.
“300” fue galardonada en 1999 con varios premios Harvey y Eisner (los premios más importantes en el Cómic norteamericano).
Sin más, os animo que si pensáis ir a ver la película os paséis antes por una librería y os hagáis primero con el cómic para poder comparar. Si preferís, no hacerlo, ya os lo contaré yo…

martes, 20 de marzo de 2007

"Los Muertos Vivientes" de Robert Kirkman.

Para empezar debo decir que soy un tipo con bastantes prejuicios, prejuicios rayanos en la cabezonería ciega. Uno de estos prejuicios era respecto a los zombis, que siempre me habían parecido dentro del género del terror el hermano pobre del panteón monstruil. No cuentan con el romanticismo decadente de los vampiros (mis preferidos) ni dan lástima como Frankenstein. Los zombis eran entes sin personalidad que iban pululando en manadas sin mayor interés que el ir comiéndose a la gente histérica con la que se cruzaban en las películas “gore” (sólo salvaría “La noche de los muertos vivientes de Romero) y las películas y cómics posteriores no hacían más que explotar la misma fórmula hasta el infinito. Por eso, cuando Planeta anunció la publicación de “Los Muertos Vivientes” de Robert Kirkman pasé del tema. Y, cuando leí en diferentes medios las excelencias de la serie y del guionista continúe pasando hasta que me enteré que por amplia mayoría había sido considerada por los blogueros la mejor serie del 2006. Puedo ser un cabezota ciego pero no un sordo atontolinado así que no sin ciertas dificultades me hice con el primer volumen y posteriormente con el resto. ¿Qué puedo decir? Me equivocaba de plano. Robert Kirkman construye una historia en la que los zombis no son los protagonistas esenciales de la historia sino un elemento más, el desencadenante para que la vida de los protagonistas cambie para siempre y plantea una historia de supervivencia y terror psicológico en la que un grupo de personas anónimas son llevadas al límite de sus fuerzas para ahondar con inteligencia en unas reacciones y comportamientos que nos parecen demasiado humanos. Resulta estremecedor el contrapunto del comportamiento de los adultos desesperados y destrozados al ser conscientes que nadie les va a rescatar de su futuro mientras los niños juegan y lo asumen con naturalidad. A pesar de todo ello, los amantes del terror y los zombis de toda la vida no se sentirán defraudados.
Robert Kirkman (“Invencible”), probablemente uno de los guionistas más interesantes del panorama “mainstream”, va encajando las piezas de la historia con milimétrica exactitud para que el lector se sienta como uno más de los miembros del grupo de Rick y entienda unos miedos que por desgracia nos son demasiado cercanos.
Si en los primeros tomos de la serie la acción se desarrolla a través de una “road movie” apocalíptica en la que los protagonistas intentaban adaptarse a su nueva vida preocupados por la mera supervivencia en un entorno hostil, en los dos últimos los personajes encuentran cobijo en un presidio, que se convierte a la vez en refugio y prisión, donde la amenaza de los zombis pasa a un segundo plano para dejar al descubierto las rencillas dentro del grupo que llevan a poner en entredicho el liderazgo de Rick .
Respecto al dibujo es una pena la falta de un dibujante de mayor talento en la serie, porque aunque la labor de Tony Moore y Charlie Adlard no deja de ser correcta a mí entender no acaban de dotar de suficiente oscuridad y tensión a la historia. Es un imposible, pero no puedo dejar de pensar lo que podría haber hecho Berni Wrighton de esta serie…
Así, que ahora me he convertido en un zombi más que espera ansioso y babeante una nueva dosis de la historia del señor Kirkman. ¡Tened cuidado, si picáis vosotros también os convertiréis!...

Tomos publicados hasta la fecha:

I. Días pasados.
II. Muchos kilómetros a las espaldas.
III. Seguridad tras los barrotes.
IV. Lo que más anhelas.

lunes, 19 de marzo de 2007

“La Catedral del Mar” de Ildefonso Falcones.



Hoy inició la reseña de libros y para empezar he seleccionado “La Catedral del Mar”, novela superventas del actual panorama literario español. ¿Por qué esta y no otra? Pues no sé…La tenía a mano.


En “La Catedral del Mar” Ildefonso Falcones nos narra la vida, aventuras y desventuras de Arnau Estanyol desde su nacimiento como siervo de la gleba en una pequeña masía de Navarcles hasta prácticamente su muerte como rico cambista en la Barcelona cosmopolita y comercial del siglo XIV. La historia de su vida está enlazada con la construcción de Santa Maria del Mar, la iglesia de estilo gótico que da título al libro construida a partir de los donativos del pueblo llano de Barcelona en un tiempo record para la época, y alrededor de la cuál gira buena parte de la trama. El autor usa a su protagonista como vehículo para sumergirnos en la vida cotidiana de la Barcelona medieval con sus contradicciones, dificultades y miserias, en la que la intrahistoria de los hombres y mujeres sencillos del pueblo llano contrastan con los fueros y prerrogativas de las clases nobles y burguesas, tomando como marco referencial el reino catalán independiente existente en aquella época. Así a través de un Arnau palafrenero, estibador, soldado y cambista asistimos al desarrollo y apogeo de la ciudad de Barcelona, sus usos y costumbre.
En esta novela, el lector exigente podrá encontrar todo lo que se le puede pedir a una buena novela de entretenimiento: guerra, pasiones, intrigas familiares, muertes, juicios y venganzas. Falcones es capaz de dosificar sabiamente todos estos elementos en la medida justa para mantener intacta la atención del lector durante las casi setecientas páginas de narración.
“La Catedral del Mar” recordará a otras novelas de trama similar como la popular “Los pilares de la tierra” de Ken Follet, pero el lector encontrará pronto también sutiles diferencias. Mientras Follet nos muestra la construcción de una catedral idealizada sin una localización definida a través de varias generaciones de miembros de una misma familia, Falcones utiliza a un único protagonista para narrar la historia de su Iglesia e ir más allá, describiendo con detalle y rigurosidad histórica el momento concreto y homenajeando a los hombre y mujeres anónimos que con su trabajo hicieron posible la construcción de la Iglesia. Sin embargo, Falcones no se pierde por ello en largas descripciones sino que dota a la novela de un ritmo ágil y directo al servicio de la acción. Los personajes de Falcones son seres arquetípicos con los que al lector no le resulta difícil identificarse y tomar partido, los buenos son muy buenos y los malos son terribles y sus comportamientos no dejan de ser predecibles. No importa… la trama funciona y la novela se devora con facilidad.
Hay que felicitar al autor por haber logrado llegar con ésta su primera novela a todo tipo de públicos.
La lectura ideal para un puente largo como el de Semana Santa…así que, ya saben, anímense y léanla.

domingo, 18 de marzo de 2007

Enlazando...

Bueno,


Uno de esos domingos que te levantas demasiado temprano y no sabes muy bien qué hacer... Algunas novedades en la página, unos cuantos enlaces más. A ver qué les parecen...

Mañana, más...

viernes, 16 de marzo de 2007

“Paris, je t´aime”: París y sus historias



En estos tiempos en los que el cine es criticado cada vez más por haberse convertido en una industria en la que priman sobre todo los efectos especiales y la falta de ideas, es grato encontrar películas como “Paris, je t´aime” en la que hay poco de lo primero y anda sobrada de lo segundo.
“Paris, je t´aime” es un proyecto al alimón en el que 18 directores de prestigio y estilo dispar, que van desde los hermanos Coen hasta Isabel Coixet pasando por Wes Craven, Alfonso Cuaron o Gus Van Sant , se ponen al frente de un reparto internacional de lo más variopinto para dirigir cada uno un episodio de unos cinco minutos ambientado en algún barrio de la capital francesa. Desde todos los enfoques posibles – drama, comedia, terror, surrealismo, fantasía, incluso mimo – se nos muestran diferentes historias en las que el amor en sus diversas formas y la ciudad son los únicos nexos comunes para dotar de hilazón los episodios. Los problemas sociales que se dan en cualquier urbe europea no quedan tampoco al margen, siendo varios los episodios que tocan tangencialmente temas como la xenofobia o el racismo. En el reparto figuran entre otras estrellas internacionales como Natalie Portman o Elijah Wood, francesas como Juliette Binoche o Gerard Depardieu, actores de prestigio como Nick Nolte, Steve Buscemi, Bob Hoskins o Geena Rowland e incluso Leonor Waitling y Javier Cámara hacen dos pequeños cameos.
Generalmente, este tipo de películas corales suelen ser bastante irregulares, sin embargo en ésta el nivel general es bastante alto de manera que cualquier espectador encontrará alguna historia que sea de su gusto y el resto no le dejarán en ningún caso indiferente. A mí, particularmente, me han gustado especialmente la dirigida por los hemanos Coen y protagonizado por Steve Buscemi en el que demuestran que el contacto visual con otra persona en la ciudad puede ser muy peligroso; y la dirigida por Alexander Payne (“Entre Copas”) en el que una solterona norteamericana descubre porque París es su ciudad favorita.
Así que, ya saben, si les gusta la ciudad de las Luces, el Amor ó ambas cosas vayan a su cine más cercano a pasar un buen rato y luego me cuentan qué episodio les ha gustado más.

jueves, 15 de marzo de 2007

"Valerian" y la épica espacial



Acabo de finalizar el tercer tomo de la recopilación que está haciendo Norma de “Valerian: Agente espacio temporal” y no puedo dejar de comentar por aquí las excelencias de la serie, uno de los clásicos de la ciencia ficción de todos los tiempos.
“Valerian” es una serie iniciada en Francia en 1968 y que cuenta actualmente de 20 tomos publicados. Sus creadores, Meziéres y Christin, son dos referencias fundamentales del cómic en el país vecino y una de las parejas dibujante-guionista mejor compenetradas. Mézieres es capaz de dotar de credibilidad y cercania un lejano futuro plagado de mundos imaginarios, viajes temporales y civilizaciones extraterrestres mientras Christin (“Las Falanges del Orden Negro y “Partida de Caza”), uno de los mejores guionistas de la historia de la BD de todos los tiempos, crea historias plagadas de humanidad y crítica velada en las que Valerian y Laureline nos enfrentan a problemas sociales, por desgracia demasiado cercanos como el ansia de poder, el cambio climático o el Imperialismo, todo ello aderezado por la relación de amor odio entre Valerian y Laureline, refrenando esta con su sensatez el idealismo pasotil de Valerian.
En este tomo, se puede apreciar la evolución de la serie pues la edición de Norma no sigue el orden cronológico de publicación sino un nuevo orden establecido por los autores. Así, las historias que se recogen son: “Los Malos Sueños”, que es la primera historia publicada en Francia y en el que se establecen las bases que luego se iban a seguir en el resto de la serie. En este álbum asistimos al origen de Valerian, agente espaciotemporal que debe viajar al año 1000 para evitar que un malvado del futuro, Xombul, logre un libro de hechizos con el que transformar a la gente en monstruos, ayudado en su misión por Laureline, una intrépida joven que se convertirá en su compañera inseparable de aventuras; la segunda historia “La ciudad de las arenas movedizas” muestra a nuestros amigos viajando a un Nueva York inundado por la ruptura de los polos para volver a dehacer los planes de Xombul; la tercera historia, “El Embajador de las Sombras”, es una investigación delirante en la que Valerian y Laureline deben rescatar al embajador terrestre secuestrado en una especie de ONU interestelar. En esta historia, el protagonismo de la misma recae fundamentalmente en Laureline, quien va conociendo diversas civilizaciones extraterrestres en el marco de la investigación. Mi preferida.
Sin más, os animo a que le déis una oportunidad a esta serie sin la cuál la Ciencia Ficción que todos conocemos no habría sido igual y, si no, que se lo pregunten a George Lucas. No os defraudará.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Blain, el Pirata



Hoy toca escribir de piratas y, más en concreto de “Isaac, el Pirata” y de su autor, Christophe Blain. Vaya por delante la admiración que profeso hacia este señor, uno de los mejores dibujantes del panorama europeo actual. Blain perteneció al grupo de L´Association donde junto a otros autores como Sfar, Trondheim y David B., dotó de nueva vitalidad al panorama comiquero francés allá por la década de los 90. Entre sus obras cabe destacar aparte de “Isaac, el Pirata”, su obra más importante hasta la fecha, el ciclo de “La Mazmorra: Amanecer” junto a Sfar y Trondheim, “Hiram Lowatt & Placido” y su última serie publicada en Francia (esperemos que de pronta publicación por estos lares) “Gus”.
En “Isaac, el Pirata”, del que Norma Editorial acaba de publicar su quinta entrega, Blain nos cuenta una particular historia de piratas que escapa de los cánones del género. En ella, narra las aventuras de Isaac, un joven pintor que se ve enrolado contra su voluntad en una tripulación pirata que trata de descubrir una nueva tierra colmada de riquezas. La misión fracasa y a su vuelta a París, acompañado de su amigo, Jacques, debe compincharse con una banda de ladrones para sobrevivir hasta que descubre que su antiguo amor, Alice, se ha casado y partido a América. En este quinto episodio, Isaac, ayudado por su padre y Jacques, intenta escapar de los ladrones y ayudar a un Jacques enamorado.
Blain es un dibujante superdotado con una capacidad asombrosa para con unos simples trazos dotar de profundidad a sus personajes. La acción transcurre sin necesidad de excesos de texto y la ambientación y luminosidad varía según las necesidades de la historia. Blain es capaz de transportarnos en sus obras desde la sordidez de los ambientes nocturnos de París a la luminosidad de una playa de las Antillas pasando por los rigores de la vida en alta mar con aparente naturalidad sin renunciar para ello al desarrollo de la trama. La comedia, el drama, la aventura y el sexo, nada es ajeno a esta obra en la que los personajes son dotados de una humanidad llena de flaquezas e ilusiones sin que ninguno renuncie a sus metas a pesar de los obstáculos que surgen en su camino.
“Isaac, el Pirata” no es una historia de piratas al uso pero es una GRAN historia. No dejen de descubrirla.

“Isaac el Pirata”

I.- Las Américas
II.- Los Hielos
III.- Olga.
IV.- La Capital
V.- Jacques

martes, 13 de marzo de 2007

“Ghost Rider: El Motorista Fantasma” ó la fantasmada motorizada.



Bueno, pues se rompió el fuego el día de ayer y se realizó una petición. Como aparte de impaciente lector soy un tierno por una vez y sin que sirva de precedente voy a concederla y voy a escribir sobre “Ghost Rider: El Motorista Fantasma”.


“Ghost Rider: El Motorista Fantasma” es un ejemplo paradigmático de mala película de superhéroes. Todos somos conscientes de la escasez de ideas que planea en el actual panorama cinematográfico yanqui y como los ejecutivos de las productoras han encontrado un filón en el Olimpo superheroico de las dos grandes editoriales del género Marcel y DC. Al parecer, habiendo usado ya a los principales personajes de ambas, decidieron probar con El Motorista Fantasma, un personaje creado en la década de los sesenta dentro de la línea de terror que impulsó la Marvel y que luego ha deambulado con más pena que gloria por su Universo. En los cómics, El Motorista es un motero de cráneo llameante que personifica el espíritu de la venganza y se rebela contra su amo Mephisto. Hasta aquí, el planteamiento era interesante: hacer una película de un personaje con una estética espectacular y poco conocido por el gran público para que el guionista y el director pudiesen crear una buena trama. Sin embargo, el proyecto falla cuando lo ponen en manos de Mark Steven Johnson (“Daredevil” y “Elektra”) como director y Nicolas Cage como protagonista, –ambos según dicen- declarados aficionados a los cómics marvel. Por un lado, Mark Steven Johnson construye sin mucha imaginación una especie de “western” acelerado en el que todo el peso de la acción se centra en un Nicolas Cage irreconocible (es difícil creer después de ver esta película que este hombre ha hecho “Leaving Las Vegas”) que interpreta a Johnny Blaze, el alter ego del Motorista, un “joven” (debería ser joven y con pelo) un poco idiota que se dedica a hacer locuras con su moto, mirar libros sobre demonios y comer golosinas en copas de cócktail. Y sobre esta premisa se desarrolla la peli… Nicolas es feliz; Nicolas conoce al demonio; Nicolas es maldecido por querer salvar a su padre; Nicolas reencuentra a la chica – la explosiva Eva Mendes, sus escotes es de lo más destacable de la pelicula -; Nicolas se enfrenta a unos demonios ridículos que pasaban por ahí; Nicolas se enfrenta al jefe de los demonios ridiculos que es muy malo y chulea a su jefe, Satán, porque descubre que eso de ser un motero llameante no está tan mal y hay que dejar abierta la puerta a una hipotética segunda parte si los resultados acompañan. Película plana, plana, plana…Quizás lo único destacable aparte de los escotes de la Mendes sean los espectaculares efectos especiales (te pasas la película deseando que aparezca el Motorista para librarte durante un rato de la vis dramática de Nicolas) y que si no entras con demasiadas expectativas puedes echarte unas buenas risas a la salida con los amigos.

lunes, 12 de marzo de 2007

Empezando

Leí en alguna parte que en la antigua Roma cualquiera podía llevar una caja al Foro de la ciudad, subirse a ella y empezar a hablar a la multitud sobre cualquier tema que le interesase. Como en la Historia todo lo que fue, es y será, pues parece que Internet es el nuevo Foro y los blogs son las cajas a las que subirse para que los ciudadanos de a pie podamos expresar e intercambiar nuestras ideas y opiniones sobre los temas más variados.
Como ven yo me he animado. He plantado mi caja y aquí estoy dispuesto a escribirles sobre todo aquello que se me vaya ocurriendo. Habrá de todo. Mucho libro, mucho cómic y un poquito de todo lo demás. No descarten nada… Y escriban ustedes también, corcho.